Tras reunirse en Rusia, Pompeo y Lavrov no lograron bajar la tensión
Rusia y Estados Unidos acordaron este martes normalizar las relaciones entre los dos países, pero no lograron bajar la tensión en ninguna de las crisis abiertas, como Venezuela e Irán.
“Como somos las dos mayores potencias nucleares, la tensión entre Rusia y EE. UU. repercute negativamente en la situación en el mundo”, dijo el canciller ruso, Serguéi Lavrov, tras reunirse con su homólogo estadounidense, Mike Pompeo, en Sochi. “Hemos coincidido en que hay que intentar dar pasos prácticos para corregir esta situación”, agregó.
Today’s meetings were a positive step forward. U.S. & #Russia have demonstrated in the past that we can cooperate on key international issues. We urge Russia to work with us to change the trajectory of the relationship for the benefit of both nations. pic.twitter.com/LDoixnsTVe
— Secretary Pompeo (@SecPompeo) 14 de mayo de 2019
Pompeo recordó también que el presidente de EE. UU., Donald Trump, está decidido a “mejorar” las relaciones con Rusia, ya que es algo que redundará “en beneficio” de ambos pueblos.
Lavrov incluso adelantó que si EE. UU. presenta una propuesta formal, el presidente ruso, Vladímir Putin, aceptará reunirse en la cumbre del G20, en Osaka, con Trump. El mismo Putin dijo, después de recibir también a Pompeo, que el Kremlin está dispuesto a restablecer “plenamente” las relaciones con la Casa Blanca.
Durante tres horas de intensas consultas, Lavrov y Pompeo repasaron los principales conflictos mundiales. “EE. UU. y más de 50 países consideran que ha llegado la hora de que (el presidente de Venezuela, Nicolás) Maduro deje el poder”, dijo Pompeo.
Esperamos que el apoyo ruso a Maduro se termine
“Esperamos que el apoyo ruso a Maduro se termine”, aseguró el jefe de la diplomacia de EE. UU., que respalda al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó. Pero Lavrov le replicó tajantemente: “No se puede instaurar una democracia por la fuerza”.
Con respecto al agravamiento de la crisis nuclear iraní, Pompeo afirmó que EE. UU. seguirá ejerciendo “presión” sobre la República Islámica para que “vuelva al redil de los países responsables”. No obstante, negó que Washington desee “una guerra con Irán”, pero aseguró que tomará medidas si sus intereses se ven amenazados.
Otro tema clave en las relaciones bilaterales, Ucrania, llevó a Pompeo a pedir a
Rusia que “tienda una mano” al presidente electo, Vladímir Zelenski. El objetivo, dijo, debe ser solucionar la crisis entre ambos países, lo que incluiría la liberación de los marineros ucranianos atrapados por Rusia, en noviembre, en el mar Negro.
Pompeo también habló sobre “la injerencia en una campaña electoral de EE. UU.”,
que tachó de “inadmisible”. Una de las pocas buenas noticias de la reunión entre ambos fue la decisión de crear grupos de trabajo para negociar una prórroga para el Nuevo Start o Start III, tratado de desarme que expira en 2021 y limita el armamento estratégico.
Después de reunirse con Putin, Pompeo dijo que Washington y Moscú acordaron
salir del punto muerto en el que se halla la búsqueda de una solución política a la guerra de Siria.
Efe