Macri, en el peor de los mundos tras derrota en primarias argentinas
Hace ya mucho tiempo que al presidente de Argentina, Mauricio Macri, las cosas no le salen bien. Pero el golpe más duro lo recibió el domingo pasado en las primarias, cuando se conoció que el peronista Alberto Fernández le sacó 15 puntos de ventaja en unos comicios considerados como un sondeo previo a las presidenciales del 27 de octubre, y que alejan al mandatario de la posibilidad de reelegirse.
Y aunque Macri esperaba una derrota frente a Fernández en las Paso (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias), la magnitud del revés electoral no estaba entre los planes. El peronista se quedó con el 47,65 por ciento de los votos y el presidente, con el 32,08.
“La diferencia en las Paso fue tan fuerte y tan abismal, sobre todo en la gran provincia de Buenos Aires, que tiene casi el 38 por ciento del electorado nacional, que deja prácticamente a Macri fuera de la carrera”, le dijo a EL TIEMPO el analista político Carlos de Angelis.
De acuerdo con los expertos, los votantes castigaron a Macri por la crisis económica que se manifiesta en un desempleo del 10,1 por ciento, una pobreza del 32 por ciento y una inflación del 55 por ciento. A eso se suma el plan de ajuste fiscal que el presidente lleva adelante con un auxilio de 56.000 millones de dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Las Paso generaron una especie de plebiscito en el que casi el 70 por ciento de la población dijo que no quería esta política económica. Ese porcentaje no sabe bien lo que quiere, pero sí sabe lo que no quiere”, agregó De Angelis.
Sobre el resultado de las elecciones sepan que les entendí. Que eso haya sucedido esto es pura y exclusivamente responsabilidad mía y de mi equipo de gobierno
La victoria de Fernández y el temor de que se descontinúen las políticas de Macri desataron una tormenta en los mercados el lunes, que llevó a una devaluación del peso argentino, que cayó un 18,76 por ciento, y a que la bolsa retrocediera alrededor de 30 por ciento.
Luego de mostrarse enojado con los votantes y de haber culpado de la incertidumbre financiera a la “difícil herencia” recibida del kirchnerismo en el poder, Macri tuvo que asumir la responsabilidad de la crisis.
“Sobre el resultado de las elecciones sepan que les entendí. Que eso haya sucedido esto es pura y exclusivamente responsabilidad mía y de mi equipo de gobierno”, dijo el presidente, al tiempo que anunció medidas que incluyen el aumento del salario mínimo, un alivio en el tributo a las ganancias que pesa sobre los sueldos, un bono al mes para los empleados de la administración pública, de las fuerzas armadas y la congelación del precio de los combustibles por 90 días, entre otras.
El problema, según los analistas, es que las medidas son apenas paliativas. “Si él hubiera hecho eso antes, podría haber tenido algún efecto en suavizar el gran dolor de la crisis de Argentina, pero ahora, a un poco más de dos meses antes de la elección, va a ser interpretado como una jugada política y no va a ser creíble a los ojos de muchos argentinos”, afirmó Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano.
Incluso hay quienes creen que el paquete propuesto por Macri puede restarle más votos. “Vimos una confusión del Macri candidato con el Macri presidente. Esto puede llegar a generar más enojo todavía porque si el presidente toma unas medidas simplemente para ganar elecciones, quizás se profundice el castigo en octubre”, dijo De Angelis.
De hecho, la inconformidad fue visible el jueves, cuando miles de personas se manifestaron en Buenos Aires para rechazar las políticas económicas y la crisis que tiene al país al borde del colapso.
Al final, la semana terminó con una depreciación del peso del 19,91 por ciento, con la degradación de la nota de la deuda argentina por parte de las agencias S&P y Fitch Ratings –que pasó de ‘B’ al ‘CCC’, al argumentar que la incertidumbre política “incrementa la probabilidad de un default soberano o algún tipo de reestructuración”–, y con la renuncia este sábado del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
«En virtud de las circunstancias, la gestión (de gobierno) necesita una renovación significativa en el área económica», afirmó Dujovne en su carta de renuncia. Ahora quien tomará la cartera, según medios locales, será el ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Hernán Lacunza.
Lo cierto es que el camino del presidente argentino a la reelección pareciera cuesta arriba, no solo porque la crisis económica se profundizó, sino también porque Fernández –pese a tener como fórmula presidencial a Cristina de Kirchner– es visto como un peronista más moderado. El candidato “ha dado señales de que va a tener una política y una postura más abierta a la comunidad internacional, financiera, con Estados Unidos y otros actores fundamentales”, manifestó Shifter.
Si vamos a lo profundo de la estructura, Macri no tiene tiempo para cambiar el plan económico
Ante ese panorama, los expertos consideran que lo mejor ahora para Macri es fortalecer su partido. “Si vamos a lo profundo de la estructura, Macri no tiene tiempo para cambiar el plan económico (…). Las probabilidades de ganar la elección son mínimas, sobre todo porque la provincia de Buenos Aires ya está perdida. Lo que tiene que hacer es minimizar los daños porque es una fuerza política que va a seguir en la Argentina (…). Si hacen eso, hasta quizás la sociedad los vuelve a ver con mejores ojos”, aseguró De Angelis.
“(…) Si Macri no es reelegido, que parece ser el caso, tiene una responsabilidad para por lo menos mantener una fuerza política que compita con el peronismo”, señaló Shifter.
SANDRA RAMIREZ CARREÑO
Subeditora internacional
EL TIEMPO