Las heridas que dejó el peor atentado de Argentina aún duelen 25 años después
Buenos Aires, 17 jul (EFE).- En el número 633 de la calle Pasteur de Buenos Aires aún resuenan los ecos del horror. Año tras año, cada 18 de julio, la herida que allí se abrió ese día de 1994 sangra más si cabe al honrar la memoria de las 85 víctimas mortales del mayor atentado perpetrado en Argentina, por el que nadie cumple condena.