‘Si Correa regresa a Ecuador, va a la cárcel, que es donde debe estar’
Lenín Moreno parece haberse ganado dos enemigos de peso desde que es presidente de Ecuador: su antecesor en el cargo, Rafael Correa, y el fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
Moreno sorprendió al mundo el jueves al revocar el asilo que Correa le había concedido a Assange, lo que acabó con su estadía de casi siete años en la embajada ecuatoriana en Londres y permitió que la policía británica lo arrestara.
Assange fue declarado culpable de violar las condiciones de la libertad bajo fianza que le había sido concedida en 2010, cuando se refugió en la embajada para evitar su extradición a Suecia acusado de violación, algo que él rechaza.
En entrevista con BBC Mundo, Moreno asegura que Assange «prácticamente convirtió a la embajada en un centro de espionaje internacional y terrorismo informático», quebrando las normas de convivencia y hasta manchando con sus heces las paredes de la sede diplomática.
Ahora Assange enfrenta también un pedido de extradición de Estados Unidos por presunta conspiración para hackear una computadora del gobierno para lograr una filtración masiva de información clasificada de este país.
Correa, por su lado, enfrenta desde el año pasado una orden de prisión preventiva de la justicia de su país, por su presunta implicación en el secuestro de un opositor en 2012.
Sin embargo, Correa considera que el caso supone una persecución política en su contra de parte de las autoridades ecuatorianas e Interpol negó un pedido para capturarlo y extraditarlo desde Bélgica, donde reside.
Lo que sigue es una síntesis de la entrevista que Moreno concedió a BBC Mundo en el marco de la visita que realiza a Washington:
¿En qué momento exacto tomó la decisión de retirar el asilo diplomático a Julian Assange?
Es algo que se fue acumulando. Nosotros hemos manifestado desde el primer momento de gobierno nuestro deseo de ser tolerantes y respetuosos con la libertad de expresión y la libertad de prensa. Y así nos hemos comportado. Tal es así que inclusive hemos descartado la «ley mordaza», haciéndole profundas reformas y permitiendo que realmente haya libertad de expresión.
Se fueron acumulando muchos temas. Recordemos que el señor Julian Assange ha violado todas las convenciones. Los principios que quedaron establecidos en la convenciones de La Habana, de Caracas, de Viena, todos han sido violentados por él.
Es su comportamiento, agrediendo a guardias, agrediendo verbal y físicamente a empleados de la embajada, y además dando disposiciones a su organización WikiLeaks para que viole algo tan elemental como es el no intervenir en la política de otros países, que deben cumplir todos los Estados.
Al anunciar su decisión dijo que WikiLeaks «amenazó» al gobierno de Ecuador. ¿Puede explicarlo?
Sí, claro, eso se encuentra inclusive grabado. Amenazó al gobierno, a la gente de la embajada, al país. Y ahí están las consecuencias de la amenaza: 40 millones de ataques cibernéticos que han venido de Brasil, Austria, Canadá, Estados Unidos y del mismo Ecuador, dirigidos a nuestra Cancillería, al sistema de rentas internas, a la banca privada, etcétera.
Ese es el tipo comportamiento que tienen ellos. Realmente no es periodismo bajo ninguna circunstancia, sino terrorismo cibernético.
Algunos sostienen que usted le retiró el asilo a Assange luego de que se publicaran fotos de su vida íntima y de que WikiLeaks publicara información que vincula a su hermano con la formación de una empresa offshore. ¿Es así?
Cualquier ecuatoriano que no esté en la actividad gubernamental puede formar una empresa offshore. Yo he demostrado con declaraciones y documentos que esa empresa no me ha pertenecido nunca, que no tengo relación con ella.
Con respecto a un departamento en el cual supuestamente yo pasaba vacaciones, también hemos comprobado con declaraciones de la misma gente que habita los departamentos que ese no es un apartamento de lujo, que no lo conozco, que nunca he estado ahí y por supuesto, con el documento respectivo, que no me pertenece.
¿A usted le consta que Assange estuvo detrás de esa filtración?
Ah no, es que no es necesariamente por ello que le quitamos el asilo.
Es porque se venían acumulando varias experiencias negativas, entre ellas la amenaza que profirió contra el Ecuador y el mundo, diciendo que iba a activar «puntos» en el momento en que se le quitara el derecho al asilo.
Usted ha acusado al expresidente Rafael Correa de estar detrás de la difusión de algunas de estas denuncias en su contra. ¿Cree que Correa coordinó con Assange en algún momento?
No le quede ninguna duda. Es típico del comportamiento del expresidente Correa el formar esas tramas, esas telarañas para tratar de enredar a la gente, para tratar de desprestigiar. Lo hacía todos los sábados en sus sabatinas.
No sólo eso, sino que ahora que pregona la libertad de expresión hay que recordarle a él que encarceló periodistas, persiguió periodistas, demandó a medios de comunicación con sumas extremadamente millonarias. Y, por supuesto, su justicia servil, obsecuente daba como resultados juicios a su favor.
¿Pero a usted le consta que hubo alguna coordinación entre Assange y Correa para desestabilizar a su gobierno como señala?
Tenemos casi todas las evidencias. En este momento existen tres hackers en Ecuador que están siendo investigados. Uno de ellos está con prisión preventiva. Y tenemos todas las memorias que están siendo analizadas con el fin de detectar las relaciones que ha tenido este hacker.
