México pierde protagonismo en los mercados bajo el gobierno de Amlo
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (Amlo), quedó contento por el exiguo crecimiento de la economía de su país, del 0,1 por ciento en el segundo trimestre del año, pero no ha reconocido, luego de ocho meses en el cargo, que México bajo su poder está perdiendo protagonismo mundial y hay altos índices de incertidumbre, desconfianza y la inversión extranjera registra un fuerte frenazo, entre otros aspectos.
La cifra, aunque mínima, alejó por ahora las malas noticias, pues si hubiera sido negativa, se habrían completado tres trimestres por debajo de cero en el comportamiento del producto interno bruto (PIB), lo que técnicamente se considera recesión económica.
Pero mirando las frías cifras, sí hay una caída neta del PIB del 0,7 por ciento, frente al segundo trimestre del 2018. Y aquí hay malas noticias, pues dicha caída supone la primera vez desde 2016 en que un trimestre cierra con un resultado rojo si se compara con el mismo período del año anterior.
Pero más allá de lo que mide la economía, analistas consultados por EL TIEMPO en México, Estados Unidos y Colombia dijeron que Amlo casi que se cerró al mundo, y una prueba de ello es que, luego de más de un año de haber sido elegido mandatario y ocho meses efectivos en el poder, no ha salido del país, en parte por su política de austeridad y también por su forma de ser.
En cambio, a importantes foros mundiales, como la cumbre del G20, a la que asisten los mandatarios de los países más desarrollados, envió a funcionarios de segundo nivel.
Para Javier Díaz Molina, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), “hay temor entre los empresarios, pues ese país está retrocediendo. La política de López Obrador está más enfocada hacia el mercado interno y hay menos agresividad internacional”. Considera que la conflictividad comercial que ha impuesto el presidente estadounidense, Donald Trump, en su relación con su socio del sur “no ha sido aprovechada por Amlo para diversificar los mercados”.
Otro ejemplo que muestra la forma en la que Amlo concibe su política de austeridad, que fue bandera de su campaña y con la que captó a miles de votantes, fue el cierre de las oficinas de ProMéxico, que promovía el comercio y la inversión internacional, impulsaba la participación del país en el panorama mundial y lo consolidaba como destino atractivo y seguro para la inversión extranjera, además fomentaba la exportación de productos nacionales y apoyaba la internacionalización de las empresas mexicanas.
Hay temor entre los empresarios, pues ese país está retrocediendo. La política de López Obrador está más enfocada hacia el mercado interno y hay menos agresividad internacional.
Un exfuncionario mexicano que prefirió omitir su nombre, pues acaba de ser cesado de una entidad por venir del gobierno anterior, le dijo a este diario que amparado en la austeridad, Amlo “ha recortado entre el 30 y 50 por ciento el personal en todas las entidades, y eso impide seguir con los proyectos y políticas, lo que, al final, retrasa el despegue de la economía”.
Otra entidad que eliminó el actual gobierno fue el Consejo de Promoción Turística de México, el organismo que trabajaba por impulsar el sector y captar visitantes internacionales.
México es el sexto destino turístico más importante del mundo, con 40 millones de visitantes en el 2018, y en buena parte esas cifras se deben a la promoción de la entidad que pasó a mejor vida hace algunos días.
Gregan Anderson, analista económico sénior de la firma financiera estadounidense Bulltick, dice que con Amlo “hay mucha incertidumbre con sus políticas, y en materia comercial y en la inversión, la caída ha sido dura. Tal vez para el segundo semestre, ayudado por el buen momento de Estados Unidos, México va a mejorar”.
Amlo ha recortado entre el 30 y 50 por ciento el personal en todas las entidades, y eso impide seguir con los proyectos y políticas, lo que, al final, retrasa el despegue de la economía.
De todas maneras, Anderson advierte que “los mensajes al sector privado son muchos y malos. Haber pedido parar la construcción del nuevo aeropuerto para Ciudad de México, incluso desde antes de que se posesionó Amlo, fue negativo”. Y asegura que “las firmas calificadoras van a bajarle la nota a México, y eso será malo para el peso y la inversión”.
Carlos Serrano, economista en jefe del banco BBVA en México, considera que “lo relevante es que la economía de su país se está desacelerando si consideramos que esta hace no mucho crecía a ritmos de dos por ciento”.
Serrano dice que entre las causas de esto “están la desaceleración del sector manufacturero en EE. UU., que a su vez ha resultado en un menor dinamismo de las exportaciones mexicanas no petroleras, la baja inversión privada y pública, y a esto se le suma la incertidumbre con las amenazas arancelarias de Trump”.
HOLMAN RODRÍGUEZ MARTÍNEZ
Redacción Internacional
Twitter: @holmanrodriguez