Liberación del ‘Chapito’ recuerda el poder del narcotráfico en México

Luego de los feroces enfrentamientos del jueves entre el crimen organizado y las fuerzas federales en la ciudad de Culiacán, que dejaron al menos 8 muertos, 16 heridos y 49 reos fugados, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, enfrenta la peor crisis de su gobierno, al tiempo que se vuelve a demostrar que, lejos de haber sido doblegado, el poder narcotráfico sigue intacto y le plantea un serio desafío al país.

Pero también, según expertos, les deja el peligroso mensaje a los carteles de la droga de que el gobierno es vulnerable y que puede ser intimidado.

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La serie de hechos violentos que se registraron en la capital del estado de Sinaloa ocurrieron con ocasión de la captura Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán (preso en Estados Unidos), sobre quien pesa una solicitud de extradición de Estados Unidos.

El ‘Chapito’, como también se lo conoce, fue hallado por un comando de 30 militares y de la Guardia Nacional en una casa en Culiacán. Para evitar su detención, Ovidio Guzmán desató al menos seis horas de tiroteos y bloqueos en esta ciudad, cuyas calles fueron escenario de escenas de pánico.

Hijo del 'Chapo' Guzmán

El gobierno de México ordenó liberara a Ovidio Guzmán, alias ‘el Chapito’, luego de que hombres enfusilados sitiaron Culiacán.

Foto:

Archivo Particular

No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas. Ellos (el gabinete de seguridad) tomaron esta decisión (liberarlo) y yo la respaldé”, dijo el mandatario a modo de justificación. “No se puede apagar el fuego con el fuego (…) no queremos la guerra”, agregó tras aceptar los errores en el fallido operativo.

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No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas

Pero lo cierto es que los hechos de Culiacán muestran el poder y control que aún tienen los grupos de delincuencia organizada, en este caso el Cártel de Sinaloa, y dejan al descubierto las fisuras en la política de seguridad del gobierno de López Obrador.

De hecho, en su editorial de este viernes, el diario El Universal, de México señaló que la oleada de violencia y terror que ha recorrido la geografía nacional “hace repensar que tender la mano a la delincuencia y ser benevolentes con quienes han optado por el delito como modo de vida, con toda la buena voluntad que se pretenda para lograr un acercamiento y pugnar por una reconciliación nacional, tal vez no sea la mejor de las estrategias de pacificación. Y lo peor es que todo indica que no”.

Balacera en Culiacán

Vehículos incendiados durante una enfrentamiento de grupos armados con las fuerzas federales este jueves, en las calles de la ciudad de Culiacán, en el estado de Sinaloa (México).

AMLO fue elegido con la promesa de detener años de violencia y ha mantenido una tasa de aprobación de más de 60 por ciento a pesar de que los homicidios van camino a romper el record del 2018 –hasta agosto registraban un aumento de más de 3%– y que la economía está estancada.

Ante los hechos en Culiacán, el experto en seguridad Alejandro Hope escribió en Twitter que “lo único peor a intentar capturar a un capo sin planeación indebida y detonar una batalla campal es intentar capturar a un capo sin planeación debida, lograrlo, detonar una batalla campal y acabar liberándolo”. “Claramente no planeo ni anticipo la respuesta que generaría perseguir al hijo de uno de los líderes de drogas más notables en México, dada la influencia del cartel en la ciudad”, escribió en un informe de investigación Daniel Kerner, analista de Eurasia Group.

No solo lograron que el gobierno liberara a Ovidio, sino que demostraron a los ciudadanos de Culiacán y al resto de México quién tiene el control

Y Alejandro Schtulmann, director de la consultora política Empra, dijo que el gobierno de López Obrador está enviando un mensaje peligroso a los carteles de la droga de que el gobierno mexicano puede ser intimidado por ataques terroristas contra civiles. Según Schtulmann, ahora otros grupos que enfrenten un arresto pueden “recurrir a los mismos métodos”. “Esto pudo haber abierto la caja de Pandora en el contexto de la lucha contra el crimen organizado”.

Culiacán México

Un vehículo de carga calcinado se observó este viernes tras los enfrentamientos del jueves de las fuerzas federales con grupos armados, en la ciudad de Culiacán, en el estado de Sinaloa (México).

Foto:

Juan Carlos Cruz. Efe

Por su parte, Gladys McCormick, analista de seguridad de la Universidad de Syracuse en EE. UU., afirmó que si hay algo “ incontrovertible es que el Cartel de Sinaloa ganó la batalla de ayer (jueves)”.

“No solo lograron que el gobierno liberara a Ovidio, sino que demostraron a los ciudadanos de Culiacán y al resto de México quién tiene el control”, añadió la analista.
Una opinión en la que coincide el experto en seguridad Javier Oliva. “La pregunta que debemos hacernos visto lo de ayer (jueves) es quién manda en Culiacán”, expresó Oliva, quien destacó la gran “capacidad logística de los criminales” en la respuesta a la captura.

Pero los efectos de esta ola de violencia puede incluso tener un “impacto económico muy importante”, según el director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner.

El episodio de Culiacán se sumó a los enfrentamientos registrados esta semana en los estados de Michoacán y Guerrero, que dejaron como saldo 28 muertos. Cabe recordar que durante los gobiernos de Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018), la llamada guerra contra el narcotráfico dejó más de 250.000 muertos y más de 40.000 desaparecidos.

REDACCIÓN INTERNACIONAL*
*Con información de AFP y Efe

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