Desafíos de las elecciones municipales en Francia

Las elecciones municipales que se celebran este domingo en Francia dan inicio al proceso para escoger al nuevo alcalde de París por un periodo de seis años. La votación tiene dos etapas. En la primera, los ciudadanos votan, a través de listas, a los consejeros a la alcaldía central, lo cual se puede realizar en una o dos vueltas. Una vez definidos los 163 consejeros, estos eligen al alcalde de París.

Esto se da en el contexto de una crisis económica inducida por las grandes manifestaciones de los ‘chalecos amarillos’, y por las reformas de las pensiones y el sector educativo, sumado todo ello al impacto negativo provocado en la economía nacional por el coronavirus.

Históricamente, las elecciones municipales se han caracterizado por un voto de descontento y de crítica con el gobierno de turno. Así da cuenta el periódico Libération, recordando que el partido del general De Gaulle, fundador de la V República, tuvo una clara victoria en las elecciones legislativas en 1958, pero conoció un rotundo fracaso en las municipales de 1959. Esto se debió a las medidas de austeridad que fueron rechazadas por los ciudadanos. Si los sondeos se cumplen, las próximas elecciones no serán la excepción. Varias encuestas muestran al partido de gobierno, La República en Marcha, en el tercer puesto de intención de voto en ciudades importantes como París y Lyon.

En una entrevista con el diario Le Monde, el politólogo Jerome Fourquet afirmó que estos comicios son poco favorables a La República en Marcha, porque no cuenta con una verdadera base de militantes y tiene un precario arraigo en el territorio. Así mismo, un estudio del Cevipof, que mide la confianza de los ciudadanos, constata la impopularidad del presidente. Dos tercios de los franceses consultados están insatisfechos con sus políticas.

A diferencia del debate presidencial en 2017, en el cual los franceses aprobaron una opción de cambio y un nuevo escenario político, en estas elecciones municipales, el papel de los partidos tradicionales tendrá un rol preponderante.

La campaña a la alcaldía de París ha estado marcada por las divisiones internas y los escándalos. El nacimiento de una candidatura disidente en la cabeza del matemático y diputado de la región del Essonne, Cédric Villani, marcó un primer escollo para el partido de gobierno. Pero la debacle se agravó cuando Benjamin Griveaux, su candidato, tuvo que renunciar por la difusión de unos videos personales con imágenes sexuales. A tan solo 15 días de la primera vuelta fue nombrada Agnès Buzyn, hasta ese momento ministra de Salud.

Dos debates televisados y las intervenciones en la prensa han expuesto similitudes programáticas de los candidatos. Los eslóganes dicen mucho y expresan el profundo deseo de refundar la ciudad.

Los principales ejes buscan mejorar la limpieza, reforzar la seguridad mediante la creación de una policía municipal, desarrollar una ciudad más ecológica con un transporte que disminuya la polución, fomentar programas más inclusivos para las mujeres fuera del mercado laboral, luchar contra la violencia hacia la mujer, generar una ciudad solidaria con los más necesitados, consolidar una mejor calidad en la educación y acercar la cultura a los jóvenes.

Anne Hidalgo, en busca de la reelección

En entrevista con la revista Paris Match, Anne Hidalgo aseguró contar con dos fortalezas para ganar la alcaldía: los resultados de su gestión y su amor por París, desde que se instaló en 1983. Hija de inmigrantes españoles, ha sido fiel escudera del Partido Socialista. Cuenta con una importante experiencia en la gestión de la ciudad. Desde el 2001 acompañó al entonces alcalde socialista Bertrand Delanoë y conoce a fondo las dificultades y desafíos de la capital.

Apreciada en el ambiente de izquierda y los ecologistas, Hidalgo logró reducir drásticamente en los últimos años el uso del automóvil. Las medidas faro de su programa, como las vías para las bicicletas, el cierre de las orillas del Sena para los autos y la ampliación de las vías para los peatones, le dan un fuerte arraigo no solo en la izquierda, sino con los ecologistas.

Su sensibilidad social y su apoyo irrestricto hacia los inmigrantes la sitúan en un auditorio social-demócrata. Hidalgo, militante del Partido Socialista, recurre a los símbolos para dar cohesión a sus bases. En plena campaña condecoró como ciudadano ilustre de París a Luiz Inácio Lula da Silva. Hoy favorita en las encuestas, tiene una fuerte presencia en los barrios más populares.

