El Papa moviliza a la Iglesia para salvar la Amazonia de devastación

El papa Francisco inaugura este domingo en el Vaticano un sínodo o asamblea de obispos dedicado a la defensa de la Amazonia y sus habitantes, en un momento en que esa región es amenazada por devastación y miseria.

Considerado el pontífice más sensible a los problemas ecológicos tras publicar en 2015 la encíclica Laudato Sí, el papa argentino quiere movilizar y sensibilizar a los dirigentes.

La Amazonia abarca nueve países de América del Sur, mide 7,5 millones de kilómetros cuadrados, y es conocida por sus selvas tropicales ricas en biodiversidad. “La devastación de la naturaleza podría llevar a la muerte de la humanidad”, confesó el Papa recientemente en una entrevista al diario ‘La Stampa’ en la que instó a salvar ese pulmón y a la vez corazón del planeta.

La devastación de la naturaleza podría llevar a la muerte de la humanidad

En total, 114 ‘padres sinodales’ provenientes de la región panamazónica, además de los obispos de la región junto con expertos, misioneros e indígenas, participarán hasta el 27 de octubre en las reuniones convocadas bajo el lema ‘Amazonia: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral’.

Al término de la reunión, los obispos entregarán un documento con sus recomendaciones al pontífice, quien, con base en ese texto, aprobado por al menos dos tercios de los prelados, preparará una ‘exhortación apostólica’.

Francisco considera la Amazonia “un lugar representativo y decisivo”, donde se juegan muchos intereses y se comprometió a luchar contra su devastación como respuesta al profundo sufrimiento de los indígenas por su tierra.

Sínodo de la Amazonia

Representantes de pueblos indígenas llegaron al Vaticano y se reunieron con el papa Francisco.

Enemigos del Sínodo

Esa posición irrita al ultraderechista presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien en su primer discurso en la ONU negó que los incendios estén devastando la Amazonia y afirmó que la mayor selva tropical del mundo no es “un patrimonio de la humanidad” sino de su país.

Las labores del sínodo, una de las instancias más democráticas de la Iglesia, fruto del Concilio Vaticano II, se basan justamente en un documento de trabajo de 80 páginas, en el que se reportan los mayores males de la región. El documento pide escuchar el grito de la Madre Tierra, asaltada y gravemente herida por el modelo económico basado en un “desarrollo depredador”, “que mata”, “saquea”, “destruye” y “aniquila”, lo cual fue calificado de “herejía” por los sectores conservadores.

El presidente brasileño sostiene que se trata de pura “psicosis ambiental” y defiende la explotación comercial en áreas de preservación ambiental e indígena.

¿Sacerdotes casados?

Los llamados “padres sinodales” debatirán también sobre la posibilidad histórica de ordenar como sacerdotes a hombres casados, muchos de ellos indígenas, un tema que desató también fuertes críticas de los conservadores.

Empeñados en continuar la evangelización de poblaciones de difícil acceso, en sus propias lenguas, los obispos van a analizar esa propuesta innovadora que pone en cuestión el celibato, instituido a partir del siglo X y que implica la obligación para los sacerdotes de una abstinencia sexual.

La posibilidad de no respetar la obligación del celibato entre los sacerdotes católicos podría marcar una nueva página para la historia de la Iglesia. Para el cardenal ultraconservador alemán Gerhard Ludwig Müller, exprefecto de la Congregación para la Doctrina de Fe, el sínodo quiere “demoler” estructuras existentes.

Además de la falta de sacerdotes en las regiones amazónicas se hablará del papel de las mujeres, un tema delicado que también divide. “Si la mujer está excluida, la mitad de la Iglesia está excluida”, comentó la misionera italiana sor Laura, quien vive desde hace una década en la cuenca amazónica.

El Papa contará con un relator prestigioso, el cardenal brasileño Claudio Hummes, quien conoce de cerca la dura realidad de esa inmensa región, donde la Iglesia pierde a diario fieles que adhieren a las sectas evangélicas.

Los sínodos celebrados en 2014 y 2015 dedicados a la familia ilustraron las profundas divisiones dentro de la Iglesia frente a cambios sociales como el divorcio, un enfrentamiento que al parecer permanece, aun cuando se trata de salvar una región crucial para el planeta.

AFP

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