Las claves de una cumbre fallida entre Donald Trump y Kim Jong-un

El desmantelamiento completo de los centros de ensayos y la eliminación de las armas nucleares, así como el desbloqueo general de las múltiples sanciones económicas que Estados Unidos tiene sobre Corea del Norte, fueron dos de los más importantes puntos que marcaron la ruptura de una cumbre histórica entre los líderes de estas dos potencias de la cual se esperaba avances importantes.

«Quieren desnuclearizar una gran porción de las áreas (de Yongbyon) que nosotros queríamos (desmantelar), pero no podíamos levantar todas las sanciones a cambio de eso», dijo a la prensa el presidente de EE. UU., Donald Trump, después de que su cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, terminó de forma abrupta.

A pesar de que las reacciones internacionales se han multiplicado invitando a Donald Trump y Kim Jong-un para que no suspendan las negociaciones, el líder estadounidense dejó claro que no ve muchas posibilidades para un remoto tercer encuentro, en vista de las intenciones norcoreanas.

La actual situación deja claramente un panorama incierto, pues una ruptura de los diálogos le dejaría el camino abierto a Pionyang para que siga reforzando su capacidad nuclear y EE. UU. aplicando más sanciones que sigan desestabilizando y dividiendo a todo el continente asiático. ¿Habrá un tercer encuentro?, ¿Por qué tanta cordialidad y distención, pero sin hechos concretos?, ¿Se acaban las esperanzas de la paz? Cinco claves de una cumbre fallida:

Sanciones, el gran ‘muro’ de Estados Unidos 

Las sanciones impuestas sobre el régimen norcoreano y las áreas a desmantelar en el centro de investigación nuclear de Yongbyon, epicentro del programa atómico norcoreano, constituyen el muro con el que ambas partes se han topado en Hanói (Vietnam) y que finalmente impidieron la firma de una declaración conjunta.

Pionyang dejó este jueves claro que de momento solo está dispuesto a desmantelar una parte de Yongbyon -que no incluye activos considerados clave por Washington- y que además solo lo hará a cambio de que se levante toda la pila de sanciones estadounidenses y de la ONU que se amontonan sobre el régimen desde 2006.

Un ambiente muy cordial, pero sin frutos

Una de las mayores diferencias entre la cumbre de Hanói y la de Singapur, hace ocho meses, fue el ambiente cordial y distendido de ambos líderes y las muestras de afinidad personal entre ambos, patentes en sus breves encuentros con la prensa y en su paseo por los jardines del hotel Metropole de la capital vietnamita.

Trump, habitualmente espontáneo, mostró en su primera foto con Kim una rigidez de la que no ha habido rastro en la cumbre de Hanói. La metamorfosis del líder norcoreano fue aún más notoria, muy lejos de su apariencia nerviosa de hace ocho meses o del carácter solemne que suele exhibir en las apariciones públicas en su país. Sin embargo, tras el rompimiento de la cumbre, es claro que las diferencias internas son notorias y que la cordialidad solo funciona delante de los medios de comunicación. 

Vale la pena recordar que en septiembre pasado, en una nota de la agencia estatal KCNA, Kim llamó a Trump «viejo lunático» y este le respondió unas semanas después a través de Twitter: «¿Por qué me insulta Kim Jong-un llamándome ‘viejo’, cuando yo NUNCA le llamaría ‘gordo y bajito’? Realmente estoy tratando de hacerme su amigo. ¡Y puede que algún día suceda!», escribió el líder republicano. 

Las fotos de la histórica reunión entre Donald Trump y Kim Jong-un
Foto:

Saul Loeb / AFP

¿Se cancelan las posibilidad de una tercera cumbre?

Todo queda en un panorama incierto. Trump no dio ninguna garantía de que vaya a reunirse de nuevo con Kim, aunque insistió en que la despedida fue «amistosa».

El mandatario estadounidense insinuó que no volverá a programar una cumbre si no hay avances más claros en las conversaciones entre sus equipos. «Yo esperaría que (la tercera cumbre) sea pronto, pero también podría no producirse en mucho tiempo», reconoció.

Entre las cuestiones que había sobre la mesa estaba la apertura de una oficina de intereses, lo que representaría un primer paso en la normalización de relaciones. Al ser preguntado al respecto, Kim respondió: «Creo que es algo a lo que valdría la pena dar la bienvenida». Kim respondió a una pregunta de un periodista extranjero, un gesto que se cree que no tiene precedentes para el líder de una nación en la que se controla cada uno de los aspectos de sus apariciones públicas.

