Críticas a secretario general de ONU por falta de acción por Venezuela

Fuertes críticas se llevó el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, durante la entrega en Washington de un nuevo informe conjunto entre la Universidad de Johns Hopkins y Humans Rights Watch sobre la crisis alimenticia y de salud que se vive en Venezuela.

Según José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, Guterres se ha mostrado “ausente” frente a la delicada situación y sus supuestos esfuerzos no han dado resultado.

“Aparentemente Guterres prefiere utilizar la diplomacia silenciosa para abordar el problema. Pero esos esfuerzos no han dado el más mínimo resultado”, dijo Vivanco en una rueda de prensa con los doctores de esa universidad que visitaron la frontera para elaborar la investigación.

Titulado ‘La emergencia humanitaria en Venezuela: se requiere una respuesta a gran escala de la ONU para abordar la crisis de salud y alimentaria’, el informe documenta un alarmante aumento de los niveles de mortalidad materna e infantil, enfermedades que podrían prevenirse con vacunación, incrementos drásticos en la transmisión de enfermedades infecciosas, altos niveles de inseguridad alimentaria y desnutrición infantil entre muchas otras cosas.

Sus autores hacen un llamado para que Guterres declare cuanto antes una “emergencia humanitaria compleja”. Se trata de un instrumento de la ONU que permitiría, de invocarse, desplegar toda la burocracia de la organización en un esfuerzo conjunto e interagencial para llevar la ayuda a los mas necesitados.

Se trata, además, de una figura que no necesita de la aprobación de los países y por lo tanto puede ser invocada por Guterres sin temor a un posible bloqueo.

Según el profesor Paul Spiegel, de la Universidad de Johns Hopkins y coautor del informe, “se trata del mismo mecanismo que se invocó para los casos de Yemen y Siria”.

Si bien Vivanco y Spiegel son conscientes de que el presidente Nicolás Maduro podría ignorar la declaratoria y seguir impidiendo el ingreso de la ayuda, su invocación sería un fuerte mensaje para el régimen que generaría aún más presión.

“No sabemos si Maduro aceptará, pero invocar la emergencia es el paso básico que hay que tomar para que la ONU le de máxima prioridad. Además es una propuesta que provendría de la ONU y no de gobiernos que, como sabemos, desconocen la autoridad de Maduro y reconocen a Juan Guaidó”, dijo Vivanco.

En ese sentido ambos dijeron que es importante que toda la ayuda humanitaria que se está ofreciendo sea canalizada a través de este instrumento de la ONU para evitar que sea politizada y sea transparente.

Spiegel añadió que la ayuda, sin importar de donde provenga, debe ser ofrecida sin condicionamientos y con el objetivo de ayudar a la población. El profesor, durante su intervención, dijo que lo observado durante su vista a la frontera era equivalente a lo que sucede en los países más pobres de África como Sudán.

“Es algo extraordinario por que a Venezuela se le considera un país de ingreso medio pero su situación actual es la de un país en extrema pobreza”, afirmó Spiegel.
Kathleen Page, de esta misma universidad dijo haber quedado impresionada con lo que vio en los hospitales donde llegaban pacientes con estados muy avanzados de sida o cáncer que hoy día podrían ser tratados sin mayores problemas.

“Lo que vivos es grave. Pero creemos que la realidad en el terreno debe ser mucho peor”, sostuvo la doctora alegando que la información recolectada es muy preliminar pues el régimen no suministra estadísticas ni permite el acceso de organizaciones externas para monitorear la situación.

El informe menciona que de tener solo un caso de sarampión entre 2008 y 2015, en Venezuela se reportaron más de 9.300 desde junio de 2017 y se pasó de no tener casos de difteria a 2.500 desde 2016.

No sabemos si Maduro aceptará, pero invocar la emergencia es el paso básico que hay que tomar para que la ONU le de máxima prioridad.

También registra un aumento en casos de malaria: de 36.000 en 2009 a 414.000 en 2017 y la duplicación de los casos de tuberculosis desde el 2014. El estado venezolano muestra un incremento del 65 por ciento en la mortalidad materna y un 30 por ciento de mortalidad infantil, una cifra que no se había registrado en la región desde la década de 1990.

Citan igualmente que entre 2015 y 2017 unos 3,7 millones de venezolanos (12 por ciento de la población) estaban subalimentados, comparado con el 5 por ciento entre el 2008 y el 2013.

Sergio Gómez Maseri
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington

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