Reelección de Guaidó en Parlamento, la batalla que viene en Venezuela

Una intensa batalla está librando el régimen de Nicolás Maduro para recuperar el control de la Asamblea Nacional (AN, legislativo), incluso antes de las elecciones parlamentarias que se esperan para el 2020.Le podría interesar: La Navidad imposible en la Venezuela de Maduro

Y no es cualquier pelea. El próximo 5 de enero, los diputados deberán escoger la junta directiva del último año de la legislatura actual, que se inició en 2016 tras el triunfo de la oposición en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015.

Y es al presidente de la AN a quien, con base en el artículo 233 de la Constitución, le corresponde encargarse de la presidencia del país ante la “falta absoluta” del primer mandatario.

Ese fue, precisamente, el artículo que le permitió a Juan Guaidó proclamarse presidente encargado el pasado 23 de enero,
tras no reconocer el resultado de las elecciones presidenciales del 2018.Le podría interesar: Asaltan unidad militar en Venezuela y acusan a la oposición

Juan Guaidó

Juan Guaidó, presidente encargado del Parlamento, y presidente encargado de Venezuela.

En aras de mantener continuidad como mandatario interino, cargo con el que Guaidó ha recibido el respaldo de más de 50 países, se ha propuesto la renovación de su mandato parlamentario desde la mayoría que rechaza a Maduro. Pero si Guaidó no logra la reelección, la estrategia de la oposición y de los países que lo han venido apoyando quedaría en el peor de los mundos.

A eso está apuntando la estrategia del chavismo, que ya ha despertado las críticas de Estados Unidos y la Unión Europea.

“El régimen está utilizando una combinación de amenazas, arrestos y sobornos, de hasta 500.000 dólares por voto –nos han dicho– para impedir la reelección de Juan Guaidó”, dijo Elliott Abrams, el alto funcionario de EE. UU. para Venezuela. “Ese es el primer paso. El segundo paso será tratar de tomar el control de la Asamblea Nacional, evitando elecciones libres en 2020”, agregó.Le podría interesar: Bolivia se une al Grupo de Lima buscando salidas a la crisis venezolana

El régimen está utilizando una combinación de amenazas, arrestos y sobornos, de hasta 500.000 dólares por voto –nos han dicho– para impedir la reelección de Juan Guaidó.

Maduro apenas reaccionó llamando “mentiroso” a Abrams.

Pero el sábado pasado fue la Unión Europea la que habló. El alto representante para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, respaldó las denuncias: “Las acciones que se están llevando a cabo contra los miembros de la AN, incluyendo el acoso, la intimidación y las detenciones arbitrarias, están obstaculizando la labor constitucional de la AN”, advirtió.

También criticó el haber levantado la inmunidad a cuatro diputados opositores, lo que a su juicio es una grave violación de la Constitución.

A dichos diputados los involucraron en una supuesta trama de corrupción. Con ellos, ya son 29 los parlamentarios opositores con sentencias del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), según datos de la organización local Acceso a la Justicia.

Las acciones que se están llevando a cabo contra los miembros de la AN, incluyendo el acoso, la intimidación y las detenciones arbitrarias, están obstaculizando la labor constitucional de la AN.

El conteo del diputado opositor Juan Pablo Guanipa es concluyente: “Además de impedir la función de legislación, de control, de designación de poderes públicos, han intentado desintegrar la AN. Tenemos 72 diputados entre perseguidos, allanados, asilados, exiliados, clandestinos, presos”, aseguró.

Para la politóloga María Puerta Riera, en diálogo con EL TIEMPO, “desde que la oposición alcanzó la mayoría parlamentaria en 2015, el gobierno de Maduro ha perseguido a los diputados, con el propósito de neutralizarlos”.

Aunque el chavismo ha intentado recuperar el control del Parlamento desde el momento en que lo perdió, y su estrategia de acoso a la oposición parlamentaria no es nueva, lo de la compra de votos sí ha entrañado novedades.

Y este número podría crecer. El pasado lunes se conoció que otros dos diputados estaban siendo investigados por la Fiscalía por presuntamente haber participado en una “operación terrorista”.

