¿Está Xi al borde de una derrota tras las protestas en Hong Kong?
Las manifestaciones de Hong Kong contra la ley de extradición y la marcha atrás de las autoridades locales sobre esa inciativa suponen una insólita derrota para el presidente chino, Xi Jinping, en su deseo de reforzar la influencia de su régimen sobre la antigua colonia británica.
Al cumplirse 30 años de la sangrienta represión de Tiananmén, en Pekín, Xi optó por una «retirada táctica» ante la revuelta en Hong Kong, que sigue teniendo un estatuto especial en el seno del país, según Jean-Pierre Cabestan, de la Universidad Bautista de Hong Kong.
Los dirigentes comunistas «tuvieron miedo», opina este sinólogo. «Les preocupa las repercusiones en China» continental, lo que «ilustra la paranoia en el seno del partido (comunista chino), y su apego a la seguridad».
En China apenas se habló de las masivas movilizaciones de Hong Kong. Este lunes, los medios oficiales aludieron discretamente a la suspensión del proyecto de ley sobre extradiciones, pero silenciaban la gigantesca manifestación de este domingo.
Según el politólogo Willy Lam, de la Universidad china de Hong Kong, «los intelectuales y los habitantes de las grandes ciudades (de China continental) saben lo que ocurre«.
Y según él, la marcha atrás de las autoridades hongkonesas podría «alentar» a los defensores de la democracia, aunque sea «muy difícil» organizar en China continental un movimiento de protesta.
Las manifestaciones de Hong Kong aparecen como una reacción a la deriva autoritaria impuesta por Xi desde su llegada al poder en 2012, plantea Bill Bishop, editor del boletín Sinocism.
«El Partido, con Xi encabezándolo, proyecta una imagen más inquietante» asegura. Las manifestaciones suponen «un masivo rechazo a la idea de que Hong Kong será algún día totalmente absorbido por China«.
Según el acuerdo firmado con Gran Bretaña antes de la reintegración del territorio a China en 1997, Hong Kong tiene un estatuto especial, político y económico, hasta 2047.
Pekín empezó ya la semana pasada a distanciarse del proyecto de ley sobre extradición, afirmando que era iniciativa de la jefa del ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam.
Pero nadie puede creer que Lam tomara semejante decisión sin el aval de Pekín, señala Victoria Hui, politóloga en la Universidad Notre Dame en EE. UU.
Ahora Lam ve se enfrentada a otra exigencia de los manifestantes: su renuncia. Este domingo, cerca de dos millones de ciudadanos marcharon hacia la sede del Gobierno para exigirle a Lam que ponga atención a sus demandas o que dimita.
Pese a esto, la gobernadora de Hong Kong tiene un gran soporte en Pekín, pues «el gobierno central seguirá apoyando firmemente a la jefa del ejecutivo de la Región administrativa especial«, según declaró el portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores, Lu Kang.
De todos modos, la suspensión del proyecto de extradición en Hong Kong es, según Hui, «una derrota para Xi Jinping».
De forma similar opina Lam, porque para el investigador, el caso de Hong Kong erosiona la imagen de Xi. «El dirigente de 1.400 millones de personas es incapaz de controlar un territorio de 7 millones de habitantes«, ilustra.
En el poder desde fines de 2012, Xi reforzó el control del Partido comunista chino (PCCh) sobre la sociedad y lanzó una campaña de anticorrupción que afectó a varios de sus adversarios políticos internos.
Les preocupa las repercusiones en China
En 2017 obtuvo la potestad de mantenerse al frente del país tanto como lo desee, y su «pensamiento» entró oficialmente el año pasado en la Constitución, igual que el del fundador de la China comunista Mao Tse tung.
Pero Xi se enfrenta desde hace un año a una oposición interna alimentada por la guerra comercial con EE. UU., y la ralentización económica, según Cabestan. Reflejo de esas tensiones en la dirección del régimen es la ausencia de reunión desde hace 15 meses del Comité central, el «Parlamento» del PcCh.
el gobierno central seguirá apoyando firmemente a la jefa del ejecutivo de la Región administrativa especial
Este agravio infligido por los manifestantes de Hong Kong al régimen de Pekín se produce poco antes de una reunión del presidente chino con su homólogo estadounidense, Donald Trump, a fines de junio en Japón, con motivo del G20.
Pese a que Pekín no ha confirmado aún una reunión con Trump para hablar sobre la guerra comercial, Washington ya utilizó la «carta» de Hong Kong y amenazó con suprimir las ventajas comerciales si se adopta el proyecto de ley de extradición
Xi visitará Corea del Norte este jueves y viernes, un viaje que constituye el primero que realiza un mandatario chino a ese país en más de una década.
Mientras tanto, tras la revuelta de los hongkoneses, Xi «necesita demostrar firmeza, y no cederá fácilmente» advierte desde Pekín el polítólogo independiente Hua Po, que recuerda que el proyecto de ley de extradición fue suspendido sine die (sin plazo), pero no totalmente abolido.
AFP