Trump eleva tensión al pedir ‘mano dura’ contra manifestantes

La ciudad de Nueva York decretó este lunes un toque de queda a partir de las 11 de la noche y doblará la presencia policial para intentar contener a los miles de manifestantes que por séptimo día consecutivo inundaron las calles del país para expresar su malestar por la muerte del afroestadounidense George Floyd a manos de la policía, mientras el presidente Donald Trump les exigía a los gobernadores mano dura para enfrentarlos y anunció que movilizará “miles y miles de soldados fuertemente armados”.

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Estoy movilizando todos los recursos federales, civiles y militares disponibles para detener los disturbios y los saqueos para poner fin a la destrucción y los incendios provocados y para proteger los derechos de los estadounidenses que respetan la ley”, dijo.

Es la primera vez en la historia reciente que la Gran Manzana impone un toque de queda a sus ciudadanos, una medida que ya han tomado decenas de ciudades en EE. UU. y que por lo visto no ha servido sustancialmente para contener la furia de los indignados.

Las imágenes, desde Washington D. C. y Nueva York, en la costa este, hasta Los Ángeles y San Francisco, eran todas muy similares. Marchas en su mayoría pacíficas que con el paso de las horas terminan en escenas de caos y fuertes enfrentamientos con la policía.

En Washington, la capital, al igual que en una docena de ciudades, los destrozos que dejaron las manifestaciones eran cuantiosos.

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La tensión por lo sucedido llevó el viernes a que el presidente fuera llevado a un área de seguridad especial, una especie de búnker, por recomendación del servicio secreto, ante lo que se consideró un riesgo dada la cercanía de las protestas en torno a la Casa Blanca, se supo este lunes.

De acuerdo con el parte oficial, de momento han perecido unas seis personas como consecuencia directa de las protestas y van más de 5.000 arrestos, mientras varios líderes del país, de ambas aceras políticas (demócratas y republicanos), piden calma y diálogo.

Violencia racial en Estados Unidos

Imágenes de las protestas en Estados Unidos por la muerte de George Floyd a manos de la Policía.

Trump, por el contrario, parece estar adoptando una posición confrontacional. Anoche, en un inusual y simbólico gesto, hizo despejar de manifestantes la calle para acercarse a la Iglesia Episcopal de Saint John, que sufrió algunos daños durante las protestas, y, acompañado de su gabinete, levantó una Biblia ante los fotógrafos: “El mejor país del mundo y vamos a mantenerlo seguro”, dijo.

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Se dice que podría invocar una Ley de la época de la Guerra Civil para declarar que hay una “insurrección” y utilizar así las fuerzas armadas. Es decir, está usando la reacción ciudadana a la muerte de Floyd como si fuera un acto insurreccional.

Pero críticos y defensores le han pedido que se dirija a la nación y lidere la salida de pacífica. De acuerdo con varios medios, en la Casa Blanca hay un gran debate sobre si Trump debe dirigirse al país a través de una alocución. Pero el lunes su secretaria de Prensa, Kayleigh McEnany, dijo que el presidente no cree que la “anarquía no puede ser resuelta con discursos”.

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Protestas por la muerte de George Floyd

Las protestas por la muerte de George Floyd siguen en Mineápolis y otras ciudades de Estados Unidos.

Amenazas

Pero antes había trascendido una conversación privada entre el mandatario y los gobernadores del país en la que los catalogó de “débiles” por su respuesta ante los manifestantes. Les dijo que si no los enfrentaban con “mano dura”, serían vistos como una “manada de idiotas” y equiparó la situación a una “guerra”.

Trump, de acuerdo con el audio de la conversación, sostuvo que al problema había que meterle militares y aseveró que los arrestados por disturbios debían ser condenados a diez años de cárcel. Luego amenazó a los gobernadores con enviar tropas federales. Tan duras fueron sus palabras que muchos dicen que copia el guion de ‘ley y orden’ que empleó Richard Nixon en 1968 para ganar las elecciones ese año.

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Varias ciudades continuaron anoche aplicando el toque de queda y se movilizaron más de 17.000 miembros de la Guardia Nacional para asistir a las fuerzas de seguridad desbordadas por el tamaño de las manifestaciones.

Pero se teme que la indignación arrecie luego de conocerse el resultado integral de la autopsia ordenada por la familia de Floyd. Esta confirma que falleció por “asfixia debido a una presión sostenida”. De acuerdo con ese informe, “hubo una compresión del cuello y de la espalda que llevaron a una falta de riego sanguíneo al cerebro”, anunció el abogado de la familia.

Los forenses agregan en su informe que “el peso sobre la espalda, las esposas y la postura fueron factores que contribuyeron porque paralizaron la capacidad del diafragma del señor Floyd de funcionar”.

Esto, sin duda, pone más presión sobre el policía Derek Chauvin, quien, a pesar de los ruegos de la víctima y de los transeúntes, no quitó la presión de la rodilla sobre el cuello de Floyd. Chauvin fue separado de su cargo y acusado de homicidio en tercer grado. De ser hallado culpable, le darían una sentencia no mayor a 25 años.

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De otro lado, la presión ciudadana logró que el fiscal del caso, Michael Freeman, fuera desplazado, ya que se lo señala de haber tardado cuatro días para elevar cargos contra Chauvin y de no pedir el arresto de los otros policías implicados. Lo remplazará el fiscal del estado de Minnesota Keith Ellison, afroestadounidense y musulmán.

Varios líderes del país, entre ellos el ex presidente Barack Obama, salieron a pedir el retorno a la calma mientras se avanza en reformas profundas que lleguen a las raíz desde donde emana el racismo y la discriminación contra los afroestadounidenses. Un mensaje que fue tanto de demócratas como republicanos.

“Nuestro país no puede volverse sordo ante el dolor, la rabia y la frustración de la América negra. Nuestro país debe entender esto. Pero a su vez hemos visto con horror cómo ciudades enteras han sido presas de disturbios, robos y destrucción. No se avanza la paz cometiendo asaltos. No se logra justicia cometiendo injusticias”, dijo Mitch McConnell, el líder republicano del senado estadounidense.

Aunque se anticipa que las protestas continuarán toda la semana, los ojos estaban puesto para este jueves, cuando será el entierro de Floyd.

Paralelamente, las autoridades sanitarias del país se declararon en alarma pues creen que las muertes por coronavirus en el país, que ya van en casi 105.000, podrían dispararse como consecuencia de las protestas y la falta de distanciamiento entre los manifestantes.

De hecho los casos de infección, que habían comenzado a disminuir en el país, llevan tres días consecutivos al alza.

SERGIO GÓMEZ MASERI
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
WASHINGTON

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