Visiones dispares en sociedad argentina tras la primera huelga general en el gobierno de Milei
Buenos Aires —
Un día después de la primera huelga general contra el nuevo gobierno del presidente Javier Milei, liderada por la Confederación General del Trabajo (CGT), la más grande e influyente del país, la sociedad argentina está dividida respecto al impacto del paro para la administración que se estrenó hace apenas 45 días.
La huelga tenía como finalidad movilizar a la población contra gran parte de las reformas que el gobierno impulsó a través de un mega decreto de necesidad y urgencia (DNU) –con cambios en 366 artículos de la Constitución Nacional- y la «Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos» -conocida como “Ley Ómnibus”- que plantea la reforma de 534 artículos de la carta magna argentina.
Cuando anunció el envío del proyecto al Congreso, el propio Milei describió a estas propuestas como “el proceso de reformas más ambicioso de los últimos 40 años para que la Argentina vuelva a ser una potencia mundial”. Representa una profunda reforma del Estado a través de la aplicación de nuevas políticas económicas, sociales y laborales.
Los sindicatos y quienes se manifestaron el martes se oponen a gran parte de estos cambios.
Visiones dispares del impacto del paro
El saldo de la huelga general fue dispar, dependiendo el sector que lo evalúe.
El gobierno nacional consideró que fue “una medida sin fuerza” y la propia ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, aseguró que participaron sólo unas 40.000 personas. La cifra, dijo la ministra, «equivale al 0,19 % de los trabajadores de la Argentina”.
Por su parte, el sector sindical consideró que la huelga general tuvo una buena convocatoria y, en palabras de uno de los titulares de la central obrera que llamó al paro, Héctor Daer, van a “seguir la lucha sin dar un paso atrás hasta que caigan las medidas” que impulsa Milei.
La Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba) anunció que el nivel de acatamiento a la huelga en los comercios de la capital argentina fue menor al 4 %. “Detectamos una fuerte necesidad de abrir para vender”, señaló su presidente, Fabián Castillo.
Tras este impacto inicial de la huelga, la Voz de América consultó a una serie de expertos para echar luz sobre ciertos interrogantes que se abren tras la protesta. ¿Qué pasará con las reformas impulsadas por Milei? ¿Qué rumbo tomará la economía argentina en los próximos meses? ¿Cuál será la posición que adopte el gobierno luego de la movilización?
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La posición del gobierno tras la huelga general
El gobierno criticó la convocatoria de los sindicatos y consideró que tuvo una concurrencia “muy baja”.
«El paro tuvo un acatamiento de 40.000 personas, que son las que vimos en la calle. La movilización duró tres horas, el transporte funcionó normal hasta las 19:00 (horas) y la actividad comercial ha sido absolutamente normal. Incluso los informes de diferentes asociaciones indican que el acatamiento ha sido muy bajo», enfatizó el vocero presidencial, Manuel Adorni.
En diálogo con la VOA, la politóloga y analista residente en Córdoba, Nayet Kademián, explicó: “No creo que el paro vaya a ser un determinante del rumbo de las políticas públicas que vaya a tomar este gobierno, sino que las reformas van a estar más bien condicionadas por el apoyo por parte de los gobernadores de las provincias, que son los que hoy se ven más afectados por la caída de la actividad económica y, por ende, de la recaudación”.
Acerca del eventual «éxito o fracaso del gobierno de Milei», la politóloga Paula Brusco, quien es directora de la consultora Edelman Global Advisory de Argentina, dijo que esto «dependerá de la inteligencia de su equipo para construir. Los gobiernos de decretos demuestran, naturalmente, una debilidad institucional poco sana para el delicado momento que atraviesa la Argentina”.
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No obstante, la VOA constató durante un recorrido por distintos puntos de Buenos Aires que las personas que se movilizaron lucían preocupadas por el rumbo económico del país. “Están en juego los derechos de los trabajadores”, declaró Javier, del gremio de Camioneros. Otros se mostraron opuestos a la ley ómnibus y al recorte social.
