Clase media en Chile ‘no ve solución con medidas’ de Piñera
El paquete de medidas que el presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció el martes, en medio de protestas y después de pedir perdón por no haber “tenido visión de la inequidad” que venía creciendo, puede resultar insuficiente para conjurar la crisis social y podría exacerbar las protestas en el futuro, pero no afectará el modelo de desarrollo, según analistas.
Entre los cambios que prometió el mandatario figuran el aumento del 20 por ciento de la pensión básica universal –que beneficiaría a 1,5 millones pensionados–, un aumento adicional a los jubilados mayores de 75 años, la creación de un seguro para gastos en medicamentos no cubiertos por programas sociales, y un ajuste del salario mínimo, que quedaría en 482 dólares.
Asimismo, el mandatario prometió la imposición de mayores impuestos a los sectores de más altos ingresos y la suspensión de un alza del servicio de electricidad.
Pero las medidas no fueron suficientes para aplacar las protestas, que ya dejan un saldo de al menos 18 muertos, 173 heridos y 5.400 detenidos. Ayer, miles de personas volvieron a las calles a continuar con la manifestación, un estallido social iniciado el viernes, días después de que haberse anunciado el alza de la tarifa del metro de Santiago, pero que tiene como telón de fondo la desigualdad social.
Las protestas siguen mostrando el descontento entre la población y la realidad de un país que ha sido considerado la ‘Suiza latinoamericana’ por su desempeño económico.
Según le dijo a EL TIEMPO Cristian Parker, doctor en sociología chileno y vicerrector de la Universidad Santiago de Chile, “no hay una contradicción entre las medidas que pondrá en marcha el gobierno de Piñera y el modelo económico neoliberal que lleva aplicándose varios años” en el país.
Miles de chilenos salieron a marchar en Valparaíso, Chile.
Rodrigo Garrido / Reuters
Los expertos coinciden en que las medidas anunciadas por Piñera pueden ser vistas como populistas, pero no logran solucionar el problema de fondo.
“Se esperaba algo más sustantivo. El anuncio que realizó el presidente deja una sensación de insatisfacción enorme a mucha gente. (…) Es una maniobra con la que busca ganar tiempo, busca debilitar y dividir el movimiento”, dijo a este diario Octavio Avendaño, profesor asociado del Departamento de Sociología de la Universidad de Chile.
El Gobierno está equivocado en el mensaje y a quién lo dirige. No logra entender que los manifestantes vienen de los sectores medios
De acuerdo con Parker, el problema con los anuncios hechos por Piñera es que no apuntan a un cambio trascendental. “No se reforma el sistema tributario ni el de pensiones, ni se modificará la privatización de la salud. Es decir, el modelo neoliberal no se toca”, afirmó.
Asimismo, Avendaño explica que las medidas “no afectan en nada el actual modelo de desarrollo” de Chile. De hecho, según el Ministerio de Finanzas de ese país, se estima que la inversión en los ajustes equivaldrá a unos 1.200 millones al año, lo que representa cerca del 0,4 por ciento del PIB.
“El Gobierno está equivocado en el mensaje y a quién lo dirige. No logra entender que los manifestantes vienen de los sectores medios. El mensaje (de Piñera) va para los más empobrecidos, no para los sectores medios emergentes y que no ven una solución”, dijo Avendaño, quien, además, agregó que las soluciones planteadas por Piñera deben pasar por un trámite legislativo que puede tardar más de un año, es decir, son a mediano plazo.
Asimismo, Parker explicó que lo que “buscan las medidas es recuperar el apoyo de cierto sector de la ciudadanía, y no responder a las demandas principales”.
Sin embargo, el académico advirtió que las acciones que tomará el Gobierno, “por ser insuficientes, podrían convertirse en un arma de doble filo, pues pueden retroalimentar las protestas con los mismos y con otros actores”.
El Gobierno aplicó ayer el toque de queda por quinta jornada consecutiva, aunque fue recortado a seis horas a partir de las 10 de la noche, y se incrementaron las denuncias de abusos de las autoridades.
Fernando Cvitanic, profesor chileno de la Universidad de La Sabana de Bogotá, le dijo a este medio que es lamentable que su país haya tenido que llegar a esa explosión social. “No es la forma como se hubiera tenido que llegar, con violencia, pero esa situación se venía incubando desde hace tiempo”, declaró el académico.
HOLMAN RODRÍGUEZ MARTÍNEZ
Redacción Internacional @holmanrodriguez