Las compras en línea alimentan a Wuhan, epicentro del coronavirus

A partir del 18 de febrero, cuando los supermercados locales cerraron sus puertas a clientes individuales, Wu Chuxi (seudónimo) y sus padres en la ciudad de Wuhan experimentaron cuan difícil podía ser comprar comida.

Hay un Walmart cercano donde los padres de Wu solían ir cada dos o tres días. Mientras estuviera abierto, la pareja de ancianos se sentía segura de poder hacer sus compras en cualquier momento.

«Al principio se mostraron reacios a seguir mi consejo de abastecerse de cosas e insistieron en que los suministros eran suficientes», recordó Wu.

Sin embargo, la situación se volvió complicada cuando Wuhan tomó medidas más estrictas para bloquear las comunidades residenciales y cerrar los supermercados. La ciudad había suspendido previamente todo el transporte público y los canales de salida el 23 de enero.

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Al abrir una aplicación de entrega de alimentos en su teléfono inteligente, Wu apenas pudo encontrar tiendas de productos básicos o fruterías que aún estuvieran abiertas.

Su madre finalmente se relajó después de que Wu hizo un pedido a granel un día en una aplicación móvil, con carne, verduras y frutas por más de 1.000 yuanes (unos 144 dólares).

«Algunos podrían pensar que tuve mala suerte de haber dejado Tianjin para pasar las vacaciones del Festival de Primavera en Wuhan con mis padres, pero no lo creo», dijo Wu, señalando que tuvo la suerte de quedarse con ellos durante este período difícil dado que la pareja de ancianos rara vez usaba Internet.

«Los trabajadores comunitarios han comenzado a hacer entregas de alimentos, ayudándonos a comprar lo que necesitamos», explicó Wu de la situación actual.

Zhang Xiaoxu (seudónimo) también se sintió afortunado. El joven de 25 años se estrujó el cerebro para descubrir cómo comprar comida y finalmente obtuvo lo que quería ordenar: un kilógramo de carne de cerdo, una carpa y un paquete de verduras.

Algunos pedidos en línea que había realizado anteriormente dejaron de entregarse cuando los sitios de logística suspendieron el servicio. En tanto que los supermercados solo aceptan compras grupales.

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«El precio mínimo de entrega vía las aplicaciones móviles se ha elevado considerablemente y algunas de mis compras favoritas se agotaron, como la salsa de chile de la marca Laoganma», dijo Zhang. «Entonces me uní a un grupo de consumidores fundado por voluntarios de la comunidad».

Los precios de los alimentos eran más altos que lo habitual, pero Zhang se mantuvo optimista, diciendo que es mejor que sea caro a que no este disponible. 

Envidiaba a uno de sus vecinos del edificio opuesto quien ha cultivado una pequeña parcela en el techo. «Nunca pensé mucho en el jardín antes», dijo Zhang. «Pero ahora, estoy celoso del tipo que lo tiene».

Al igual que Zhang, Yang Xiaoxiao (seudónimo), de 23 años, ha estado participando en varios grupos de chat para comprar alimentos en forma grupal todas las mañanas, lo cual se ha convertido en el primer punto de su lista diaria de tareas pendientes cuando se despierta.

Comprar comida de repente se convirtió en un problema ya que su comunidad residencial estaba completamente cerrada y todos se quedaron adentro.

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Viviendo fuera de la tercera avenida periférica en Wuhan, no tuvo más remedio que pedir suministros de alimentos a través de la compra grupal, ya que la mayoría de las entregas realizadas en aplicaciones estaban fuera de alcance.

«No quería perderme ninguna información de compra grupal en los grupos de chat», dijo Yang. «Tengo que revisarlos todos para conseguir un buen trato y hacer pedidos primero si los precios son aceptables».

A veces, Yang no tenía más remedio que comprar un paquete de productos, que a menudo incluía artículos que no quería o necesitaba.

Mencionó a un anciano en su comunidad que quería comprar pañuelos de papel, pero lamentablemente ordenó un paquete con toallas sanitarias.

«Afortunadamente, siempre hay una forma u otra para que los jóvenes como yo ordenen lo que necesitamos en línea», dijo Yang.

Sin embargo, para los ancianos que no saben usar teléfonos inteligentes, las cosas son bastante más complicadas. «Espero que la comunidad y los voluntarios puedan cuidar bien a los mayores», dijo Yang.

XINHUA

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