La solución que podría servir para la esterilización de los hipopótamos de Escobar

Cuando Pablo Escobar, el capo colombiano de las drogas, murió en 1993, la mayoría de los animales que había importado a su finca —cebras, jirafas, canguros y rinocerontes— murieron o fueron trasladados a zoológicos. Pero no sus cuatro hipopótamos.

Las autoridades estiman que alrededor de 170 hipopótamos, todos descendientes de la manada original de Escobar, deambulan ahora por Colombia, y la población podría crecer a mil para el 2035.

Este mes, después de años de debate, las autoridades colombianas anunciaron un plan para esterilizar a algunos hipopótamos y posiblemente aplicarles eutanasia a otros.

“Estamos en una carrera contra el tiempo en términos de impactos ambientales y ecosistémicos permanentes”, dijo Susana Muhamad, Ministra de Medio Ambiente de Colombia en un comunicado.

Los funcionarios colombianos describen a los hipopótamos, que son herbívoros, como una especie agresiva e invasora sin depredadores naturales. Pero se han convertido en mascotas en Colombia, conmemorados en esculturas, incluyendo una que recibe a los visitantes a la antigua propiedad de Escobar, que ahora es un parque de diversiones.

Un grupo de caza disparó y mató a un ejemplar llamado Pepe en el 2009 con la esperanza de evitar que los hipopótamos se extendieran más allá de la propiedad de Escobar. La cacería provocó una protesta pública y un juez suspendió más tarde la caza de la pareja y la descendencia de Pepe.

Muhamad culpó a 30 años de inacción gubernamental de permitir que los hipopótamos se multiplicaran lejos de su hábitat nativo en el África subsahariana. Dijo que en el río Magdalena, el principal río de Colombia, viven entre 130 y 150 ejemplares. El objetivo del Gobierno es esterilizar 40 hipopótamos al año, pero esterilizar a un hipopótamo no es fácil. Pueden pesar más de tres toneladas y pasan el día revolcándose en el agua, por lo que son más fáciles de capturar durante la noche. Los expertos dijeron que generalmente se les tranquiliza con un dardo y se les somete a cirugía donde caigan. Si corren al agua después de haber sido impactados con un dardo, podrían ahogarse.

“Este procedimiento es muy peligroso ya que el veterinario debe ser muy hábil para esterilizarlo en el menor tiempo posible, antes de que despierte”, dijo Germán Jiménez, biólogo de la Pontificia Universidad Javeriana de Colombia.

Las autoridades dicen que cada esterilización costará alrededor de 40 millones de pesos, o aproximadamente 10 mil dólares.

Muhamad dijo que el Gobierno también estaba desarrollando un “protocolo de eutanasia ética”, pero no dijo cuántos hipopótamos podrían ser blanco o mediante qué método. También dijo que el Gobierno estaba en conversaciones para reubicar algunos hipopótamos a santuarios en México, India y Filipinas.

Jiménez expresó su preocupación de que los planes “sean insuficientes para controlar” la población. Si los hipopótamos no se eliminan por completo, dijo, Colombia debe considerar “vivir con esta especie permanentemente”.

Por: Michael Levenson
THE NEW YORK TIMES

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