¿Cómo Copenhague y Bogotá intercambian experiencias para el uso de energías limpias?
El embajador de Dinamarca en Colombia, Erik Høeg, conversó con EL TIEMPO sobre la monarquía danesa, luego de la proclamación el domingo de Federico X como nuevo rey tras la histórica abdicación de Margarita II, la monarca viva con más tiempo en el trono. También habló sobre el panorama económico y de la cooperación con Colombia en distintos frentes.
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A Federico X, desde los tres años se le conoce como príncipe heredero de Dinamarca, pero este domingo 14 de enero salió del Palacio de Christiansborg de Copenhague convertido en el rey, soberano de la monarquía más antigua de Europa. ¿Quién es el nuevo rey de Dinamarca y qué clase de monarca será?
Efectivamente, Federico X se viene preparando desde hace muchos años y esa es una de las ventajas, en especial porque al ser el primogénito se ha ido preparando para ese papel durante toda su vida. Lo que esperamos es que haya continuidad. Al ser una monarquía constitucional, el rey no tiene un poder político real fuerte, pero, obviamente, sus palabras son escuchadas con interés. La monarquía tiene la capacidad de transmitir valores que nos unen como país y representan una continuidad en la nación.
Y es que la reina Margarita II, su madre, abdicó a sus 83 años luego de ser la única reina reinante del mundo tras la muerte de Isabel II…
Exacto, su majestad la reina Margarita II es muy popular en toda la populación danesa. Manejó durante 52 años ese cargo con gran profesionalismo y responsabilidad. Ahora que decidió abdicar, algo que no es algo normal en los sistemas monárquicos nórdicos, puesto que la última vez que abdicó un rey danés fue en el siglo XII, tuvimos una gran fiesta en Copenhague no solo para recibir al nuevo rey Federico X y a su esposa, la reina consorte María, de origen australiano, sino para celebrar el largo reinado de su madre. Para nosotros, la monarquía es algo que hace parte de nuestra cultura.
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Justamente, las encuestas estiman que siete de cada diez daneses respaldan la monarquía. ¿Cree que se mantendrá de esta manera con Federico X?
Por supuesto que su reinado significa un cambio. Es también un cambio de generación. Si bien la monarquía representa una tradición esta va cambiando también con los tiempos, ajustándose a las normas de los países. Nosotros, por ejemplo, eran solo los herederos varones los que podían ser monarcas y eso se cambió, ahora tanto príncipes como princesas tienen los mismos derechos y, por supuesto, también depende del perfil de cada uno.
¿Qué diferencias ve entre Margarita y Federico?
La reina MargaritaII abdicó por temas de salud, a mi parecer tras 52 años gobernando ella también tiene derecho de cierta manera de dejarle el puesto a su hijo. Pero, ella sigue siendo una persona muy interesada en la cultura, incluso tiene un talento artístico innato. El príncipe y ahora rey Federico X viene con otros intereses. Por ejemplo, es una persona deportiva muy activa, amante del fútbol, también viene con una formación en las Fuerzas Armadas de Dinamarca y su esposa, ahora reina consorte, es de origen australiano…
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¿Se ha adaptado la reina consorte a la cultura danesa?
Perfectamente. En pocos años aprendió el danés a la perfección, puedo decir que lo habla mejor que yo, y es una persona súper popular, lo que también significa que será un respaldo fuerte para la corona. Al ser una persona que viene de Tasmania, una isla sur de Australia, hace que esto sea realmente algo novedoso, pero también demuestra los cambios de los nuevos tiempos. Ese tiempo pasado donde los monarcas buscaban a sus futuros esposos y esposas solo en el círculo de la monarquía ya pasó, ahora estamos en un momento donde un rey o una reina, hasta con su papel institucional, puede elegir, digamos, con el corazón, con quien desea casarse.
Si bien la monarquía no interfiere en asuntos gubernamentales, ¿cree que Federico X será representativo en un momento de convulsión debido a los conflictos que vive el mundo en este momento y sobre los cuales Europa no es ajena?
Pienso que lo importante es recordar que en nuestro sistema, el rey tiene un papel protocolario representativo, su papel político es muy limitado. En Dinamarca tenemos un sistema parlamentario fuerte venido de una democracia muy consolidada. La primera ministra Mette Frederiksen lidera el Gobierno cuyo sistema es parlamentario. Sobre lo que está pasando en otras partes del mundo, realmente, los monarcas daneses en las últimas décadas se pronuncian muy poco, aunque por supuesto pueden dar discursos que se encaminan a expresar sus valores y donde pueden expresar su rechazo a la guerra como fenómeno. En ese sentido, el rey tiene un poder de opinión, pero no sobre la representación de la nación.
¿Qué relevancia entonces tienen en este momento las monarquías en el mundo?
Justamente, la cuestión de valores de continuidad de tradición en sociedades muy modernas y globalizadas. Pienso que a gran parte de la población le parece algo importante tener ese elemento de continuidad, de tradición, en especial justo en un momento de globalización donde todo cambia. En nuestro caso, para los daneses la monarquía representa valores, fundamentalmente, de nuestra propia historia, y eso es muy importante. Pero, creo que el misterio que de alguna representa la monarquía, algo un poco fuera del común, también explica la popularidad que ocurre en nuestro países nórdicos.
