Benedicto XVI atribuye delitos de pederastia a la ‘revolución sexual’
El papa Benedicto XVI, quien renunció hace seis años, salió de su silencio y decidió hacer públicas sus reflexiones sobre los escándalos de pederastia en la Iglesia católica.
«La Iglesia y los abusos sexuales» es el título de un documento de 18 páginas publicado en la revista «Klerusblatt» que ha causado controversia, pues, en este, el religioso plantea que la revolución de 1968 abogó por una «libertad sexual» sin «normas», y hacía de la pederastia algo «permitido y apropiado».
«Se podría decir que en los 20 años entre 1960 y 1980, los estándares previamente normativos con respecto a la sexualidad se derrumbaron por completo y surgió una nueva normalidad», escribió Benedicto.
Numerosos teólogos y ciudadanos reaccionaron este jueves en redes sociales y lo acusaron de tratar de exculpar a la institución religiosa de los delitos cometidos por sus sacerdotes. También recordaron que el religioso dirigió durante 23 años la oficina doctrinal del Vaticano, que ha sido ampliamente criticada por su manejo y encubrimiento de los casos de abuso sexual.
Benedicto fue jefe de la oficina doctrinal antes de convertirse en Papa en 2005. Estaba a cargo en 2002, cuando se dio a conocer la primera ola de casos de abusos en Boston.
Los escándalos de abusos en Irlanda, Chile, Australia, Francia, Estados Unidos, Polonia, Alemania y otros países han llevado a la Iglesia a pagar miles de millones de dólares en compensaciones a las víctimas y la han obligado a cerrar parroquias.
Muchos casos se remontan a décadas antes de los años 60. Las revelaciones de que los sacerdotes envueltos en casos de abusos a menudo eran trasladados de parroquia en parroquia en lugar de ser expulsados procesados penalmente han sacudido a la Iglesia a nivel mundial y han socavado su autoridad.
A fines del año pasado, el cardenal australiano George Pell se convirtió en el líder católico de más alto rango en ser condenado por delitos sexuales contra niños. Su rol como exasesor del Papa Francisco llevó el escándalo al corazón de la administración papal.
Benedicto ofreció sus comentarios en un largo ensayo en Klerusblatt, una revista mensual de la Iglesia de su nativa región de Baviera, en Alemania. Un funcionario del Vaticano confirmó que el documento es auténtico. Sin embargo, algunos teólogos criticaron en Twitter las palabras de Benedicto.
Esta es una carta embarazosa
«Esta es una carta embarazosa», dijo Brian Flanagan, profesor de teología en la Universidad Marymount, en Virginia. «La idea de que los abusos eclesiásticos a niños fue resultado de la década de 1960 (…) es una explicación vergonzosamente errónea del abuso sistemático a niños y niñas y su encubrimiento«.
En tanto, Massimo Faggioli, profesor de teología de la Universidad de Villanova, calificó el texto como «una caricatura» de la Iglesia sobre el periodo posterior al Concilio Vaticano II, «con toda su inventiva y algunos errores trágicos».
Agencias / Reuters / AFP