Mike Pompeo estuvo presente en llamada de Trump a presidente ucraniano

Tras varios días de evadir las preguntas, y solo después de que varios medios de comunicación en Estados Unidos lo reportaran, el secretario de Estado Mike Pompeo admitió que estuvo presente en la polémica llamada entre Donald Trump y el mandatario de Ucrania, Vladimir Zelensky, en la que le habría pedido investigar al exvicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter.

La revelación se convirtió de inmediato en una nueva y compleja arista en el drama que vive Washington desde que los demócratas decidieron iniciar una investigación con fines de destitución contra el presidente republicano por posible abuso de poder al solicitar a un gobierno extranjero ayuda para enredar a un rival político.

Biden lidera la mayoría de encuestas en la carrera por la nominación del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales del año entrante, y podría ser el rival de Trump en esa contienda.

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Pompeo no se refirió al pedido de Trump y describió la llamada como un intercambio en el que se habló de corrupción en este país y del apoyo de EE. UU. frente a las amenazas de Rusia.

Se trata, en todo caso, de un desarrollo importante, pues convierte a Pompeo en un testigo clave de la investigación que adelantan seis comisiones de la Cámara de Representantes y que también tiene sus ojos puestos en el fiscal general, Robert Barr, que fue mencionado en la llamada con Zelensky.

Joe Biden exvicepresidente de EE. UU.

Joe Biden, ex vicepresidente de Estados Unidos y precandidato presidencial demócrata.

Foto:

Mike Segar / Reuters

Y, además, sucede en medio de una puja entre el Congreso y Pompeo por la entrega de documentos del Departamento de Estado que han sido solicitados por los investigadores y el testimonio de al menos cinco funcionarios que tuvieron participación en el caso.

Pompeo, de hecho, intentó bloquear la comparecencia de sus subalternos luego que la Cámara solicitó sus testimonios para esta misma semana. Según el funcionario, la apresurada solicitud no les daba tiempo de preparase bien, y acusó a los demócratas de matoneo contra su dependencia.

La Cámara le respondió que su actitud equivalía a “obstruir la justicia” y lo acusó de intimidar a los testigos.

En otra carta a John Sullivan, número dos del Departamento de Estado, tres presidentes de las comisiones que investigan el caso le dicen que la confesión de Pompeo plantea un “claro conflicto de intereses” para el secretario, pues lo involucra en la pesquisa.

Y le subrayan que, por lo tanto, «no debería estar tomando decisiones sobre el testimonio de testigos y la entrega de documentos» pues podría usar ese poder para protegerse a si mismo y al presidente.

Dos de los funcionarios en cuestión, la exembajadora de EE. UU. ante Ucrania, Marie Yovanovitch, y el exrepresentante especial para las negociaciones con este país, Kurt Volker, al parecer testificarían en los próximos días pese a la oposición de Pompeo.
Volker, que renunció a su cargo la semana pasada, tan pronto estalló el escándalo, lo haría este jueves mientras Yovanovitch la semana que viene.

Ambos son mencionados en la denuncia que radicó un informante de la comunidad de inteligencia en agosto pasado y que terminó provocando la actual crisis.

Volker, según el delator, estaba al tanto de las presiones de Trump e intentó explicar las exigencias del presidente durante una serie de reuniones con asesores de Zelensky.

Rudolph Giuliani y Donald Trump

El exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani (1994-2001) es considerado por Donald Trump (d.) como un ‘amigo’.

Foto:

Reuters / Mike Segar

Yovanovitch fue destituida en mayo de este año pues al parecer no estaba colaborando con la pesquisa que adelantaba el ex alcalde de Nueva York y hoy abogado de Trump, Rudy Giuliani, contra Biden y su hijo.

No era claro a estas alturas si los otros tres funcionarios del departamento de Estado que fueron mencionados por el delator, podrán testificar y-o cuándo.

Para añadirle a esta odisea, Steve Linick, inspector general del Departamento de Estado, pidió una reunión de urgencia con los comités investigadores este miércoles para entregarles información y documentos relacionados con Ucrania.

Pompeo no debería estar tomando decisiones sobre el testimonio de testigos y la entrega de documentos

Varias fuentes informaron este miércoles que el Inspector planeaba entregar pruebas de presión y retaliación de altos funcionarios contra personal del departamento de Estado que había aceptado colaborar con la investigación de los demócratas.

Se supone que la oficina del Inspector General es apolítica e independiente cuya función es investigar casos de abusos o corrupción en la institución.

Aunque lo que estaría reportando es otro claro caso de obstrucción a la justicia, el hecho de que fue nombrado por el expresidente Barack Obama, será usado por los republicanos para desprestigiarlo.

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Paralelamente, el presidente siguió atacando al informante al argumentar que este ni siquiera debería ser protegido por la ley pues no era una fuente de primera mano en toda esta controversia.

Pero tanto Chuck Grassley, uno de los republicanos con más antigüedad en el Senado como Michael Atkinson, Inspector General de la comunidad de inteligencia, salieron a
defender al informante
. No solo advirtiendo que cumplió con todos los requisitos para este tipo de denuncias sino descalificando la tesis del presidente de que solo alguien con conocimiento de primera mano puede radicar una denuncia.

SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington
En twitter @sergom68

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