Es importante recalcar que una persona clave de la política del señor Correa, (el excanciler) Ricardo Patiño, ha viajado permanentemente con este hacker a varios lugares del mundo, coincidiendo a veces en el mismo avión, en los mismos asientos e inclusive de un día para el otro, a lo mejor para despistar un poco.
Es decir, están vinculados y nosotros lo vamos a descubrir y por supuesto lo vamos a exponer a los medios de comunicación.
Usted también dijo que solicitó y obtuvo del gobierno británico la garantía de que Assange no sería entregado a un país donde pueda enfrentar pena de muerte o tortura. ¿Buscó alguna garantía específica de que no fuera extraditado a Estados Unidos?
Bueno, es el compromiso del gobierno británico. Nosotros respetuosos como somos de los derechos humanos, a la vida y la integridad de las personas, solicitamos tres veces al gobierno británico y nos contestó con sendas cartas también al respecto de que bajo ninguna circunstancia se lo iba a extraditar a ningún país en el que pueda ser torturado o sufra la pena de muerte.
EE.UU. ya presentó una acusación contra él por conspiración para hackear una computadora del gobierno. ¿Cómo vería Ecuador que él fuera extraditado finalmente a EE.UU.?
No es a los Estados Unidos a quien teníamos que preguntar. Nosotros teníamos que preguntar al sitio donde se encuentra la embajada de Ecuador, que es el reino británico.
A ellos debíamos consultar si iban o no iban a extraditar en esas circunstancias. Lo que hagan los otros países ya es cuestión de cada uno.
Pero descarta y no quiere que Assange sea extraditado a Estados Unidos…
Ese es el compromiso que obtuvimos del reino británico y esperamos que el reino británico lo cumpla.
Usted señala que fue una decisión soberana de Ecuador, pero además de discutir estos términos con el gobierno británico también trató con autoridades de Estados Unidos el asunto Assange.Por ejemplo, con el vicepresidente Mike Pence, según confirmó la Casa Blanca el año pasado. ¿Cómo fueron esas conversaciones?
Muy cortante. Al momento en que el vicepresidente Pence me planteó el tema yo le dije que esa era una decisión soberana del Ecuador.
¿Qué le planteó específicamente?
Él dijo qué opinaba sobre el tema de Assange. Y yo le dije que esa era una decisión soberana que íbamos por supuesto a conversarla con su procuraduría jurídica, con el reino británico y el Ecuador. Y con el señor Assange, por supuesto.
¿Qué le dice a quienes opinan que con el arresto de Assange pierde la libertad de expresión en todo el mundo?
Yo creo que bajo ninguna circunstancia, si es que la libertad de expresión es algo conducido, netamente ideológico, teledirigido por decirlo de alguna forma, yo pienso que no se pierde la libertad de expresión.
La libertad de expresión tiene que ser amplia.
El argumento es que, si efectivamente Assange llega a ser juzgado y condenado por hackear una computadora del gobierno de Estados Unidos y difundir información considerada secreta, eso puede ser utilizado por otros países para tomar decisiones contra medios de información…
Verdaderamente creo que no. No es con los Estados Unidos con quien hemos conversado.
Usted ha señalado conductas de Assange, actitudes agresivas con personal de la embajada y agresiones a guardias. ¿Puede dar algunos ejemplos concretos?
Sí, tenemos las evidencias de ello.
Algo que nos preocupa bastante más es la poca importancia que dio a los protocolos que habíamos firmado. Y qué pena decirlo en este momento, pero inclusive manchaba con sus heces las paredes de la embajada. Jugaba al fútbol mientras había gente esperando. Pasaba en su patineta en paños menores, etcétera. Ya se puede imaginar lo tolerantes que hemos sido.
Pero eso ya llegó a su límite y por eso hemos terminado ese asilo, (una decisión) que además tiene el 80% de aprobación de los ecuatorianos, porque ellos supieron todas las violaciones que hizo el señor Assange a los protocolos que se habían firmado.
Usted también ha dicho que Assange intentó usar la embajada de Ecuador en Londres como un «centro de espionaje» e intervenir en asuntos de Estados Unidos, el Vaticano y Cataluña. ¿Cómo podía hacerlo estando encerrado?
Porque tenía la alcahuetería del gobierno anterior, de las autoridades del gobierno anterior. Y prácticamente convirtió a la embajada en un centro de espionaje internacional y terrorismo informático. Eso no es periodismo. Lo que usted hace es periodismo, lo que hace la cadena a la que usted pertenece es periodismo.
¿Y esto cree que Assange lo hacía por cuenta propia para beneficiarse a sí mismo o por órdenes de otros?
El señor Assange, de acuerdo a lo que tenemos conocimiento, es una persona bastante adinerada, que su organización tiene muchos recursos. Y nosotros ahora vemos cómo es que los consigue.
Sobre Correa, Interpol ha rechazado un pedido de Ecuador para arrestar y extraditar al expresidente por su presunto involucramiento en el secuestro de un opositor. ¿Va a hacer algo más Ecuador para intentar arrestar a Correa?
Nosotros hemos hecho la solicitud a Interpol, que es una organización independiente.
Pero en el Ecuador, ahora que hay una justicia autónoma e independiente, ha determinado la orden de prisión contra el señor Correa, que debería estar allí por la cantidad de males, de daños, de lesiones que realizó sobre la dignidad de los ecuatorianos y sobre todo su economía.
Es decir que si Correa vuelve a Ecuador…
Va a la cárcel, que es donde debe estar.