EE. UU. y China alcanzan un acuerdo comercial parcial
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes la primera etapa de un acuerdo comercial con China que abarca la propiedad intelectual, el sector financiero y las tasas de cambio. Luego de la reunión con el jefe negociador chino Liu He, la Casa Blanca suspendió también los aranceles que planeaba aplicar desde el martes a productos chinos importados por unos 250.000 millones de dólares, dijo el secretario del Tesoro Steven Mnuchin.
«Llegamos a un acuerdo muy sustancial de fase uno», dijo Trump tras reunirse con Liu He. Según el mandatario estadounidense, esa primera fase incluye la propiedad intelectual, los servicios financieros y la tasa de cambio y dijo que esperaba firmar el acuerdo en las próximas semanas con el líder chino Xi Jinping.
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Los detalles divulgados fueron escasos pero lo que se informó parece dar margen a que ambas partes canten victoria, eviten un aumento de la guerra comercial que perturba al mundo y se den más tiempo para discutir los puntos más difíciles.
«Estamos contentos», dijo Liu He, afirmando que las conversaciones continúan y agregó que hubo un «progreso sustancial en muchos campos». Trump dijo más temprano, a través de su cuenta de Twitter, que «hay una sensación más cálida» sobre el futuro de las negociaciones mientras que Mnuchin afirmó que lo discutido en Washington desde el jueves fue muy «productivo».
One of the great things about the China Deal is the fact that, for various reasons, we do not have to go through the very long and politically complex Congressional Approval Process. When the deal is fully negotiated, I sign it myself on behalf of our Country. Fast and Clean!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 11, 2019
El buen ánimo fue una rápida mejora tras una semana en que ambos gobiernos parecieron haberse adentrado en un callejón sin salida. Washington atacó a Pekin por asuntos políticos vinculados a los derechos humanos y a la persecución étnica en Xinpiang. Aunque tal vez no fue tan amplio, el acuerdo es una buena noticia para Trump cuyo mandato está amenazado por la posibilidad de un juicio de destitución.
Trump enfrenta, además, críticas de republicanos y demócratas por permitir una intervención turca contra sus aliados kurdos en el noreste de Siria. Wall Street operó en alza durante toda la jornada debido al optimismo que emanaba de Washington pero luego redujo en algo las ganancias porque el acuerdo no fue demasiado extenso.
Desde que empezó el choque con China el año pasado, varios momentos de aparente acercamiento quedaron en la nada y dieron lugar a un mayor deterioro de las relaciones entre Washington y Pekín.
Las dificultades de la negociación
El departamento del Tesoro calificó en agosto a China como país manipulador de moneda y acusó a Pekín de manejar el yuan para sacar ventajas comerciales. Hasta ahora, China se ha rehusado a realizar los cambios que exige Trump porque considera que, de hacerlo, podría provocar problemas en el gobernante Partido Comunista.
China Daily, el periódico del Partido Comunista, dijo el viernes en un editorial que un acuerdo parcial «es objetivamente más factible y podría ser de interés para ambas partes». Entretanto, el gobierno de Trump sigue examinando mecanismos para mantener la presión sobre Pekín más allá de aplicarle aranceles. Washington acusa a
China de intentan dominar la economía mundial mediante gigantescas intervenciones del Estado en los mercados, robo de propiedad intelectual, piratería
y subsidios. Esas acusaciones son compartidas por Europa y Japón.
Larry Kudlow, asesor económico de la Casa Blanca, dijo esta semana que Washington podría aumentar la vigilancia de las compañías chinas que operan en Estados Unidos.