Se mudaron de Los Ángeles a España y recalcan por qué ahora su vida es mejor
Michelle Arellano Martin y su familia emprendieron un cambio trascendental al dejar atrás Los Ángeles, California, para establecerse en San Sebastián, en el País Vasco, una pintoresca región ubicada en el norte de España. La decisión, impulsada por el deseo de una vida diferente para sus hijos, ha resultado en una experiencia educativa y cultural única que destaca las diferencias entre los sistemas educativos de ambos países.
En San Sebastián, los hijos de Michelle asisten a un colegio donde la enseñanza se imparte en vasco, español e inglés, con francés como una opción adicional. Aunque inicialmente solo una o dos clases son en español, la inmersión en el idioma ha sido sorprendentemente efectiva, gracias a la interacción constante con compañeros en el patio.
Uno de los aspectos más destacados del sistema educativo español para la familia Martin ha sido el horario escolar. Con el día escolar que comienza a las 9 a.m. y finaliza a las 4:30 p.m., se permite una pausa para el almuerzo de dos horas. Esta prolongada pausa refleja la importancia cultural del almuerzo en la vida española, donde las familias se reúnen para disfrutar de comidas extendidas.
«Sin embargo, nunca he cuestionado la seguridad de mis hijos cuando están en la escuela en España, cosa que, lamentablemente, no puedo decir de la escuela en los Estados Unidos», explicó Michelle Arellano a Insider. Según el Centro Nacional para Estadísticas de Educación de EE. UU., en el país norteamericano se reportaron 48.500 incidentes de violencia escolar en 2021-22. De estos, 24.300 fueron incidentes de agresión física, 10.700 fueron incidentes de amenazas o intimidación con armas y 13.500 fueron incidentes de robo o destrucción de propiedad.
(Además le recomendamos: El nuevo medicamento para bajar de peso que fue aprobado en Estados Unidos)
Familia californiana encuentra en España una mejor calidad de vida
Durante la pausa para el almuerzo, los niños tienen la opción de regresar a casa o disfrutar de comidas de la cafetería escolar, que ofrece una variedad de platos tradicionales como carne y pescado a la parrilla, sopas caseras, croquetas y tortillas de patatas. Además, la segunda hora de la pausa se dedica a actividades extracurriculares, desde deportes hasta robótica.
«Se acabaron los almuerzos escolares en California de pizza, hot dogs y otras comidas altamente procesadas. Es reconfortante saber que nuestros hijos comen tan bien; de hecho, los trabajadores de la cafetería tienen la tarea de asegurarse de que los estudiantes coman todo», señaló para ilustrar la mejor calidad de vida con respecto a la alimentación que encontraron en España.
La dinámica de las excursiones también ha sido una experiencia diferente para la familia. En España, los detalles específicos solo se revelan días antes de la excursión, lo que refleja un enfoque más relajado y espontáneo.
Adaptarse al sistema educativo español ha sido una curva de aprendizaje para la familia Martin, pero los beneficios son evidentes. Los hijos de Michelle no solo son multilingües, sino que han desarrollado una perspectiva global y han demostrado una notable resiliencia. La transición, aunque desafiante, ha enriquecido sus vidas de maneras que nunca imaginaron al cruzar el Atlántico.