Netanyahu planea ley para neutralizar al Tribunal Supremo de Israel

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, planea adoptar un proyecto de ley que permitiría al Gobierno y al Parlamento eludir los dictados del Tribunal Supremo, y otra legislación que le garantizaría la inmunidad ante los casos de corrupción en los que se le investiga, informaron este lunes medios locales.

El mandatario, pendiente de la formación de Gobierno tras las últimas elecciones de abril y que este lunes pidió al presidente israelí, Reuvén Rivlin, una ampliación de dos semanas para hacerlo, planearía la puesta en marcha de una norma legal que neutralizaría el poder de la Corte Suprema e implicaría que sus resoluciones dejaran de ser vinculantes, afirmó el diario ‘Haaretz’.

En caso de ser aprobada, añadió el mismo medio, esta ley permitiría anular una hipotética orden del Supremo para derogar la inmunidad de Netanyahu.

Horas después, éste alegó en su cuenta de Twitter: «Mi política siempre ha sido mantener un tribunal fuerte e independiente, pero eso no significa que sea omnipotente», y sostuvo que los medios hacen «filtraciones tendenciosas e interpretaciones distorsionadas que incluyen sugerencias incorrectas».

«Todo esto se hace con el fin de sembrar el miedo y evitar cualquier cambio, para evitar el restablecimiento del equilibrio necesario entre los poderes israelíes», sostuvo.

Uno de sus socios potenciales en una futura coalición gubernamental, la Unión de Partidos de Derecha, ha planteado ya restablecer la Ley de Inmunidad derogada hace más de una década, una normativa que evitaría que el primer ministro fuera juzgado por los varios casos de corrupción en los que ha sido acusado por la Fiscalía, a falta de un vista previa.

Netanyahu sigue negociando para formar un Gobierno después de que su partido, el Likud, fuera la fuerza más votada en los comicios generales del 9 de abril, y con 65 escaños obtenidos entre todas las formaciones que integran el bloque de derechas
en el Parlamento (120 asientos), recibió los apoyos suficientes para que el presidente israelí le asignara la tarea de crear el Ejecutivo.

El jefe de Gobierno pretende cerrar un acuerdo de coalición que incluya el proyecto
de reforma del sistema judicial, y entre las medidas más polémicas estaría la denominada Cláusula de Anulación, que garantizaría que la Knéset (el Parlamento israelí) pueda implementar normativas pese a anulaciones del Supremo, así como eludir sus resoluciones administrativas.

Como parte de las negociaciones, un portavoz del Likud dijo que los socios de coalición del partido «plantean diversas propuestas, incluido el restablecimiento del equilibrio entre el poder legislativo y judicial«, pero matizó que las noticias publicadas por los medios locales «incluyen propuestas que no se discutieron».

«El principio que continuará guiando el Likud es el mantenimiento de cortes independientes y fuertes, pero esto no significa que el tribunal sea omnipotente», agregó.

Las especulaciones sobre las medidas que podría tomar Netanyahu coinciden con la polémica generada por su equipo de abogados, que se niega a recoger el material de las investigaciones proporcionado por la Justicia, necesario para preparar la primera audiencia judicial que se debería celebrar en unos dos meses en relación a los varios casos de corrupción que le involucran, informaron medios locales.

Efe

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