Le robó millones al gobierno de Florida y se compró una isla privada
Luego de perpetrar un fraude vinculado a la ayuda financiera durante la pandemia de Covid-19, Patrick Parker Walsh, un empresario de Florida, está cumpliendo una condena de cinco años y medio en prisión federal por robar casi US$8’000.000 en fondos federales de ayuda COVID-19, una parte de los cuales utilizó para adquirir una isla privada. Esta última, de 8.000 metros cuadrados, tiene un valor comercial aproximado de US$800.000.
La isla privada, que se convirtió en parte de su ostentoso estilo de vida tras el desvío de recursos, se sitúa a kilómetro y medio de la costa de Yankeetown, en el Golfo de Florida. Walsh, de 42 años y residente de Williston, Florida, fue sentenciado en enero de 2023 después de declararse culpable de un cargo de fraude telegráfico y un cargo de lavado de dinero en relación con los fondos de ayuda para la pandemia.
La historia de Walsh es la de un individuo que aprovechó las oportunidades proporcionadas por los programas de ayuda financiera del gobierno, pero de manera fraudulenta. Entre el 7 de abril de 2020 y el 21 de enero de 2021, Walsh presentó un total de 16 solicitudes fraudulentas a múltiples instituciones financieras aseguradas federalmente y otros prestamistas calificados para obtener préstamos del Programa de Protección de Cheques de Pago (PPP) en nombre de varias empresas, incluyendo sus compañías de globos publicitarios con sede en el condado de Levy.
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El intrincado entramado de desvío de fondos del defraudador que compró una isla privada
Las solicitudes falsas de Walsh incluyeron discrepancias significativas, como la inclusión de empleados inexistentes, la manipulación de la cantidad de empleados y la inclusión de empresas que ni siquiera existían antes del 15 de febrero de 2020, fecha de inicio de los programas de alivio por la pandemia.
En total, las solicitudes fraudulentas de Walsh buscaban obtener US$11’950.000 en fondos del PPP, de los cuales recibió US$4’996,000. Además, entre marzo de 2020 y julio de 2020, presentó 18 solicitudes fraudulentas a la Administración de Pequeñas Empresas (SBA) para Préstamos por Desastre por Lesiones Económicas (EIDL) tanto en su nombre como en el de su esposa, obteniendo US$2’822.000.
El fraude no se detuvo en la obtención de fondos; Walsh también realizó numerosas transacciones monetarias, incluyendo la compra de bienes raíces en Florida y Texas, arrendamientos petroleros y el pago de préstamos hipotecarios, todas utilizando más de US$10.000 de los fondos fraudulentamente obtenidos.