Trama rusa planea sobre elecciones del 2020 en EE. UU., dice Fiscal

Más de 150. Ese fue el número de veces que Robert Mueller se negó a contestar este miércoles a preguntas que legisladores demócratas y republicanos le hicieron durante dos explosivas audiencias programadas en la Cámara de Representantes de EE. UU. para discutir la investigación que este Fiscal Especial adelantó sobre la interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales del 2016.

Como el propio Mueller había anticipado, su testimonio se centró casi exclusivamente en parafrasear el informe de 448 páginas que entregó en abril de este año en el que concluyó que su equipo no pudo recolectar, en los casi dos años de pesquisa, evidencia suficiente para determinar que la campaña de Donald Trump había conspirado con Moscú para influir en las elecciones presidenciales.

Así mismo, volvió a corroborar al menos 11 instancias en las que a su juicio el presidente obstruyó la justicia pero subrayando que nunca consideró si procesarlo o no ya que la doctrina vigente del departamento de Justicia es que el presidente no puede ser acusado por este crimen mientras está en la Casa Blanca.

Aunque los demócratas sabían que Mueller evitaría las preguntas capciosas, su parquedad y disciplina a la hora de contestar desinfló sus aspiraciones de sacar alguna respuesta que pusiera contra las cuerdas a Trump y abriera las puertas de un posible juicio de destitución.

El único momento que se acercó a ese escenario sucedió en la audiencia de la mañana en la Comisión de Justicia cuando un congresista demócrata le preguntó que si la única razón por la cual no había elevado cargos contra Trump eran las guías del departamento de Justicia que se lo impedían. Mueller, para el asombro del mundo, contestó que «si».Por espacio de una hora hubo gran revuelo en Washington pues el Fiscal acababa de confirmar que, desde su perspectiva, Trump sí había cometido un crimen (o varios) pero que no podía ser enjuiciado por un tecnicismo.

Pero luego, durante la segunda audiencia ante la Comisión de Inteligencia, Mueller reculó y pidió corregir esa respuesta para que reflejara lo dicho en el informe frente a este punto: que nunca se consideró si debían procesarlo o no por que no desde el comienzo era claro que no tenían la facultad para hacerlo.

Robert Mueller

Robert Mueller, Fiscal Especial para la trama rusa.

Aún así, las audiencias no estuvieron desprovistas de drama y hasta algunas noticias.

Mueller, por ejemplo, contradijo tanto al presidente como al Fiscal General, William Barr, al aclarar que la investigación nunca exoneró a Trump frente a los cargos de obstrucción.

Eso es poderoso pues deja una nube negra sobre el presidente e indica que existe evidencia muy clara sobre su interferencia durante la investigación.

Mueller, de hecho, también confirmó que el presidente bien podría ser enjuiciado una vez abandone la Casa Blanca.

Así mismo, fue categórico en que Rusia sí intervino, y de manera masiva, en las elecciones del 2016, y que lo hizo para favorecer las aspiraciones electorales de Trump.

Decir que esto es problemático es incluso subestimarlo por que lo que hace es estimular algo que es y debe ser una conducta ilegal

Algo que el presidente nunca ha querido reconocer. Es más, el Fiscal advirtió que esa misma interferencia está amenazando desde ya las elecciones del 2020, cuando Trump buscará la reelección.

De paso, le propinó una serie de golpes al primer mandatario. Primero dejando claro que su investigación no fue una ‘cacería de brujas’ (como la suele caracterizar el Presidente) pues terminó destapando una multitud de crímenes, entre ellos las mentiras de casi una decena de funcionarios y ex funcionarios de Trump -o miembros de su campaña- que le mintieron a las autoridades sobre sus contactos con los rusos.

Así mismo, que recibir cualquier tipo de ayuda electoral de una entidad foránea es un crimen «dependiendo de las circunstancias» y, como mínimo, «anti patriota y equivocado».

En ese mismo contexto criticó al presidente por haber estimulado públicamente a WikiLeaks para que publicara correos electrónicos de la campaña demócrata que obtuvieron ilegalmente.

«Decir que esto es problemático es incluso subestimarlo por que lo que hace es estimular algo que es y debe ser una conducta ilegal», dijo Mueller al referirse a los elogios que ofreció Trump a WikiLeaks por filtrar los correos de Hillary Clinton y el personal de su campaña.

Mueller, de otra parte, se vio por momentos confundido e inseguro en sus repuestas. Algo que le restó impacto a su testimonio y que los republicanos de inmediato resaltaron como una prueba de su falta de credibilidad.

En el fondo, más que grandes revelaciones, las audiencias con Mueller lo que buscaban era darle visibilidad a su reporte y elevar dudas ante la ciudadanía sobre la conducta de Trump.

La visibilidad estuvo. Lo que no es claro es si fue el tipo de luz que esperaban los demócratas o una que consigue, finalmente, poner un punto final a este oscuro episodio de la política estadounidense.

SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington
En Twitter @sergom68

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