Pasemos ahora hablar un poco de Dinamarca. Hace poco vimos la noticia que una farmacéutica. Danesa que pasó a ser la empresa más valiosa de Europa. ¿Cuál es el secreto de la economía danesa?
Así es, la empresa danesa Novartis es la que tiene mayor valor relevancia en los mercados bursátiles europeos. Y esto refleja un par de cosas. Primero, una economía donde tenemos mucho enfoque en la educación. Contamos con una muy buena infraestructura y seguridad, pero lo que muchos colombianos no saben es que tenemos también un sistema de impuestos muy alto. Si bien contamos con un sistema muy progresista, con mucha igualdad social, donde redistribuimos riqueza a lo más necesitados, realmente también tenemos muy pocos impuestos a las empresas. Realmente somos muy, muy exitosos en una economía de conocimiento donde el sector farmacéutico y de biotecnología es muy fuerte. Y eso requiere una muy buena infraestructura y un sistema educativo de calidad.
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A eso se le suman el tema de las energías renovables…
Tradicionalmente, Dinamarca fue un país agrícola con muchos cerdos. Incluso llegamos a tener más cerdos que personas. Ahora nos hemos movido, como muchos otros países, a una economía de conocimiento de la tecnología. Las energías renovables, con empresas que están activas aquí en Colombia, como Novartis, tienen fondos de inversión que desarrollan energías renovables en Dinamarca y también quieren hacerlo en Colombia. Un ejemplo son los productores de turbinas eólicas de Dinamarca, que son el más grande productor de estas, algo que es bastante sorprendente considerando que somos solo seis millones de habitantes. Fuimos pioneros en las energías eólicas y hemos ido guiando a nuestra esta economía en dejar de lado el petróleo y el gas como nuestra visión de futuro, y vemos en las renovables una fuente seria de empleo y de crecimiento.
¿En eso vienen apalancando a Colombia?
Tenemos una buena sintonía con el gobierno de Gustavo Petro, como también la teníamos con el gobierno anterior del presidente Iván Duque, enfocados en la transición energética. Por un lado, estamos capacitando a las instituciones colombianas y también tenemos un nuevo programa de cooperación enfocado en la planificación energética y en las energías renovables, puntualmente la eólica. De otro lado, queremos potenciar más proyectos concretos de energía eólica el departamento del Atlántico con un acuerdo en el que estamos trabajando.
Dinamarca, hasta los años 70, dependía totalmente de fuentes de energía como el carbón, muchas veces carbón colombiano, por cierto, del petróleo y del gas para su generación de energía. Pero, empezamos a explorar nosotros mismos y ahora más del 50 por ciento de nuestra generación energética vienen del viento. Hemos decidido dejar de dar nuevas licencias para explorar petróleo y gas al mar del norte, porque realmente no lo vemos como el futuro.
Algo importante, que se suma además a toda la transformación que significará la Inteligencia Artificial…
Eso es verdad. No somos el país con mejor desempeño en el mundo, según encuestas de la ONU en el sector público digital. Entonces, sí, trabajamos con las nuevas herramientas.
Embajador, usted está en Colombia desde 2020. ¿Qué balance hace de estos tres años?
Sí, ya soy un veterano del cuerpo diplomático, en ese sentido. En estos años, realmente he visto un fortalecimiento muy fuerte en la relaciones bilaterales que nos han dejado dos nuevos programas de cooperación: uno en energías limpias y ahora tenemos un consejero danés que trabaja y todas las instituciones daneses están apoyando. Y, ahora, tenemos un programa de cooperación de ciudad, quiere convertirse en la primera ciudad carbono neutral del mundo y, en ese sentido, arrancamos con la cooperación ahora entre Copenhague y Bogotá y Medellín para también intercambiar experiencias. Son todas las ciudades con una fuerte ambición verde de transición de economía circular de transporte limpio.
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¿Qué otras experiencias intercambian con Bogotá y Medellín?
El buen manejo de aguas residuales. Son áreas donde nosotros vamos aportando nuestros conocimientos y ojalá sirvan para que una ciudad como Bogotá, no que ese está resplendente, pero sí que sea más limpia. Hemos fortalecido mucho la cooperación en temas energéticos y en general del abordaje del cambio climático. La agenda verde es muy fuerte y hay mucho potencial de cooperar.
¿Qué iniciativas educativas tienen para el intercambio estudiantil?
En Dinamarca manejamos un plan descentralizado por universidades. Por ejemplo, hay una universidad en el sur de Dinamarca que tienen becas para estudiantes colombianos en materias técnicas de ingeniería. Y como esta, tenemos muchas opciones que se pueden consultar en la página web de la embajada, allí también pueden encontrar los programas de intercambio universitario.
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Sabemos que le gusta cocinar, ¿cuál es su plato favorito de Colombia?
Bueno, yo he cocinado muchos platos colombianos y tengo un programa de cocina que pueden seguir en mis redes sociales. Pero, debo decir que los aborrajados son muy buenos, al igual que la carimañola. Creo que no puedo elegir un solo plato, hay muchos y no quiero ofender a ninguna región, porque a todos lados que he ido he probado cosas muy buenas. Un buen arroz con coco y pescado frito es fantástico, la posta cartagenera es inigualable y eso, claramente, me entusiasma a aprender a cocinar. Vamos a ver si consigo aprenderlos todos antes de irme (risas).
STEPHANY ECHAVARRÍA
EDITORA INTERNACIONAL
EL TIEMPO