Claves de la fallida reunión entre Estados Unidos y los talibanes

Una sorpresiva noticia sobre la cancelación de una reunión secreta que EE. UU. iba a adelantar con los talibanes sacudió el sábado pasado la política internacional.

Se esperaba que el encuentro se llevara a cabo en la residencia presidencial de Camp David entre ese grupo, el gobierno de Afganistán y representantes de EE. UU. el pasado domingo, días antes del 11 de septiembre, fecha en la que se recuerda el ataque contra las Torres Gemelas.

El presidente de EE. UU., Donald Trump,  anunció que cancelaba la cita luego de que los talibanes admitieron la autoría de un atentado que acabó con la vida de once personas, entre ellas un soldado estadounidense.

(Noticia de contexto: EE. UU. volvería a negociar con los talibanes en Afganistán)

Después de eso, el mandatario dio “por muerto” el diálogo de paz. Luego, los mismos talibanes recrudecieron su lenguaje y advirtieron este martes que Estados Unidos “lamentará” si decide abandonar las negociaciones que buscaban una retirada de las tropas de territorio afgano.

En contraste a la posición de Trump, el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que no descartaba un regreso a las conversaciones. Además, manifestó que su país necesita un “compromiso significativo” por parte de ese grupo para retomar el diálogo.

¿Cuáles son los antecedentes de estas reuniones y qué se puede esperar, según los expertos, de estos nuevos anuncios?
A continuación, 4 puntos claves de este fallido encuentro.

Donald Trump

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, al anunciar la cancelación de los diálogos con los talibanes.

¿Qué se sabe de las reuniones?

Desde hace un año, el gobierno de Trump adelanta una serie de conversaciones en Catar con el gobierno de Afganistán y los talibanes para tratar de poner fin a casi dos décadas de guerra en ese país. Entre quienes iban a asistir a la reunión estaba Ashraf Ghani, presidente afgano.

Este domingo 8 de septiembre se esperaba que representantes de ambas partes llegaran a la residencia presidencial en Camp David para adelantaran un encuentro secreto, pero tras el anuncio del presidente la reunión no se pudo concretar.

Medios internacionales coinciden en que es sorpresivo el anuncio de Trump de acabar con el diálogo, ya que las negociaciones parecían iban a llegar a buen puerto tras 18 años de guerra.

Según ha trascendido en varios medios estadounidenses, Jhon Bolton, el asesor de seguridad nacional que despidió recientemente Trump, y Mike Pence, vicepresidente de EE. UU., no estaban de acuerdo con la llegada de los talibanes a Camp David – una residencia del presidente donde se han fraguado algunos de los acuerdos más emblemáticos de ese país-.

Las negociaciones parecían iban a llegar a buen puerto tras 18 años de guerra.

Mike Pence

Mike Pence, vicepresidente de EE. UU., no estaban de acuerdo con la llegada de los talibanes a Camp David

¿Cuál es el conflicto entre EE. UU. y talibanes?

La guerra en Afganistán inició el 7 de octubre de 2001, pocos días después del atentado contra las Torres Gemelas. El argumento de EE. UU. –cuyo presidente en este entonces era George Bush– era dar con el paradero de Osama Bin Laden, a quien se le atribuyó la responsabilidad de ese acto terrorista y del que se presumía estaba en ese país asiático bajo la protección de los talibanes.

Según datos de la cadena británica BBC, Washington tuvo entre 2010 y 2012 unos 100.000 soldados desplegados en todo ese territorio. Se estima que el costo en ese lapso creció al menos 100.000 millones de dólares por año.

Ese mismo medio explica que los talibanes surgieron poco después del caos en el que quedó sumido el país tras la guerra contra los rusos entre finales de 1970 y la década de 1980. Se dice que aparecieron en escuelas religiosas del islam bajo la financiación de Arabia Saudíes.

ejército Taliban

Se estima que durante el 2010 y el 2012 la guerra en Afganistán le costó a Estados Unidos unos 100.000 millones de dólares por año.

Foto:

Reuters

¿Qué respondieron tras la negativa de EE. UU.?

Tras el anuncio de Trump de no continuar con los diálogos, el grupo islámico advirtió que los combates seguirán en Afganistán si EE. UU. abandona las negociaciones.

«Teníamos dos formas de terminar con la ocupación de Afganistán, la de la yihad y los combates, y la del diálogo y las negociaciones. Si Trump quiere parar las negociaciones entonces emprenderemos el primero de estos caminos y pronto lo lamentarán», afirmó un portavoz, Zabihulá Mujahid.

Sin embargo, este martes se conoció una nueva versión en que la supuestamente los talibanes todavía tienen comunicación directa con Washington. Ellos afirman que siguen en contacto con la delegación de Estados Unidos con la que han mantenido conversaciones de paz durante el pasado año y pidieron una explicación oficial sobre la abrupta decisión de suspender el diálogo.

«Todavía estamos en contacto con el equipo negociador estadounidense y el canal de conversaciones sigue abierto», indicó el portavoz de la oficina política de los talibanes en Doha (Catar), Suhail Shaheen, en un mensaje en vídeo.

«El acuerdo ha sido finalizado y ambas partes lo han aceptado, queremos que esta guerra se resuelva por medios pacíficos», afirmó Shaheen en su mensaje, al tiempo que precisó que los talibanes no se habían comprometido a un alto el fuego antes de firmar el documento.

Todavía estamos en contacto con el equipo negociador estadounidense y el canal de conversaciones sigue abierto, indicó un portavoz

Mike Pence

El vicepresidente de EE. UU., Mike Pence, visitó en diciembre pasado a las tropas en Afganistán.

Foto:

Reuters

¿Qué dicen los expertos?

«La decisión de Trump no es una estrategia a largo plazo, se trata de una táctica para presionar a los talibanes para que acepten las peticiones de Estados Unidos y el Gobierno afgano», explicó el analista político y antiguo diplomático afgano en Pakistán, Ahmad Sayeedi.

Algunos analistas señalan que un acuerdo apresurado entre EE. UU. y los talibanes podría llevar a una guerra civil, mientras que otros expertos han apuntado rápidamente que el corte de las negociaciones no hace sino elevar el riesgo en Afganistán.

El grupo controla más territorio que en cualquier otro momento desde la invasión estadounidense en 2001, y está dispuesto a continuar su «yihad sagrada» hasta el final. Lo cierto es que los talibanes se han negado en todo momento a anunciar un alto el fuego antes de la firma del acuerdo, una petición recurrente de los gobiernos afgano y estadounidense.

Pero la formación insurgente ha evitado hacerlo y, en opinión del analista político y profesor retirado de la Universidad de Kabul Matiullah Kharoti, es posible que ni siquiera sea capaz de hacerlo cumplir.

Afganistán vivió en 2018 su primer alto el fuego en 17 de años de conflicto, que apenas duró tres días, pero los insurgentes no están en posición de aplicar un cese de las hostilidades completo porque en el país hay 21 grupos armados activos que apoyan a los talibanes, según Kharoti.

Los talibanes no tienen tanto control sobre ellos, señala, antes de advertir que el potente aparato militar de Pakistán tampoco está interesado en un alto el fuego completo. «La decisión de Trump no ayudará a reducir el nivel de violencia y los ataques talibanes al alza en Afganistán», concluyó Kharoti.

Redacción internacional* 
Con AFP y Efe

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