Crisis de Venezuela: en qué consiste la visa humanitaria que pide Perú

Para unos, es una medida para asegurar «un mejor control» de los venezolanos que entran al país; para otros, supone una «barrera infranqueable».

La nueva visa de carácter humanitario de Perú para los venezolanos entró en vigor este sábado, tras registrarse la llegada de un número sin precedentes de migrantes a las fronteras peruanas en tan solo un día, justo antes de la puesta en marcha de la nueva medida.

Las autoridades peruanas calcularon que 6.000 venezolanos llegaron a sus límites el viernes, mientras que la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) situó ese número en más de 8.000.

«Desde ayer, hemos registrado un número récord de refugiados y migrantes venezolanos que ha llegado a la frontera con Perú», destacó ACNUR en Twitter este sábado.

Naciones Unidas calcula que más de 4 millones de personas han salido de Venezuela en los últimos años a causa de la grave crisis económica que sufre el país latinoamericano.

Muchas han acabado asentándose en otros países de América Latina y Perú ha recibido a más de 800.000 venezolanos, según las autoridades, lo que le convierte en el segundo país de la región que más venezolanos ha acogido, solamente superado por Colombia.

Este vasto flujo migratorio se ha convertido en un problema de escala regional y en un asunto polémico en algunos de sus países de acogida, donde el impacto causado por delitos presuntamente cometidos por ciudadanos de esta nacionalidad y opiniones vertidas en algunos medios de comunicación han avivado el debate en torno al control migratorio.

¿En qué consiste la visa y por qué se aplicó ahora?

La visa de carácter humanitario de Perú para los venezolanos fue anunciada el pasado jueves por el presidente Martín Vizcarra, como una medida para «asegurar una migración ordenada y segura».

Vizcarra hizo su anuncio durante el acto de deportación de unos 50 venezolanos que, según las autoridades, habían mentido en relación con sus antecedentes penales para poder tramitar el Permiso Temporal de Permanencia, un documento especial que Perú entregó hasta el año pasado a los venezolanos que les permitía trabajar o estudiar en el país.

«Aquí no vamos a permitir que continúen personas que delinquen. (Expulsaremos a) los que sean necesarios: 500, 800, 1.000 o 2.000, porque vamos continuar en esta tarea en aplicación estricta del artículo 58 de la Ley de Migraciones», dijo el mandatario.

Sus declaraciones se produjeron después de que el ministro del Interior, Carlos Morán, señalara a los venezolanos como el motivo del incremento de los índices de delincuencia en algunas ciudades, entre ellas la capital, Lima, donde reside la mayor parte de los venezolanos llegados a Perú.

A partir de ahora, los venezolanos deberán obtener esa visa de carácter humanitario en los consulados de Perú en su país, aunque también podrán hacerlo en otras partes de la región, como Colombia o Ecuador.

Para ello, deberán tener un pasaporte ordinario vigente, por vencer o vencido; un certificado de antecedentes penales apostillado (para mayores de edad); copia de cédula de identidad; o partida de nacimiento otorgada por el Registro Civil venezolano y apostillada, en el caso de que sean menores de 9 años, entre otros.

Se trata de un paso que dificultará la entrada de venezolanos al país, pues la obtención del pasaporte se ha convertido en una ardua tarea en Venezuela.

Polémica

La medida generó controversia entre algunos sectores, que expresaron su preocupación.

Amnistía Internacional y otras organizaciones miembro del grupo de Movilidad Humana Venezolana consideraron que estos nuevos requisitos migratorios, «lejos de ser una medida humanitaria, se transforman en una barrera infranqueable para el ingreso a territorio peruano a una población en necesidad de protección internacional».

«Esta nueva restricción tiene un impacto directo en la posibilidad de acceder al derecho a buscar y recibir asilo a las personas que de manera forzada salen de Venezuela, siendo de especial preocupación la tramitación del mismo visado, o requisitos indispensables que se requiere tramitar en territorio venezolano», señalaron en un comunicado conjunto.

Desde el gobierno peruano, destacan que la situación es insostenible y, junto a otros socios en la región, pidieron ayuda internacional.

«Este es un fenómeno único en el mundo, esta migración tan masiva de un país hermano en tan corto tiempo, con muchas más personas que las que llegaron a Europa (durante la crisis migratoria de 2015-2016). Esto genera un shock muy fuerte en los países, en términos por ejemplo de servicios públicos», destacó la vicepresidenta de Perú, Mercedes Araóz, en una entrevista reciente con la Agencia Efe.

«En Perú hemos recibido una migración de casi 800.000 personas en menos de tres años y esto qué genera… esperábamos crecer para dar empleo a los 300.000 jóvenes que se incorporan (cada año) a la población económicamente activa, pero ahora tenemos una oferta laboral muy fuerte y que tenemos que gestionar»

«Ciertamente hay mucha gente (venezolana) preparada que ojalá pudiéramos colocar adecuadamente, pero no hay espacios para ello».

Perú no es el primer país de la región en tomar medidas de este tipo.

Chile, por ejemplo, puso en marcha el año pasado la «visa de responsabilidad democrática» para venezolanos, mediante la que se otorga un permiso de residencia temporal por un año que se podrá prorrogar una vez y que permitirá solicitar un visado de residencia definitiva en Chile, según explicaron las autoridades.

Entonces, el presidente chileno, Sebastián Piñera, manifestó que la medida era una respuesta a la «grave crisis democrática» que sufre Venezuela y en consideración a la «política humanitaria» que tuvo ese país durante el régimen de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando muchos chilenos se exiliaron en Venezuela.

No obstante, «medidas como esta han demostrado ser de difícil o imposible acceso para la mayoría de personas venezolanas», criticaron desde el grupo de Movilidad Humana Venezolana.

En Ecuador, por su parte, el presidente Lenín Moreno anunció que su país comenzará a exigir visa a los nacionales de Venezuela en cuanto se complete su proceso de salida de Unasur, una alianza de naciones sudamericanas impulsada por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez de la que Moreno ha decidido sacar a su país.

Más difícil todavía para los venezolanos

Por Guillermo Olmo, corresponsal de BBC News Mundo en Venezuela

Solo pensar que la economía venezolana se redujo casi a la mitad en los años que Nicolás Maduro lleva en el poder da una idea de por qué más de 4 millones de venezolanos han dejado su país.

Es reseñable la solidaridad que muchos de sus vecinos, especialmente Colombia, han mostrado con ellos, abriéndoles las puertas pese a las tensiones a las que eso somete a sus servicios públicos.

Su actitud contrasta con la habitual en países más ricos, como Estados Unidos o la mayoría de los de la Unión Europea, que imponen toda clase de trabas a los inmigrantes y refugiados que llegan a sus fronteras.

Pero todo tiene un límite y la diáspora venezolana ha alcanzado una magnitud tal que la convierte en un enorme problema regional.

Muchos han criticado la decisión del gobierno peruano. Quizá antes de eso quepa hacerse una pregunta.

Si, como aseguran Estados Unidos y muchos de sus aliados, lo de Maduro es una «dictadura» que atenta contra los derechos humanos de los venezolanos, ¿no los hace eso acreedores al derecho al asilo?

¿Y no son los países más prósperos los que más deberían contribuir para hacerlo efectivo?

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