Hasta los republicanos atacan idea de Trump de sacar tropas de Siria
Como si le faltaran problemas, el presidente Donald Trump desató otra tormenta al ordenar el retiro de tropas estadounidenses del norte de Siria y de paso dar “luz verde” a una incursión militar de Turquía a una zona del país en la que están ubicadas fuerzas kurdas leales a EE. UU., en la batalla contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
La movida fue cuestionada en duros términos incluso por miembros del partido republicano que la catalogaron como miope e irresponsable.
“Turquía lanzará muy pronto sus operaciones en el norte de Siria. Las Fuerzas Armadas de EE. UU. no apoyará o estará involucrado en esa operación y, dado que EE. UU. ya derrotó al Estado Islámico, tampoco hará presencia en el área inmediata”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Como he dicho antes, si Turquía hace algo que yo, en mi gran e inigualable sabiduría, considere fuera de límites, destruiré y arrasaré la economía de Turquía (lo he hecho antes)”.
Es una movida que podría tener consecuencias en la guerra que se libra en ese país desde 2011, pero que también responde a la promesa de Trump de salir del conflicto.
Desde que el EI declaró a Siria como objetivo para la creación de un califato, EE. UU. y países europeos han unido fuerzas con milicias kurdas (autodenominadas Unidades para la Protección del Pueblo (YPG) por su sigla en inglés) que están en la frontera con Turquía y que ayudaron frenar el avance del EI.
As I have stated strongly before, and just to reiterate, if Turkey does anything that I, in my great and unmatched wisdom, consider to be off limits, I will totally destroy and obliterate the Economy of Turkey (I’ve done before!). They must, with Europe and others, watch over…
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 7, 2019
Ankara, sin embargo, cataloga a las YPG como una organización terrorista asociada con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), grupo que lleva 30 años luchando con el gobierno por su independencia y autonomía.
El temor es que al EE. UU. retirar los 1.000 hombres que mantenía en esa zona, Turquía arrase con las YPG.
En un fuerte pronunciamiento, el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, le pidió a Trump “ejercer liderazgo” y dar marcha atrás a su decisión.
Según McConnell, la decisión podría provocar un conflicto entre Turquía y la coalición multinacional que lucha contra el EI y hasta causar un rompimiento de relaciones entre Washington y Ankara. Dijo que en el Senado hay los votos como para obstaculizar su decisión si no corrige el rumbo.
Lindsey Graham, presidente de la Comisión Judicial de la Cámara Alta, y uno de sus aliados más cercanos en el Congreso, dijo que Trump estaba entregando a Siria en una bandeja de plata a Rusia e Irán y cuestionó la idea de que EE. UU. ya ganó la guerra contra el EI.
“Es un desastre. Me siento mal por los estadounidenses y aliados que se han sacrificado para destruir al EI por que está decisión virtualmente asegura que reaparecerán. Qué tristeza, qué peligroso. Trump puede estar cansado de luchar contra el extremismo islámico pero ellos NO se han cansado de luchar contra nosotros”, escribió Graham en Twitter.
Any incursion into northern Syria by Turkey creates a nightmare for the region & US national security interests.
It will be met with most severe sanctions against Turkey’s military and economy – by Congress – at a time we should be working together to solve common problems.
— Lindsey Graham (@LindseyGrahamSC) October 7, 2019
La preocupación de los republicanos, que también comparten en el Pentágono, es que el diezmado EI aproveche la salida de EE. UU. para ganar terreno. Un vacío que también podría aprovechar el presidente sirio Bashar al Assad –y sus aliados en Rusia y Irán– para aplastar a la oposición en este país.
Trump defendió su decisión alegando que EE. UU. estaba pagando la mayor parte del costo económico de la guerra y cuestionó a los europeos por no hacer lo suficiente.
Luego de catalogar el conflicto en Siria de “ridículo, interminable y tribal”, Trump lanzó un destemplado ataque contra Turquía que dejó a muchos boquiabiertos: “Como he dicho antes, si Turquía hace algo que yo, en mi gran e inigualable sabiduría, considere fuera de límites, destruiré y arrasaré la economía de Turquía (lo he hecho antes)”.
Una amenaza muy seria contra un país que se supone es un aliado de la Otán.
En el Congreso, no obstante, los republicanos impulsan una ley para sancionar económicamente a Turquía si el presidente Recep Erdogan ataca a las milicias kurdas.
Y desde el Pentágono advirtieron que Erdogan debe respetar los límites de una zona segura en el norte de Siria que se negoció con EE. UU. para proteger a los kurdos
kurdos y a la que no podrían entrar las tropas turcas.
En cualquier caso la polémica decisión se da en momentos en los que el presidente necesita del fuerte respaldo de los republicanos en el Congreso para contrarrestar la investigación con fines de destitución que inició la Cámara de Representantes tras una llamada con el presidente de Ucrania en la que pidió investigar a Joe Biden, su más probable rival en las elecciones del 2020.
Trump puede estar cansado de luchar contra el extremismo islámico pero ellos NO se han cansado de luchar contra nosotros
De hecho, hay quienes ya sostienen que Trump quiso provocar esta nueva crisis en Siria para disipar la atención que se viene dando a ese escándalo.
Trump también anunció hace meses que retiraría a 14.000 tropas de Afganistán, país que EE. UU. invadió hace 18 años, pero ese plan hasta el momento no se ha concretado.
SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington
En Twitter: @sergom68