¿Por qué está en riesgo la zona de prostitución más famosa del mundo?
El Barrio Rojo, o ‘De Wallen’ en neerlandés, es la zona de prostitución más famosa que hay en el mundo.
Ubicado en Ámsterdam (la capital de los Países Bajos u Holanda, como se le conoce en gran parte del mundo), el barrio es muy popular entre los turistas y entre los locales, pero su cierre podría estar cerca.
Los problemas
‘Un monstruo de varias cabezas’. Así han descrito al Barrio Rojo diferentes autoridades de la ciudad de Ámsterdam.
Según residentes y la Alcaldía, actualmente, la zona está agobiada por el ruido, el acoso, la basura, los problemas de orden público, la delincuencia organizada y el tráfico de mujeres.
“Los turistas van de aquí para allá sacándonos fotos como si fuéramos una atracción”, le dijo a la agencia de noticias Efe una prostituta que trabaja en el barrio y quien agregó que esta situación la hace sentirse un objeto.
En el 2018, más de 19 millones de turistas visitaron Ámsterdam e hicieron al menos una visita al Barrio Rojo por curiosidad
La mujer, de 35 años, resaltó que el turismo masivo las ha perjudicado.
“Hay despedidas de soltero en grupos masivos de turistas ebrios que tiran bicicletas a los canales y beben en la calle, a pesar de que está prohibido. Además, su presencia espanta a los clientes, pues muchos no quieren ser vistos cuando entran a una de las habitaciones”, complementó.
A lo largo de los años, el Barrio Rojo se ha convertido en una de las atracciones turísticas más importantes de Ámsterdam y hasta es ofrecido en guías.
No obstante, la situación no es bien visto por quienes toman decisiones en la ciudad.
Es el caso del concejal Udo Kock, quien dijo que «el hecho de que los turistas acudan en masa a ver a las prostitutas no debería ser algo de este siglo».
Algunos datos oficiales dicen que en la Oudekerksplein, el centro del Barrio Rojo, se reúnen a la semana un promedio de 1.014 grupos de turistas, es decir 30 grupos de 20 personas por hora.
Solo en el 2018, más de 19 millones de turistas visitaron Ámsterdam e hicieron al menos una visita al Barrio Rojo por curiosidad, pocos para contratar los servicios de las prostitutas.
Esto generó que el 83% de los residentes de la zona denunciaran problemas para dormir por el ruido, suciedad y molestias por parte de los turistas, además de la inseguridad por el crimen organizado que se mueve por la zona.
«La ciudad se convierte en una jungla urbana por la noche», comentó el defensor del pueblo de Ámsterdam, Arre Zuurmond.
Las soluciones
La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, ha instado a buscar soluciones prácticas a un problema cada vez más grave.
Halsema dijo que sus objetivos son mejorar los derechos humanos de las trabajadoras sexuales, y reducir los delitos y las molestias.
Así las cosas presentó un plan con 4 alternativas para salvar al Barrio Rojo: eliminar parte de la zona, cerrar la totalidad de los 330 negocios y trasladarlos fuera de Ámsterdam, ampliar más el Barrio para dividir más a las multitudes y cerrar las cortinas de los establecimientos de forma permanente para que las prostitutas no sean visibles desde la calle.
La respuesta
Para este Lyle Muns, trabajador sexual y ‘escort’, de 25 años y quien es activista de derechos de los trabajadores sexuales, lo más importante es que las prostitutas «tengan un rol central en este debate».
«Es importante que cuenten con nuestra opinión. Pero es indudable que algo tiene que cambiar en el Barrio Rojo, porque la situación se salió de las manos”, manifestó Muns a Efe.
La alcaldesa ha hablado también de poner a disposición de las prostitutas un hotel con alquiler de habitaciones por horas, como opción para reducir sus gastos y aumentar la seguridad.
«Eso está muy bien para que gente como yo tenga un espacio al que pueda ir con un cliente por una hora. Sería regular el sector», valoró Muns.
«La zona es muy pequeña y está muy ocupada. Si reducir la prostitución ilegal significa que tenemos que proporcionar más lugares autorizados o un hotel de prostitución, lo haremos», respondió la alcaldesa.
EFE