“Ha sido una estrategia constante, desde la asfixia financiera del Parlamento hasta la persecución política. (El expresidente Hugo) Chávez hizo de la persecución política un instrumento para neutralizar a la oposición, y Maduro lo ha empleado efectivamente para bloquearla”, añadió Puerta Riera.

Otros números de Acceso a la Justicia reflejan el problema: 59 diputados han sido perseguidos por grupos irregulares y órganos de seguridad, a 14 se les ha violado su derecho a la identidad y circulación, cinco han sido inhabilitados por la Contraloría sin juicio –entre ellos, Guaidó– y tres han sido encarcelados.

Chávez hizo de la persecución política un instrumento para neutralizar a la oposición, y Maduro lo ha empleado para bloquearla.

De ellos, solo uno continuaba en prisión: Juan Requesens. Pero, el viernes pasado, Gilber Caro, quien había sido liberado en julio, fue detenido nuevamente. Y no solo sus escaños estarán vacíos el 5 de enero.

Según Acceso a la Justicia, hay, además, 29 diputados en el exilio. Lo que deja a la oposición con 83 curules de las 112 que había obtenido en 2015, y que le garantizaban la mayoría calificada del Parlamento, que en total integran 167 diputados.

Y aunque superan las 38 curules que volvió a ocupar el oficialismo el pasado septiembre, tras haberlas abandonado en 2017, la reelección de Guaidó no está asegurada. Necesita la mitad más uno de los asistentes a la sesión del 5 de enero.

Por eso, en la sesión del pasado martes, la AN aprobó una modificación de su reglamento interno, para permitir el voto a distancia de los diputados perseguidos. Pero pronto vino el contraataque: el TSJ declaró la nulidad absoluta de la reforma.

Y mientras el régimen se asegura así de que la bancada opositora se mantenga reducida, en simultáneo estaría recurriendo a otras maniobras para restarle más apoyo a Guaidó.

‘Operación Alacrán’ es el nombre que la oposición ha dado a la supuesta compra de votos de sus diputados por parte del régimen
. La denuncia más reciente se hizo el pasado viernes, cuando se aseguró que Kelly Perfecto recibió 50.000 euros para no votar por Guaidó el 5 de enero. Algo que ella negó públicamente, pero que habría reconocido a su partido.

Tras expulsarla del Movimiento Democracia e Inclusión, el presidente de este partido, el –como ella– disidente del chavismo Nicmer Evans, reveló que hasta 30 diputados podrían haber recibido sobornos que ascienden al millón de euros, en reuniones con altos funcionarios del régimen, entre ellos el mismo Maduro, su mujer, Cilia Flores, o el vicepresidente del área económica, Tareck El Aissami.

Aunque la oposición se muestra confiada en la dignidad de sus integrantes, no será sino hasta el 5 de enero cuando se conozcan los alcances reales de la maniobra.

Hay un precedente importante. A principios de mes, el portal de investigación Armando.Info reveló con pruebas que un grupo de parlamentarios opositores habían intercedido en favor de empresarios allegados al chavismo ante autoridades colombianas y estadounidenses.

Desde entonces, no solo fueron expulsados de sus partidos sino que se han manifestado abiertamente en contra de Guaidó, como también lo han hecho, desde el mismo Parlamento, algunos opositores que ahora se hacen llamar independientes.

Elliott Abrams enviado especial de Estados Unidos para Venezuela

El enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams.

Foto:

Alex Edelman / AFP

Sin embargo, faltando menos de dos semanas para el día de la votación, no se han postulado otros candidatos para el cargo de Guaidó, aunque sí se han asomado un par de nombres. Si alguno de ellos logra reemplazarlo, aún habría problemas para los adversarios de Maduro.

“El sustituto tendría que comenzar de cero a construir relaciones bilaterales y multilaterales. No estoy segura de que haya ánimo en la comunidad internacional para extenderle un cheque en blanco a quien lo suceda (como presidente interino). La frustración que hay con la situación venezolana se va a hacer sentir en ese escenario”, advirtió Puerta Riera.

ANDREÍNA ITRIAGO
Corresponsal de EL TIEMPO
Caracas

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