El debate en el Congreso y el rumbo económico
El gobierno nacional tiene sus miradas puestas en el Congreso nacional, donde en la actualidad se están debatiendo las reformas del Estado propuestas en la llamada ley ómnibus y la validez –o no- del mega decreto de necesidad y urgencia que Milei lanzó al principio de su gestión.
“Creo que en el aspecto que más tiene que trabajar el presidente en el corto plazo es el de mantener las alianzas políticas y sus aliados en las bancadas del Congreso para llevar adelante los cambios y medidas que pretende”, explicó a la VOA la politóloga Brusco.
La economía sigue siendo un desafío en Argentina. En la última semana se convirtió en el país con la inflación más alta del mundo en 2023. El índice publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) arrojó que la subida de precios trepó al 211,4 %, superando así al Líbano, con una inflación oficial de 192 %, y a la propia Venezuela , con 189,8 %.
“Las perspectivas económicas futuras son francamente negativas, con una inflación que puede llegar al 100 % en los próximos 4 meses”, dijo a la VOA el economista Juan Manuel Telechea, director del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación German Abdala.
Luego advirtió que esas estadísticas “van a impactar en los ingresos de toda la población, pero fundamentalmente en el sector informal y en los jubilados, lo que derivará en una fuerte caída de la actividad económica”.
De acuerdo con Leandro Mora Alfonsín, economista especializado en desarrollo productivo y ex director nacional de Política Industrial, «las desregulaciones que acompañan al plan económico del gobierno» influyen en la pérdida de capacidades materiales y organizativas por parte de los sindicatos y contribuyó al paro.
De hecho, explica, en el paro del miércoles “confluyeron trabajadores independientes y no sólo centrales obreras”.
Alfonsín estima que las perspectivas económicas de la Argentina estarán marcadas por el grado de éxito que demuestren las reformas de Milei y enumeró “tres riesgos latentes” para el futuro: confianza de los mercados, eventual pérdida de competitividad del tipo de cambio a la hora de liquidar la cosecha del sector agropecuario y la ecuación social determinada por los ingresos bajos y la inflación muy elevada.
“El enfriamiento de la economía presionará mucho sobre la clase baja y media bajas”, expresó el economista.
Expectativas por la reforma del Estado
Mientras las miles de personas que participaron de la manifestación del miércoles por la tarde se estaban desconcentrando, el gobierno logró que parte de la oposición acompañara en las comisiones de la cámara de Diputados del Congreso nacional el proyecto de reforma del Estado que propone Milei.
Con el dictamen de comisión aprobado –como se le llama en la Argentina- el oficialismo quedó en condiciones de convocar a una sesión de plenario, que en principio ocurriría el próximo martes. Se estima que será una sesión maratónica con horas de debate, señalaron los especialistas ante la VOA.
Si bien el gobierno cedió ante el reclamo de algunos sectores de la oposición y redujo la cantidad de artículos a tratar, en el centro del proyecto se mantiene el programa de reforma económico que desde el primer día impulsa el presidente libertario.
En pleno acto por la huelga general, otro de los secretarios generales de la central obrera que convocó al paro, Pablo Moyano, les envió un mensaje a los diputados que votarán las reformas: “Están ante una decisión histórica para que digan si están con los trabajadores o con las corporaciones. No traicionen a los trabajadores”, advirtió el sindicalista.
Consultado por estas declaraciones, el vocero presidencial Manuel Adorni ratificó la sesión de la próxima semana y aseguró: “El norte es claro y no nos vamos a correr ni medio centímetro porque queremos el déficit cero”.
Aunque haya convocado a sesión, los analistas contactados para este artículo entienden que todavía el gobierno necesita seguir negociando y que nada asegura los diputados no tengan que volver a mover la fecha para más adelante. Javier Milei, tal como él mismo expresó, quiere que la reforma se apruebe cuanto antes.
[Con la colaboración de Kriscia Recinos en Buenos Aires]
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