¿Cómo queda esa región tras el rompimiento?

La firma de la paz definitiva entre las dos Coreas era uno de los objetivos más esperados de este segunda cumbre. Esta histórica reivindicación de Pionyang se antojaba complicada ya que debía ser una iniciativa multilateral que incluyera también a Seúl y a China.

Sin embargo, algún tipo de acuerdo en este sentido habría tenido un peso simbólico claro en una región que sigue técnicamente en guerra tras el armisticio de 1953, firmado por Pionyang, Washington (en representación del Comando de Naciones Unidas) y el llamado Ejército Popular de Voluntarios chino.

También se quedó en el tintero una iniciativa que tanto Trump y como Kim alabaron públicamente durante la cumbre: establecer oficinas «de enlace» en sus respectivas capitales, un primer paso en el camino para iniciar relaciones diplomáticas entre los dos históricos enemigos.

Dos viajes de muchas horas… ¿Todo fue en vano?

Prácticamente sí. El fiasco de Hanói le supone a Kim un viaje de unas 120 horas de tren en vano, ya que seguramente retornará tal como vino, a bordo de un tren blindado que, como poco, tardaría en retornar desde Vietnam a Pionyang unas 47 horas, siempre que pueda mantener una velocidad constante de unos 90 kilómetros por hora.

El viaje de Trump fue menos tortuoso, pero se recorrió medio mundo en avión en un momento tenso en su Presidencia, con su exabogado Michael Cohen denigrando de él ante el Congreso de EE. UU. y el informe sobre la trama rusa a punto de caer. 

Este jueves, en su tercera y última sesión de esta semana en el Capitolio, Cohen testificará durante todo el día ante la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, que investiga las injerencias de Moscú en los comicios y si hubo alguna colaboración con la campaña de Trump.

La audiencia se celebrará un día después del dramático testimonio que protagonizó
Cohen ante otra comisión de la Cámara de Representantes, en la que acusó al mandatario de violar la ley estando en el cargo y dijo, por vez primera, que Trump conocía con antelación una filtración de correos electrónicos de WikiLeaks que dañó a su rival en la carrera presidencial, Hillary Clinton.

Vietnam

En Vietnam estuvieron muy atentos del desarrollo de la cumbre entre los líderes de Corea del Norte y Estados Unidos.

¿Por qué analistas hablaban de importantes acuerdos?

«A veces hay que irse, y esta es una de esas veces«, declaró a la prensa un Trump inusualmente pesimista al término de la reunión. 

El resultado de Hanói se quedó muy lejos de las expectativas previas a la reunión, tras una primera cumbre que según sus críticos fue formal y vaga en contenido. «Es un fracaso importante«, tuiteó Joe Cirincione, presidente de Ploughshares Fund, una fundación por la paz. Mostró el límite de las cumbres, agregó, «sin tiempo o personal suficiente» para trabajar en un acuerdo. 

Analistas y expertos habían coincidido que se avanzaría demasiado en este segunda cumbre, pues los equipos negociadores habían hechos acuerdos importantes y comentarios de Trump hacían pensar todo lo contrario a lo que sucedió.

Los suministros están
llegando un poco más. No es fácil.
¿Qué cambiaría si (Venezuela)
los dejara pasar?, excepto que es
maravilloso para su gente

Trump aprovecho para hablar de Trump y Cohen…

Así es. El mandatario estadounidense aprovechó la rueda de prensa en Hanói para pedir a las autoridades venezolanas que permitan la entrada de ayuda humanitaria estadounidense porque “la gente se muere de hambre” y aseguró que “es difícil creer” que el Gobierno venezolano prohíba la entrada de provisiones al país.

Los suministros están llegando un poco más. No es fácil. ¿Qué cambiaría si los dejara pasar?, excepto que es maravilloso para su gente”, se preguntó Trump. 

Pero también aprovechó para hablar sobre los testimonios de su exasesor Michael Cohen y afirmó que está mintiendo. «Mintió mucho», comentó el mandatario, pero aclaró que había estado demasiado ocupado con la reunión (con Kim) para escuchar en su totalidad el testimonio de su exabogado.

INTERNACIONAL
Con información de AFP, Efe y Reuters 

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