¿Por qué Asia es terreno fértil para la ideología del Estado Islámico?

Los recientes atentados del Domingo de Pascua, que tuvieron lugar en Sri Lanka, se convirtieron en la confirmación para varios expertos de que, aunque el «califato» autoproclamado del Estado Islámico (EI) cayó en Oriente Medio, Asia sigue siendo un terreno fértil para el extremismo.

Factores como la pobreza, la discriminación, la radicalización, la debilidad de las instituciones y los fallos en los servicios de inteligencia exponen a la región a ataques de insurgentes que reivindican pertenecer al Estado Islámico aunque carezcan del apoyo directo de este último.

El EI perdió en marzo los últimos territorios que controlaba en Oriente Medio pero los analistas advierten que esto no supone el fin de su ideología. Algunas semanas más tarde, el grupo reivindicó uno de los peores atentados contra civiles en Asia.

«El estatus actual del EI no puede evaluarse si no se toma en cuenta el hecho de que se trata de un movimiento ideológico mundial, no una entidad organizada única», afirmó el analista Scott Stewart en un reciente informe para el instituto estadounidense Stratfor.

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Los ataques coordinados contra iglesias y hoteles de Sri Lanka causaron más de 250 muertos. El gobierno acusó a un grupo islamista local poco conocido, el National Thowheeth Jama’ath (NTJ). Luego se difundieron vídeos en los que los atacantes juraban lealtad al EI.

Por su parte, las agencias de seguridad del país fueron muy criticadas por no haber reaccionado a las advertencias de la comunidad musulmana y de los servicios de inteligencia indios antes del drama. El gobierno lleva meses sumido en una crisis política entre el presidente Maithripala Sirisena y su primer ministro, Ranil Wikremesingha. «Los mandos de la seguridad habían recibido muchas alertas», recalca Stewart. «Tendrán que rendir cuentas».

Abu Bakr al-Baghdadi

Captura de imagen del vídeo sin fechar difundido este lunes y cuya localización se desconoce del líder del autodenominado Estados Islámico (EI), Abu Bakr al-Baghdadi.

Pobreza, entre las razones

En términos generales, la pobreza se ha convertido en un vector decisivo en materia de extremismo en Asia, como por ejemplo en Filipinas.

Según Sidney Jones, directora del Instituto de Análisis Político de Conflictos (IPAC, por sus siglas en inglés), la religión no es la única responsable de la insurrección que desestabiliza a la isla de Mindanao desde hace tiempo. «Es porque es pobre, está desatendida y además discriminada», recalca. «Es un conjunto de factores muy potente que empuja a la gente a inclinarse por otras ideologías».

En Bangladés y en Indonesia, el islam moderado ha perdido terreno frente a la influencia de los extremistas activos en internet. «Con un número creciente de internautas y abonados al teléfono móvil, cada vez hay más gente conectada y las ideas nefastas del EI pueden favorecer la autorradicalización», estima Mubashar Hasan, de la universidad de Oslo.

Estado Islámico

El Estado Islámico tiene tanto dinero como nombres, 200 millones de dólares son la base financiera de este grupo terrorista insurgente.

Foto:

Alaa Al-Marjani / Reuters

En Indonesia el EI reivindicó en 2018 atentados que causaron 13 muertos en una iglesia y una comisaría. Y la amenaza sigue viva, según Jones. Proviene de células que «en general tienen pocos antecedentes, entrenamiento, adoctrinamiento, armas o experiencia. Lo que tienen en cantidad ilimitada es celo y sed de reconocimiento», explica en un informe. «Con un poco de imaginación y mejor dirección, estas células pro-EI podrían causar muchos más daños», advierte.

En el pasado la legislación antiterrorista de Indonesia impedía a la policía actuar hasta después de un atentado. Se cambió y ahora las autoridades pueden replicar ante mensajes de odio e interrogar a las personas que regresan de Siria, recalca Taufik Andrie, experto del Institute for International Peace-Building en Yakarta.

Vuelta a Asia

Muchos países asiáticos temen que algunos de sus ciudadanos que combatieron en Siria vuelvan para seguir la lucha en su territorio. Pero son pocos y están en el radar de las autoridades, explican los expertos.

En cambio en Afganistán, un alto funcionario estadounidense advirtió recientemente de un riesgo de «ataque espectacular» en Estados Unidos si no se hace nada contra los yihadistas. «Algunos ya han vuelto aquí e intentan transmitir los conocimientos, capacidades y experiencia adquiridos allí», dijo en calidad de anonimato.

Hace poco más de una semana, el EI difundió por primera vez en cinco años un vídeo presuntamente de «su jefe», Abu Bakr al Bagdadi. En él afirma que el grupo «se vengará» en nombre de sus miembros muertos y que el combate contra Occidente es «una larga batalla».

Redacción APP
Con información de AFP

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