Crece la incertidumbre por la sucesión en el gobierno de Puerto Rico
La peor crisis política de Puerto Rico en décadas se está intensificando después de que quien debiera ocupar el cargo de gobernadora del Estado Libre Asociado, la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, dijo que no quiere tomar el poder, lo que enfrenta a la isla en bancarrota a un estancamiento de sucesión sin precedentes.
Vázquez afirmó el domingo en Twitter que esperaba que el gobernador Ricardo Rosselló nombrara un sucesor diferente antes de abandonar el cargo el 2 de agosto, después de semanas de protestas masivas por la filtración de mensajes de texto soeces entre él y su círculo íntimo.
La secretaria de Justicia, aliada del gobernador saliente y también miembro del Partido Nuevo Progresista, es la siguiente en la lista debido a que el cargo de secretario de Estado está vacante, pues el último renunció por estar involucrado en el polémico chat.
El anuncio de Vázquez aumenta la presión sobre Rosselló, quien tiene menos de una semana para designar un nuevo secretario de Estado, lo que agrava la disfunción y el caos político de la isla. Esa persona necesitaría la confirmación de una mayoría en ambas cámaras de la legislatura de Puerto Rico.
Después de Vázquez, el siguiente en la sucesión es Francisco Pares, secretario del Tesoro, quien a sus 31 años no tiene la edad suficiente para ser gobernador, pues la mínima es de 35. Así las cosas, el siguiente en la línea parece ser el secretario de Educación, Eligio Hernández, quien dijo ayer a la radio local que está concentrado en su función actual.
Me reitero, no tengo interés en ocupar el puesto de Gobernadora. Es un dictamen Constitucional. Espero que el señor Gobernador identifique y someta un candidato para el puesto de Secretario/a de Estado antes del 2 de agosto y así se lo he manifestado.
— Lcda Wanda Vázquez Garced (@wandavazquezg) July 28, 2019
“Se ha ido tan lejos en la cadena de sucesión que todos se rascan la cabeza y se preguntan: ‘¿Quién es el siguiente?’ ”, dijo Dora Lee, directora de investigación de Belle Haven Investments.
Las dificultades para el nombramiento de un nuevo gobernador también ponen de relieve la rapidez con la que el equilibrio de poder ha cambiado en Puerto Rico, una isla con 3,2 millones de habitantes.
Los políticos del Estado Libre Asociado, acostumbrados a cerrar acuerdos tras bambalinas y al intercambio de favores, ahora se enfrentan a un movimiento de protesta masivo que ha indicado que puede ir tras otros políticos.
“El pueblo de Puerto Rico espera que quien reemplace a Rosselló en el poder sea alguien que no esté marcado por la corrupción y que pueda estabilizar la crisis constitucional”, dice Miguel Ángel Rosario Lozada, un historiador de la Universidad de Puerto Rico.
Agencia / Bloomberg