Las lecciones que dejaron 11 días de crisis en Ecuador
En el desenlace de la crisis de Ecuador no ganó nadie. Ese es el sentimiento generalizado de la población que tuvo que enfrentar 11 días de temor, bloqueo de calles, ausencia de transporte, paralización de actividades y desabastecimiento.
Nueve muertos, más de 1.300 heridos y 1.187 detenidos son las cifras del balance que consolidó la Defensoría del Pueblo.
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Este lunes, antes de regresar a sus comunidades, miles de indígenas que se apostaron en el centro de Quito celebraron el triunfo de lograr la derogatoria del decreto 883, que eliminó el subsidio a los combustibles, la cual firmó en la noche de este lunes el presidente Lenín Moreno.
Esto mientras la dirigencia redactaba un nuevo decreto con representantes del Gobierno que este martes establecería fórmulas para racionalizar subsidios sin afectar a los pobres.
Jaime Vargas, máximo dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), le dijo este lunes a EL TIEMPO que los diálogos están en buen camino y que para este martes se tendrá un documento consensuado.
El contenido del nuevo documento preocupa a los analistas económicos, quienes aseguran que el país, al mantener los subsidios, perdería una oportunidad para reducir el gasto fiscal, que bordea los 5.000 millones de dólares al año.
“Estaríamos perdiendo todos los ecuatorianos”, explicó a EL TIEMPO el economista Alberto Acosta Burneo, pues en su criterio el ajuste acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es de alrededor del cinco por ciento del producto interno bruto (PIB), gradualmente en tres años, y el decreto permitía recaudar 1.300 millones de dólares que junto con otras medidas lograban aliviar 2.200 millones al año.
Este es, sin duda, un panorama difícil y complejo para la dolarizada economía ecuatoriana, que ya registra una deuda que representa el 48 por ciento del PIB y que solo tiene posibilidad de endeudamiento o de aumentar impuestos.
A esta ya difícil situación se suman pérdidas por la paralización, que llegarían a 1.500 millones de dólares, de acuerdo con voceros de las cámaras de la producción.
Cómo queda Lenín
A pesar de haberse puesto en juego el ajuste fiscal y el interrogante de qué modelo económico se puede poner en marcha en el futuro, el catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) Felipe Burbano de Lara considera que en lo político el gobierno de Moreno “queda débil para actuar, gobernar y tomar decisiones en el campo económico”, pero rescata que a su alrededor emergió un consenso de que se mantenga en el poder y termine su mandato.
“Solo el correísmo pidió la salida de Moreno y elecciones anticipadas”, dijo Burbano. En efecto, el expresidente Rafael Correa pidió desde Bélgica la renuncia de Moreno mientras sus asambleístas plantearon la destitución del mandatario.
Razón inmediata para que desde el poder se apunte a los líderes de ese sector como responsables del vandalismo y de los intentos de desestabilización del país.
Este lunes, los dirigentes más importantes y la prefecta de la provincia de Pichincha, Paola Pabón, fueron detenidos tras el allanamiento de su domicilio, a igual que el exasambleísta Virgilio Hernández, quienes serán investigados por el delito de “rebelión”.
Alexandra Arce, otra dirigente de la costera ciudad de Durán, también está en prisión acusada de “asociación ilícita” por supuestamente incitar a la protesta.
Burbano considera que ese sector político bajo el liderazgo de Correa todavía tiene capacidad de movilización, un objetivo político estratégico, pero por sí solo no tiene la capacidad para producir los últimos acontecimientos.
Unión ciudadana
Mientras la paz vuelve paulatinamente al país, miles de quiteños se convocaron este lunes a una minga general para limpiar los escombros del centro y norte de Quito, epicentro de duras confrontaciones entre los indígenas y las fuerzas militares y policías.
A pesar de estos signos de solidaridad ciudadana, en lo social “el país pierde”, dijo a EL TIEMPO el experto en seguridad Mario Pazmiño.
Solo el correísmo pidió la salida de Moreno y elecciones
anticipadas
“Hay un pérdida por parte del Estado, debilitamiento del Gobierno, el fraccionamiento de la sociedad y una confrontación entre ciudadanos”, dice el experto.
Ana Lucía Román
Para EL TIEMPO
Quito