George W. Bush: 18 años del discurso que cambió al mundo tras el 11-S

El 20 de septiembre del 2001, 9 días después de los atentados del 11-S (11 de septiembre), George W. Bush le declaró la guerra al terrorismo.

Lo hizo en un discurso de menos de 7 minutos y con las dos cámaras del Congreso estadounidense como espectadores.

“Quien no está con nosotros, está contra nosotros”, dijo el entonces mandatario, quien agregó que la libertad estaba en guerra con el miedo y “no fracasaremos”.

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De las palabras se pasó a los hechos: invasiones a Irak, Afganistán, enfrentamientos, muertes, denuncias de torturas… Y hoy, 18 años después, el discurso sigue presente, sin perder su fuerza, o por lo menos eso creen algunos analistas internacionales.

En lugar de tratar de circunscribir el problema, limitándose a apuntar a Al Qaeda, dejó entender que el enemigo eran los islamistas

La influencia

El analista político internacional Adrian Mac Liman aseveró que, en ese entonces, él advirtió que las palabras de Bush calarían hondo en las sociedades por muchos años.

“En lugar de tratar de circunscribir el problema, limitándose a apuntar a Al Qaeda, dejó entender que el enemigo eran los islamistas. Confundió a los norteamericanos y a muchos occidentales. Luego trató de corregir, pero fue demasiado tarde”, dijo.

David Castrillón, investigador del Observatorio del Análisis de Sistemas Internacionales de la Universidad Externado, comentó que ese discurso tuvo dos implicaciones: una internacional y otra local.

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“Desde ese momento, la política de seguridad de EE. UU. ha estado principalmente encaminada a combatir el terror en cualquiera de sus formas y donde se manifieste”, afirmó el analista.

George W. BushDiscurso de George W. Bush declarándole al guerra al terrorismo.

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“El enfoque fue claro: combatir a todos los grupos terroristas y a quienes los alberguen, ir a buscarlos a su territorio, por eso han estado en Irak, Afganistán, África, Medio Oriente, el sudeste asiático”, agregó.

En cuanto a la influencia local, Castrillón manifestó que, aunque se dijo que la guerra no sería contra los musulmanes, esa fue la interpretación que muchos adoptaron.

“Se convirtió en una guerra cultural, existencial. Hay unos buenos: los occidentales, los más blancos, más cristianos. Y hay unos malos: el que no es blanco y sí musulmán”, añadió.

Mac Liman, por su parte, aseveró que en Europa el mensaje fue ampliamente recibido y que se ha fortalecido con los sucesos terroristas que han sucedido en esa parte del mundo.

“Esas palabras se fortalecieron por varias razones: atentados, radicalización de los musulmanes que viven en Occidente, la política xenófoba de algunos Gobiernos de los países industrializados, entre otras”, señaló.

Hoy, puedo decir que los demócratas son quienes tienen más remordimiento por haber aprobado las invasiones

Las replicas

El discurso hizo que se reestructurara el aparato de seguridad estadounidense a largo plazo: se aprobaron nuevas leyes, el modelo de trabajo de la inteligencia se modificó y se crearon diferentes entidades, como la Patrulla Fronteriza, el Departamento de Seguridad Interior y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas.

“Trump se dedicó a echar más leña al fuego”, valoró Mac Liman, quien cree que las medidas que se han tomado hasta ahora para mitigar lo negativo resultan ineficaces.

“Potenciar el Islam pacífico y la cultura árabe serviría para construir puentes. Hace años, cuando viajaba por los países árabes, solían llamarme ‘hermano’. Hoy en día, soy ‘señor tal’. No hay que criminalizar una sociedad y eso es lo que se ha hecho hasta ahora”, complementó.

ejército Taliban

Según los expertos, la declaración de Bush fue interpretada por muchos como una guerra cultural con el mundo árabe. 

Foto:

Reuters

Castrillón está en esa misma línea y dijo que Trump ha reinterpretado lo que se planteó hace 18 años, con sus posturas frente a los inmigrantes y, sobre todo, los musulmanes.

En el 2001, republicanos y demócratas se unieron para apoyar la guerra, pero eso ha sido traumático para EE. UU.: creo fracturas y tensiones interiores. Hoy, puedo decir que los demócratas son quienes tienen más remordimiento por haber aprobado las invasiones”, cerró.

Camilo Hernández M.
EL TIEMPO
En Twitter: @CamHerM

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