Rachida Dati, la ficha de la derecha

Antigua ministra de Justicia de Nicolas Sarkozy y actual alcaldesa del barrio 7, esta líder política logró conquistar el corazón de uno de los barrios más tradicionales y burgueses de la ciudad. De padre marroquí y madre argelina, Dati se describe como hija de la política social de París.

Enérgica y con un buen balance en su gestión local, es la candidata más crítica hacia la alcaldesa saliente. Asegura vivir en una ciudad sucia e insegura. Su discurso visibiliza las dificultades del noreste de París y las zonas de pobreza, venta de droga y recrudecimiento de la violencia. Su discurso es de derecha fuerte, su principal eje es la seguridad.

En la última semana de campaña organizó, a pesar del coronavirus, un gran mitin simbólico con el apoyo del expresidente Nicolas Sarkozy y buena parte de su antiguo gabinete. En su discurso denuncia el caos de la ciudad con las permanentes obras, el desorden en la movilidad por falta de regulación entre carros, patinetas públicas y peatones. Es la única que llama al voto útil contra un gobierno local que califica de desastroso.

Agnès Buzyn, la carta de Macron

Hematóloga, antigua presidenta del Instituto Nacional del Cáncer y exministra de Salud de Macron, Buzyn se encuentra en tercera posición de intención de voto.
Su proyecto sigue los pasos de la política del presidente Macron cuando asegura que es necesario salir de las discusiones ideológicas de izquierda y de derecha.

Esta parisina de pura cepa, de padre rescatado de Auschwitz, fue educada con la élite tradicional de la burguesía. Es reconocida a nivel nacional por sus importantes cargos públicos.

En lo personal se la asocia a una líder política, Simone Veil, quien fue ministra de Salud de Giscard D’Estaing y logró aprobar la ley de interrupción del embarazo. Buzyn se describe como alguien que sabe escuchar, con experiencia en la gestión y dirección de importantes instituciones públicas y con una capacidad para aprender rápidamente.

Tiene a su favor todo el aparato del partido de gobierno. Esto le da niveles de maniobra importantes para tener visibilidad y llegar más fácilmente a los ciudadanos en tan solo 15 días de campaña.

Cédric Villani y David Belliard

Cédric Villani y David Belliard se disputan, según las encuestas, el tercer y cuarto puesto. Villani, ganador de la medalla Fields en 2010, reconocida como el ‘Nobel de las Matemáticas’, es el único candidato que no cuenta con un partido político. Sus seguidores hacen hincapié en la libertad que tiene para actuar fuera de los aparatos políticos. No obstante su perfil de científico y humanista, no ha logrado posicionarse bien en los sondeos. Entre las razones: su ruptura con el partido de gobierno y su excentricidad en su forma de vestir, a pesar de haber tenido un cambio de imagen rotundo.

Es un reconocido científico, pero esto no le abona puntos como político. Su programa de vanguardia anuncia la utilización de la inteligencia artificial para mejorar la limpieza de la capital o la seguridad. Su divisa es invertir en la educación y la cultura, para dar vida al París del futuro.

Su movimiento, que incluye un 10 % de miembros de la sociedad civil escogidos por sorteo, busca trabajar también con expertos para renovar la confianza y el diálogo con los ciudadanos. Los principales apoyos vienen del mundo de la educación, la cultura, la ciencia y los jóvenes.

Belliard tiene un discurso fresco dirigido a los jóvenes y aquellos que consideran necesario adoptar una nueva vida en la ciudad, dando prioridad al medioambiente.
Sus propuestas están dirigidas a limitar al máximo la utilización del carro, recuperar las zonas verdes, ofrecer alimentación bio en los colegios y disminuir el costo de la vivienda. En lo social y medioambiental, sus ideas lo acercan mucho a la alcaldesa Hidalgo.

Si se cumplen los sondeos, ninguno de los candidatos ganará en primera vuelta. El juego de las alianzas será una realidad para el encuentro del 23 de marzo.

MARÍA FERNANDA GONZÁLEZ*Catedrática en Ciencia Política

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *