Bolsonaro muestra su fuerza política en Brasil con masiva movilización en São Paulo
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2022) reunió este domingo a miles de seguidores en São Paulo para darse su primer baño de masas desde que dejó el poder y defenderse de las investigaciones por un supuesto intento de golpe de Estado.
El líder derechista convocó a sus seguidores a partir de las 3 p. m., hora local (1 pm hora Colombia), en la emblemática Avenida Paulista de Sao Paulo, un lugar simbólico donde ya pronunció alguno de sus discursos más encendidos.
El 7 de septiembre de 2021, con motivo del Día de la Independencia, Bolsonaro, mientras aún era presidente, lanzó desde esa avenida graves ataques contra el juez del Supremo Alexandre de Moraes, que ya lo investigaba, y aseguró que no acataría sus fallos, algo que no cumplió.
Bolsonaro citó a sus partidarios este domingo en respuesta a una operación policial lanzada el 8 de febrero, autorizada por la Corte Suprema, en la que le retuvieron el pasaporte, le prohibieron salir del país y mantener contacto con otros investigados de la trama golpista.
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Según la investigación, Bolsonaro y otros integrantes de su Ejecutivo planearon desacreditar el sistema de votación electrónica antes de las elecciones, y después prepararon un golpe de Estado -que no se llevó a cabo- contra el nuevo gobierno de Lula da Silva.
En la denominada operación Tempus Veritatis (la hora de la verdad, en latín) contra
Bolsonaro y varios de sus estrechos aliados, incluidos algunos de sus exministros, hubo allanamientos y detenciones.
La Policía cree que por las manos de Bolsonaro pasaron borradores de decretos para anular el resultado de las elecciones de 2022, que ganó Lula por un estrecho margen, dentro de un plan para mantenerlo en el poder y que llegó a sopesar la detención del juez De Moraes, y hasta del presidente del Congreso Nacional, Rodrigo Pacheco.
Con ello buscaban, de acuerdo con los autos, evitar la investidura de Lula, en el poder desde el 1.° de enero de 2023.
La intentona tuvo un último capítulo una semana después, cuando miles de bolsonaristas invadieron y destrozaron las sedes de la Presidencia, el Parlamento y el Supremo, en Brasilia, para forzar una intervención militar que derrocase al dirigente progresista.
El jueves pasado, el ex jefe de Estado declaró en comisaría junto a una veintena de antiguos colaboradores, entre ellos tres generales de la reserva que fueron sus ministros (Walter Braga Netto, Paulo Sérgio Nogueira y Augusto Heleno) y el almirante Almir Garnier, excomandante de la Marina.
Bolsonaro, no obstante, se dice víctima de una «persecución» y el jueves guardó silencio al ser interrogado por la policía.
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Así fueron las movilizaciones de este domingo
Subido a un camión instalado en plena Avenida Paulista, la más emblemática de la ciudad, Bolsonaro negó este domingo la existencia de una trama golpista, se dijo víctima de una “persecución”, y criticó los “abusos de algunos”.
“¿Qué es golpe? Son tanques en la calle, son armas, es conspiración… Nada de eso fue hecho en Brasil”, se defendió ante una multitud vestida de verde y amarillo.
Además, el líder llamó a “pacificar” el país y pidió a los legisladores que aprueben una amnistía para las personas condenadas por invadir las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en Brasilia el 8 de enero de 2023.
Bolsonaro también aseguró que «no se puede aceptar» que se aparte a opositores del escenario político, pero evitó cargar explícitamente contra uno de sus blancos favoritos, el máximo tribunal.
«No podemos aceptar que un poder elimine del escenario político a quien quiera que sea, a no ser por un motivo justo. No podemos pensar en elecciones apartando a los opositores», afirmó.
Los bolsonaristas empezaron a concentrarse en la Avenida Paulista horas antes del inicio del acto para encontrar lugar en las primeras filas frente al camión donde hablaría Bolsonaro.
Enrollados en banderas de Brasil, la mayoría hizo caso al pedido de Bolsonaro de no llevar carteles con los habituales mensajes contra la Corte Suprema o el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Sin embargo, durante la protesta hubo gritos de “ladrón” contra Lula y varios manifestantes cuestionaron la “imparcialidad” del Supremo.
En una muestra de músculo político, la ex primera dama Michelle Bolsonaro, un puñado de gobernadores y alcaldes, así como alrededor de un centenar de legisladores, acompañaron a Bolsonaro en el escenario.
A diferencia del tono comedido usado por Bolsonaro, el influyente pastor evangélico Silas Malafaia sí arremetió contra la Corte y habló sobre una supuesta “ingeniería del mal” para tratar de encarcelar al líder a Bolsonaro, que ya fue inhabilitado hasta 2030 por cuestionar las urnas electrónicas usadas en los comicios.
Malafaia advirtió que, si los magistrados del tribunal mandan encarcelar a Bolsonaro, “no será para su destrucción (del expresidente), sino para la de ellos”.
Cercado por la Justicia, ante la que afronta además otras investigaciones relacionadas con el covid-19, la apropiación indebida de regalos de Estado durante su mandato y la difusión de noticias falsas, el líder derechista pretendía medir su popularidad en la calle.
En las encuestas, Bolsonaro se mantiene como líder de la oposición, aunque no puede presentarse a ninguna elección, al haber sido inhabilitado hasta 2030 precisamente por criticar sin pruebas las urnas electrónicas.
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Para Glauco Peres, profesor de Ciencia Política de la Universidad de São Paulo (USP), Bolsonaro pretendía mostrar que «tiene apoyo popular y político» en un momento en que el cerco se estrecha a su alrededor.
«Bolsonaro está intentando movilizar el lado político del proceso. Es una tentativa de supervivencia para conseguir huir de eventuales castigos de la Justicia. Siempre dejó muy claro que tiene miedo de ir a prisión», afirmó a Efe.
Antes de la marcha André Rosa, politólogo de la Universidad de Brasilia, afirmó que si había una gran adhesión a la manifestación, (Bolsonaro) podría decir que el pueblo está con él». De lo contrario, perdería «legitimidad».
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Tras las polémicas declaraciones de Lula en que comparó la campaña militar de Israel en Gaza con el Holocausto, Bolsonaro y sus seguidores también mostraron su apoyo al Estado hebreo. El exmandatario sostuvo una bandera de Israel en el palco montado sobre un camión.
REDACCIÓN INTERNACIONAL
*Con AFP y EFE