Pedro Sánchez y Pablo Iglesias sellan pacto para gobernar España
El socialista Pedro Sánchez selló un trato con Pablo Iglesias, candidato de Unidas Podemos (partido de extrema izquierda), que le permite estar más cerca hoy a ser otra vez presidente del gobierno de España que el domingo, cuando sacó la mayoría de votos en las elecciones generales que se celebraron en este país.
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El número de votantes que optaron por él no es suficiente para ejercer como mandatario, en un régimen parlamentario que exige la mayoría del número de escaños del Congreso. Sin embargo, gracias al pacto con Unidas Podemos, el camino se acorta. Y lo hace para ambos, pues Iglesias sería su vicepresidente.
Los votos sumados de ambas agrupaciones tampoco llegan a la mayoría, pero facilitan las negociaciones con otras y alcanzar el número mágico de 176 (la mitad más uno de los 350 escaños) no parece imposible.
Lo curioso es que esta no es la primera aproximación entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Unidas Podemos. Después de las elecciones del 28 de abril de este año, cuando Sánchez tampoco consiguió el número suficiente de votos para formar gobierno, ambos dirigentes avanzaron en conversaciones.
La negociación no se cerró, pues el socialista no cedió ante las pretensiones de Iglesias y volvió a convocar elecciones. Tras seis meses y otros comicios (cuyo costo ronda los 140 millones de euros), se pusieron de acuerdo en una serie de puntos que plasmaron en un preacuerdo de un gobierno de coalición.
El resultado de las dos agrupaciones en las elecciones del domingo fue peor que el obtenido en abril. Sánchez forzó esta nueva convocatoria con la esperanza de que conseguir más escaños, pero con 120, tres menos, se vio obligado a flexibilizar su postura. Iglesias sabe que lo necesita y, sin embargo, solo le puede ofrecer los 35 que obtuvo.
Le fue mejor a la derecha. El Partido Popular (PP), pasó de 66 a 88, todavía muy lejos de la mayoría
Y es que no solo el PSOE consiguió menos votos. Lo mismo le sucedió a Unidas Podemos, que antes había llegado a 42. Más perjudicado, incluso, salió Ciudadanos, partido de centro-derecha, que perdió 47 escaños (pasó de 57 a 10). Albert Rivera, su líder, se negó a hablar con Sánchez en abril. Y ahora renunció, tras la debacle del domingo.
Le fue mejor a la derecha. El Partido Popular (PP), pasó de 66 a 88, todavía muy lejos de la mayoría. Y Vox, partido emergente de extrema derecha, fue el gran triunfador pues, aunque está lejos de gobernar, pasó de 24 a 52 escaños. Su líder, Santiago Abascal, aseguró en un trino que el “PSOE se abraza al comunismo bolivariano” y anunció que el miércoles daría a conocer la postura de su partido sobre el preacuerdo.
Las cuentas
Entre PSOE y Unidas Podemos suman 155 de los 350 escaños del Congreso. Necesitan, pues, de otros partidos. Lo más probable es que el Partido Nacionalista Vasco aporte sus 7, Más País-Compromís dé sus 3 y se agreguen uno del Partido Nacionalista Gallego, otro del Partido Regionalista de Cantabria y otro más de Teruel existe. Sumarían 168 diputados y les faltarían 8 para la mayoría.
Cuando ningún candidato obtiene la mayoría absoluta, se celebra una segunda votación de investidura en la que la mayoría simple es suficiente. Es decir, el candidato queda de presidente si recibe más votos a favor que en contra.
Cuando ningún candidato obtiene la mayoría absoluta, se celebra una segunda votación de investidura en la que la mayoría simple es suficiente.
En el caso de Sánchez, necesitaría varias abstenciones. Con las de Esquerra Republicana de Catalunya (13 diputados) y EH Bildu (5) le bastaría. También podría contar con la de Ciudadanos, si así acordaran, aunque sus 10 escaños no serían suficientes y habría que negociar también con los independentistas vascos o catalanes.
Pese al abrazo triunfalista que registraron las cámaras entre Iglesias y Sánchez, este necesita realizar muchos malabares para seguir en la presidencia de España, a la que no llegó mediante elecciones sino por una moción de censura que impulsó contra el conservador Mariano Rajoy en 2018.
El preacuerdo
En menos de 48 horas Sánchez e Iglesias se pusieron de acuerdo en lo que no lograron pactar durante semanas de negociación tras las elecciones de abril. Lo resumieron en un “preacuerdo para conformar un gobierno progresista de coalición que sitúe a España como referente de la protección de los derechos sociales en Europa”.
Aunque aseguraron que más adelante darán a conocer los detalles, explicaron los “ejes prioritarios”: crecimiento y creación de empleo, lucha contra la corrupción, lucha contra el cambio climático, fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas así como de los autónomos, aprobación de derechos de la dignidad de las personas, fortalecimiento de la cultura, garantía de políticas feministas, lucha contra la despoblación de zonas rurales del país, garantía de la convivencia en Cataluña e impulso a la justicia fiscal y al equilibrio presupuestario.
Las negociaciones posteriores a las elecciones hasta ahora comienzan. Si continúan a buen ritmo, España podría tener un presidente estable antes de que termine este año.
JUANITA SAMPER OSPINA
CORRESPONSAL EN MADRID
EL TIEMPO