La baraja demócrata que se prepara para desafiar a Trump en 2020

Faltan 10 meses para el inicio de la carrera por la presidencia de Estados Unidos, pero el Partido Demócrata ya tiene casi listo el ramillete de candidatos que se disputarán el chance de desafiar a Donald Trump por las llaves de la Casa Blanca en las elecciones del 2020.

Se trata del grupo más grande y diverso de aspirantes a la nominación de este partido quizá en toda la historia del país.

A la fecha, ya van 16 que han anunciado sus intenciones y otros 11 los que han confirmado que lo están pensando.

Entre ellos hay siete mujeres (un récord), cuatro afroamericanos (otro récord), el primer hombre abiertamente homosexual que se lanza a una carrera de este tipo, una líder espiritual y dos candidatos de ascendencia india.

Muchos de ellos probablemente se retirarán antes de la primera jornada electoral que está prevista para el 3 de febrero en el estado de Iowa. Pero entre el grupo sin duda está el nombre del escogido por los demócratas y probablemente el del próximo presidente de esta potencia mundial.

De acuerdo con la mayoría de encuestas, la lista la encabeza el exvicepresidente de Barack Obama, Joe Biden. Curiosamente uno de los pocos que no se ha metido al ruedo de manera oficial.

En una muestra reciente de la cadena CNN y SSRS, el número dos de Obama obtiene un 28 por ciento de las preferencias, seguido por el senador Bernie Sanders que alcanza el 20 por ciento.

Biden, por supuesto, se beneficia por ser una figura muy reconocida a nivel nacional en momentos en el que hay tantos aspirantes de por medio y la carrera se encuentra aún en sus albores.

Pero llama la atención que desde ya esté superando a un Sanders que estuvo muy cerca de derrotar a Hillary Clinton en la campaña del 2016.

Su edad, sin embargo, no lo ayuda y podría ser su talón de Aquiles. De ganar las elecciones, el exvicepresidente llegaría a la Casa Blanca con 78 años, el hombre más viejo en ocupar la Oficina Oval en toda la historia del país.

En tercer lugar viene figurando la senadora afroamericana Kamala Harris (12 por ciento). Exfiscal General de California, Harris es hija de padres inmigrantes que llegaron de la India y de Jamaica el siglo pasado y es considerada una de las figuras en ascenso del partido demócrata.

Y tras ella aparece Beto O’Rourke (11 por ciento), que, a pesar de no ganar, fue la sensación en las elecciones legislativas del año pasado cuando estuvo a punto de destronar al senador Ted Cruz en Texas, un estado muy conservador que suele inclinarse por candidatos republicanos.

De la línea progresista del partido, O’ Rourke es muy popular entre los hispanos y podría ser la gran sorpresa de esta carrera electoral.

Tras estos cuatro sigue un grupo de candidatos que están por encima del uno por ciento, que es el mínimo requerido para participar en los debates televisivos que tiene previsto el partido. De primera en está categoría está la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren (6 por ciento), el exsecretario de Estado John Kerry (4 por ciento), el senador afroamericano de Nueva Jersey Cory Booker (3 por ciento) y la senadora de Minnesota Amy Klobuchar (3 por ciento).

Rondando el uno por ciento, es decir que podría participar de los debates, se encuentra Pete Buttigieg, el alcalde de South Bend (Indiana) y el primer hombre que se lanza a la presidencia diciendo abiertamente que es homosexual. Buttigieg tiene 37 años, está casado, y es un excombatiente de la guerra de Afganistán.

Si bien sus posibilidades son remotas, desde que lanzó su candidatura se ha convertido en uno de los preferidos del ala más liberal del partido tanto por su juventud como por su carisma.

También figura Julián Castro, exsecretario de desarrollo urbano en la administración de Obama y el único hispano que está aspirando a la candidatura en este ciclo electoral. Castro es hijo de una activista mexicana y suele presentarse como el adalid de la educación y los inmigrantes.

Cerrando el grupo aparecen el gobernador del estado de Washington Jay Inslee (ambientalista), y el exgobernador de Colorado John Hickenlooper. Quién terminará imponiéndose dependerá en buena parte del ambiente que reine en la base del partido, que es la que por lo general se impone en la ronda de elecciones primarias donde se elige al candidato.

Beto O'Rourke

Beto O’Rourke es una de las nuevas figuras progresistas dentro del partido demócrata.

Foto:

Reuters

Las elecciones legislativas del año pasado demostraron que existe un gran entusiasmo entre los sectores más liberales del partido. Eso favorecería las candidaturas de progresistas como Sanders, O’Rourke o Harris. Pero la mayoría de analistas considera que un candidato de este perfil, que tiende a la izquierda, tendría más dificultades en derrotar a Trump en un país cuyo centro sigue siendo algo conservador.

Sin embargo, esos mismos comicios de noviembre del año pasado dejaron claro también el profundo repudio que existe frente al actual presidente.

En ese sentido, si la carrera demócrata se torna en un referendo anti-Trump, lo más probable es que se imponga un moderado del corte de Biden, Hickenlooper, Booker o Kerry.

Una encuesta reciente del Usa Today sugiere que una mayoría en el partido se estaría inclinado en esa dirección.

Según la muestra, el 55 por ciento de los demócratas registrados quieren a un candidato que pueda bloquear la reelección de Trump, si es que este resulta siendo –como todo lo indica–, el nominado de los republicanos para las elecciones presidenciales.

Pero como dicen, diez meses en política son una eternidad y cualquier cosa aún podría pasar. Entre ellas que repunte un aspirante por el que nadie daba un dólar como sucedió con el mismo Trump en los comicios de hace tres años.

SERGIO GÓMEZ MASERI  
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
WASHINGTON
En Twitter: @Sergom68

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