Muere otro menor en custodia de la guardia fronteriza de EE. UU.
Un adolescente de 16 años, identificado por un funcionario de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés) como Carlos Gregorio Hernández Vásquez, murió este lunes en custodia del organismo de Estados Unidos. Según la institución, aún se desconoce la causa de la muerte.
El joven «fue hallado inconsciente en un chequeo en la mañana» en la estación fronteriza de Weslaco, en Texas, indicó un comunicado de la autoridad migratoria.
El organismo añadió que la causa de muerte aún se desconoce y que «se ha abierto una investigación».
Las autoridades estadounidenses también indicaron que el menor fue detenido el 13 de mayo cerca de Hidalgo (Texas), y que el domingo manifestó sentir malestar.
«Se le evaluó y se determinó que tenía influenza A», dijo un funcionario de la patrulla fronteriza (CBP) a CNN. Se le recetó un antigripal y fue trasladado a una instalación en Weslaco para evitar el contagio de otros detenidos. Fue examinado una hora antes de que fuera hallado muerto.
Hernández iba a ser trasladado a un centro para jóvenes de la Oficina de Salud y Servicios Humanos de Reasentamiento de Refugiados (HHS), pues, según la ley
federal estadounidense, los menores no acompañados deben ser trasladados a un centro de salud y servicios humanos máximo 72 horas después de su detención.
Sin embargo, no está claro por qué no había sido transferido.
La cancillería guatemalteca informó por su parte que el joven, originario de Baja Verapaz, había ingresado a Estados Unidos «buscando reunificación familiar».
«El gobierno de Guatemala lamenta el fallecimiento de este niño guatemalteco, presenta sus condolencias a la familia y solicita que de manera urgente las autoridades estadounidenses se pronuncien sobre la causa de muerte y se deduzcan las responsabilidades que amerite el caso», señaló en un comunicado.
Nos preguntarnos cuántas muertes se necesitarán para que el gobierno garantice la seguridad de los niños
Desde diciembre del 2018, la guardia fronteriza ha informado la muerte de otros cuatro menores guatemaltecos tras ser detenidos y puestos en custodia de Estados Unidos.
«Nos preguntarnos cuántas muertes se necesitarán para que el gobierno garantice la seguridad de los niños. Debe haber una investigación independiente sobre la muerte de este niño», dijo Ashley Houghton, directora de campañas tácticas de Amnistía Internacional en Estados Unidos.
El primer caso ocurrió el 8 de diciembre con la muerte de Jakelin Caal, de siete años, del municipio indígena de Raxruhá, quien falleció en un hospital de Estados Unidos bajo protección federal tras cruzar la frontera de forma ilegal con su padre.
Otro niño de dos años murió la semana pasada, tres días después de ser detenido con su madre cerca del puente internacional del Paso del Norte, que separa El Paso y Ciudad Juárez (México).
«Mantener a niños en custodia va contra nuestros valores estadounidenses. Aunque hemos exigido que el gobierno (del presidente Donald) Trump cambie sus prácticas inhumanas de detención para evitar que ocurran muertes trágicas, hemos recibido quejas de inmigrantes sobre condiciones inhumanas, detenciones prolongadas, falta de refugio, mala atención médica y abuso por parte de agentes», dijo Astrid Domínguez de ACLU, la mayor organización de derechos humanos de Estados Unidos.
La organización denunció la semana pasada estas presuntas «atrocidades» a las que son sometidos los indocumentados detenidos en el Valle del Río Grande, donde se registra el mayor volumen de centroamericanos buscando asilo.
Aseguraron que niños son forzados a dormir al aire libre, sobre un terreno rocoso o lodoso, y en climas extremo. También indicaron que no recibían atención médica adecuada. «La CBP está comprometida con la salud, seguridad y trato humano de aquellos bajo nuestra custodia», dijo en tanto John Sanders, jefe interino de CBP en un comunicado donde expresó sus condolencias.
AFP