Tres días de protestas para evitar reelección de Buteflika en Argelia
Elogiado durante mucho tiempo por haber restablecido la paz en Argelia tras una década de guerra civil, Abdelaziz Buteflika, de 82 años, aparece ahora como un hombre que se aferra al poder a pesar de su frágil estado de salud.
Elegido en 1999, ‘Butef’, como lo llaman de forma familiar sus compatriotas, oficializó el domingo pasado su candidatura para un quinto mandato, lo que generó multitudinarias protestas impulsadas por las redes sociales.
“No a un quinto mandato”, “desobediencia civil” y “Argelia se alza” son algunas de las etiquetas más populares para protestar contra la aspiración de quien hoy es un hombre silencioso, hundido en una silla de ruedas desde un accidente cerebrovascular sufrido en 2013 y está hospitalizado en Ginebra, en permanente peligro por la degradación de su sistema neurológico.
Nacido el 2 de marzo de 1937 en Uchda (Marruecos), en el seno de una familia originaria de Tlemcen, oeste argelino, Buteflika se adhirió en 1956, con 19 años, al Frente de Liberación Nacional, que luchaba contra Francia, entonces la potencia colonial.
Con la independencia del país, en 1962, se convirtió, con apenas 25 años, en ministro de Deportes y Turismo bajo la presidencia de Ahmed Ben Bella, un año antes de heredar la cartera de diplomacia, que mantuvo hasta 1979.
En junio de 1965 apoyó el golpe de Estado de Huari Boumédiène, entonces ministro de Defensa, quien depuso a Ben Bella y asumió la jefatura del Estado.
Buteflika se posicionó como delfín de Boumédiène, pero a su muerte, en 1978, el ejército lo apartó de la sucesión, y después se alejó progresivamente de la escena política.
Tras un exilio en Dubái y Ginebra, Buteflika, impuesto por el ejército, se presentó como candidato a las presidenciales de 1999, en las que ganó como único aspirante tras la retirada de sus seis adversarios ante eventuales fraudes.
Con Argelia en plena guerra civil contra la guerrilla islamista (un conflicto que dejó 200.000 muertos en 10 años), el nuevo presidente buscó restablecer la paz.
En septiembre del mismo año logró un ‘sí’ masivo en el referéndum sobre la ley de concordia civil, que amnistiaba a los islamistas armados que no cometieron crímenes de sangre ni violaciones y depusieran las armas, lo que provocó la rendición de miles de ellos.
Acusado por sus detractores de no ser más que una marioneta del ejército, desde su elección Buteflika mostró su independencia. Fue reelegido en primera vuelta tanto en 2004 (con 85 por ciento de los votos) como en 2009 (90), tras una revisión de la Constitución que eliminaba el límite de dos mandatos presidenciales.En 2011, mientras la Primavera Árabe acababa con varios dirigentes de la región, Buteflika compró la paz social gracias a las ganancias del petróleo. Pero su cuarto mandato estuvo marcado también por la caída de los precios del crudo, lo que puso en evidencia la fuerte dependencia de la economía argelina de los hidrocarburos.
Su reinado quedó manchado por importantes escándalos de corrupción y por la sangrienta represión de manifestantes en la región de Kabilia en la primavera (boreal) de 2001.
Este miércoles, 18 años después, varios miles de estudiantes salieron a las calles de la capital para protestar contra su quinta candidatura, rechazando las promesas del jefe de Estado de reformar el país y renunciar antes de finalizar este nuevo mandato, tal y como lo anunció.
No a un quinto mandato. Desobediencia civil.
Mientras que los estudiantes se manifestaban en su tercera jornada, el general Ahmed Gaid Salah, jefe del Estado Mayor del ejército, advirtió que éste sería garante de la “seguridad y de la estabilidad” frente a quienes quieran llevar a Argelia a los años de la guerra civil.
Por su parte, las autoridades del país indicaron que están reunidas las condiciones necesarias para organizar elecciones presidenciales el 18 de abril, al mismo tiempo que EE. UU. reaccionó llamando a las autoridades a respetar el derecho a manifestación.