El impulso de Bolsonaro a los golpistas en Brasil
¿Qué hay detrás de ese movimiento que pretende que el presidente brasileño le dé un golpe al Congreso ante las sucesivas crisis que enfrenta y las dudas sobre su capacidad de gobierno?
Con un espíritu prodictadura, cientos de manifestantes se vienen pronunciando a favor de una intervención militar, encabezada por el líder derechista, en el Congreso y en la Corte Suprema.
Pero el movimiento prodictatorial en Brasil no es nuevo, al contrario, según Acácio Augusto, doctor en Ciencias Sociales y profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal de São Paulo, “estos movimientos que sienten nostalgia del periodo dictatorial cívico-militar entre 1964 y 1975 siempre han existido”.
Los grupos a favor de la dictadura han tomado impulso tras la disputa de Bolsonaro con algunas instituciones por las medidas para frenar la propagación del coronavirus.
El mandatario pide el fin de las cuarentenas en el país para evitar más afectaciones a la economía, mientras que varios miembros del Ejecutivo sostienen la importancia de mantener las restricciones cuando Brasil supera los 50 mil casos y las 3.700 muertes.
Augusto le dijo a EL TIEMPO que quienes hoy piden una intervención militar “entienden que esos dos poderes se interponen en el trabajo de Bolsonaro”. Según el experto, los marchantes creen que el control militar “va a instaurar de nuevo el orden”, por lo que piden que se repita el “A-I5” (Acto Institucional número 5), un decreto de la dictadura que en 1968 suprimió libertades políticas y civiles y permitió el cierre del Congreso y la intervención en estados y municipios. Desde la perspectiva de los marchantes, un decreto así le devolvería el orden y el control de la situación a Bolsonaro a través de los militares.
Su aparición en la marcha denota una actitud abiertamente golpista
Pero para Augusto, “no hay necesidad de una dictadura en este momento, porque simplemente son los militares quienes están gobernando Brasil”. Según el docente,
El papel de Bolsonaro
Respecto a la presencia de Bolsonaro en estas congregaciones, Augusto afirma que se puede explicar porque esta siempre ha sido su base electoral. “Bolsonaro de alguna manera fue la figura que dio una representación política dentro de la democracia a ese movimiento que existe de forma difusa en Brasil”, asegura Augusto.
Aunque tras las críticas el presidente saliera a apoyar la democracia y a rechazar cualquier cierre de las instituciones en el país, “su aparición en la marcha denota una actitud abiertamente golpista”, menciona Augusto.
“Bolsonaro no tiene ni idea de que su victoria en las elecciones fue una delegación que las urnas le entregaron donde él tiene que cumplir con las leyes nacionales de la Constitución Federal. Cree que por el hecho de que ganó las elecciones puede conectar poderes más allá de lo que su posición le permite, por lo que aparece en esta manifestación demostrandolo simbólicamente”, afirma Augusto.
Pero según él, hoy el país debe alarmarse más por las dos crisis que vive, que por los movimientos golpistas. “Por un lado, una crisis institucional y política con un presidente que está extremadamente radicalizado y por otra, lo que está experimentando todo el mundo con el disparo del nuevo coronavirus”, una pandemia que, afirma el experto, “Bolsonaro está usando políticamente para garantizar sus intereses”.
ANGIE RUIZ
REDACCIÓN INTERNACIONAL