¿Qué es el movimiento ‘Tsunami Democrático’ y cómo funciona?
Anónimos, clandestinos y contundentes. Con el intento de bloqueo del aeropuerto de Barcelona (desde el lunes 14 en la tarde), la misteriosa organización ‘Tsunami Democrático’ elevó el nivel de las protestas del independentismo catalán, que hasta ahora se vanagloriaba de estéticas y pacíficas movilizaciones.
Con una estructura opaca y unos responsables desconocidos, esta nueva plataforma que se comunica por redes sociales y aplicaciones criptadas de mensajería consiguió movilizar a miles de ciudadanos indignados por las altas condenas de cárcel para los líderes separatistas.
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El grupo nació en septiembre pasado en múltiples redes sociales, anunciándose como una campaña para gestionar la respuesta a la sentencia del ‘procés’
Durante horas colapsaron los accesos a la terminal del aeropuerto de Barcelona en la protesta más contundente del movimiento separatista: más de 100 vuelos cancelados, muchos pasajeros varados y 115 heridos por las múltiples escaramuzas con la policía.
«Esto solo acaba de empezar. Tenemos que prepararnos para lo que vendrá y hacer imparable el ‘Tsunami Democrático’», celebraban al terminar la protesta.
El tono contrasta con el estilo festivo de los comienzos del auge independentista, con multitudinarias y estéticas manifestaciones organizadas por las asociaciones ANC y Omnium, que autodenominaban al movimiento como «la revolución de las sonrisas».
Sin embargo, tras el intento de secesión de octubre del 2017, una parte del separatismo entiende que «esto de la revolución de las sonrisas no ha tenido buen desenlance», dice el historiador y analista Joan Esculies.
Ahora, «el ‘Tsunami Democrático’ pretende hacer una especie de guerrilla urbana con acciones puntuales», explica.
«Hagamos de Cataluña un nuevo Hong Kong», comentaban muchos separatistas en las redes tras la aparición de esta plataforma, que promete acciones intermitentes, pero contundentes.
¿Quién dirige?
La magnitud de la protesta sorprendió a España, pero todavía no sabe con certeza quién está detrás del movimiento.
«Hay investigaciones (…) No dudo que terminaremos sabiendo quién está detrás del movimiento ‘Tsunami Democrático’», aseguró el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a la radio pública.
El grupo nació en septiembre pasado en múltiples redes sociales, anunciándose como una campaña para gestionar la respuesta a la sentencia del ‘procés’ en base a «la lucha no violenta» y «la desobediencia civil».
Su creación llegó un día después de que algunos dirigentes separatistas, entre ellos el expresidente catalán Carles Puigdemont, celebraran una cumbre en Suiza, incrementando los sospechas de que era una iniciativa de los distintos partidos políticos.
Ellos lo niegan: «Agrupa personas de todas las sensibilidades (…), pero no está controlado por ninguna entidad o partido. Aunque estos están informados de cómo se articula», señaló a la agencia AFP un informante que se presenta como uno de sus organizadores.
Pero algo es claro: los líderes se mantienen en el completo anonimato. Se comunican por aplicaciones de mensajería altamente encriptadas y difunden prioritariamente sus consignas por Telegram, en la que disponen de un grupo con 150.000 seguidores.
El lunes anunciaron el lanzamiento de una aplicación móvil para seguir distribuyendo sus mensajes. Para utilizarla, los usuarios necesitarán un código QR facilitado por alguien que ya esté dentro de la organización.
A pesar de este secretismo, consiguieron que el entrenador de fútbol ‘Pep’ Guardiola grabara su mensaje de presentación y que conocidos músicos en la región les crearan un himno: ‘La fuerza de la gente’.
Su consigna de no violencia
La organización tiene cuentas en las redes Twitter e Instagram, con más de 169 mil y más de 97 mil seguidores, respectivamente.
En su portal web oficial, el ‘Tsunami Democrático’ invita a seguir algunas reglas, planteadas dentro de la no violencia, a quienes quieran participar de las acciones.
Entre ellas están: reconocer el valor de cada persona y que todos tienen una parte de verdad, trabajar con procesos que expresan ‘poder con’ y no ‘poder sobre’ los demás y no combatir violentamente si son atacados, entre otras.
AFP E INTERNACIONAL