Evo Morales, a un punto de ser nuevamente presidente de Bolivia

La junta electoral de Bolivia actualizó el lunes su conteo preliminar de votos después de su inesperada interrupción un día antes, que provocó protestas y llamados de observadores internacionales y gobiernos extranjeros para que se garantice la transparencia.
Con 95 % de los votos escrutados, el presidente boliviano Evo Morales tenía el 46 % y su principal rival, Carlos Mesa, el 37 %.
Morales extendió su ventaja, pero aún así probablemente tenga que disputar una segunda vuelta con Mesa en diciembre, según los datos del sitio web de la junta electoral.
El actual presidente aún no tiene los 10 puntos porcentuales de diferencia sobre su rival que le evitarían una riesgosa segunda vuelta con Mesa en diciembre, según los datos del sitio web de la junta electoral.
El país, mientras tanto, vive una tensa espera de los resultados, con un recuento lento observado por la oposición ante las sospechas de fraude por parte del Gobierno de Evo Morales, que pide calma para no radicalizar el clima electoral.
El candidato opositor Carlos Mesa, seguro de que si no se manipulan los resultados irá a una segunda vuelta con Morales, llamó a los suyos a estar vigilantes de un recuento oficial del que no se fía desde la misma noche electoral del domingo.
Con consignas de que no quieren para Bolivia una crisis como la que arrastra Venezuela y gritos en pro de la democracia, seguidores de su formación, la alianza Comunidad Ciudadana, esperan frente al hotel de La Paz donde el órgano electoral del país instaló su base para el cómputo de votos.
La aparición de simpatizantes oficialistas caldeó los ánimos, sin que se pasara más allá de reproches verbales y silbatos mutuos.
Mientras el Gobierno de Morales, quien no había comparecido personalmente en público, algo inusual en su apretada agenda diaria de actos sin descanso desde la madrugada, hizo ante la sociedad boliviana un llamado a no caldear el ambiente.
Poco antes de la llamada a la calma en boca de su canciller, Diego Pary, y del ministro de Comunicación, Manuel Canelas, el Comité Nacional de Defensa de la Democracia había convocado en cambio a la «resistencia civil».
Su presidente, Waldo Albarracín, advertía incluso al Ejecutivo de que el país puede desembocar en una «guerra civil» si se extiende la sensación de fraude pese a que los ministros insistan en que está garantizada la transparencia del conteo.
REUTERS Y EFE