Conteo oficial da victoria a Evo, mientras crece presión para balotaje

El mandatario boliviano, Evo Morales, ganó las elecciones presidenciales del domingo pasado, según los resultados oficiales presentados la noche de este jueves, después de una primera vuelta marcada por un polémico recuento de los votos, que desató manifestaciones y denuncias de fraude, y llevó a que creciera la presión internacional para una segunda vuelta.

Con el 99,92 por ciento de los sufragios escrutados, Morales está cerca de ganar con el 47,07 por ciento, seguido por el opositor Carlos Mesa, que tiene el 36,51 por ciento, de acuerdo con el resultado parcial pero irreversible que mostraba el sitio web del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Las cifras incluyeron los votos válidos de quienes viven en Bolivia y de los bolivianos residentes en 33 países del mundo.

El órgano electoral aún no ha proclamado formalmente la victoria del presidente, que Mesa advirtió que no reconocería porque existe “un gigantesco fraude” a favor del mandatario. El TSE ha sido criticado por su actuación durante el conteo, inclusive por su propio vicepresidente, que renunció luego de que se interrumpiera la publicación de resultados entre el domingo y el lunes.

Manifestaciones frente a OEA

Un grupo de personas se manifestó este jueves contra el presidente de Bolivia, Evo Morales, y del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

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Lenin Nolly. Efe

Horas antes de que los números oficiales le dieran el triunfo a Morales, el mandatario ya había declarado ayer la victoria. “Una buena noticia (…). Ya ganamos en la primera vuelta”, dijo.

Sin embargo, la duda se mantuvo hasta el último momento. Tanto que poco después de reivindicar su victoria, Morales se dijo dispuesto a ir a un eventual balotaje si los resultados de la primera vuelta lo exigían. Pero con el resultado del TSE, Morales, en el poder desde 2006, evitaría la segunda vuelta.

La ley establece que para ganar en la primera ronda, un candidato debe obtener al menos el 40 por ciento de los votos y una ventaja de 10 puntos sobre el segundo contendiente.

‘Si el resultado final dice que vamos a segunda vuelta, vamos a ir’

El clima de tensión en Bolivia que comenzó tras los comicios del domingo se mantuvo en el país durante todo el recuento. De hecho, sectores opositores están en huelga parcial desde el miércoles, y Mesa reclamó una segunda vuelta. Las sospechas de fraude se multiplicaron después de las primeras cifras el domingo, que insinuaban un inédito balotaje. Pero, tras una interrupción, hubo un vuelco que dejó a Morales cerca de la reelección en primera vuelta.

Evo prometió este jueves defender los resultados. “Si el resultado final dice que vamos a segunda vuelta, vamos a ir, (pero) si el cómputo oficial dice que no hay segunda vuelta, vamos a respetar, vamos a defender”, dijo. En la tarde del jueves, el mandatario criticó el hecho de que la misión de observadores de la OEA se declarara a favor de realizar una segunda vuelta para dirimir la disputa, antes incluso del final del recuento oficial. 

Luis Almagro, Secretario General OEA

El secretario de la OEA, Luis Almagro (foto), aceptó realizar la auditoría con la condición de que los resultados fueran vinculantes.

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Jaiver Nieto / EL TIEMPO

“No quiero creer que la misión de la OEA está con el golpe de Estado”, dijo Morales, repitiendo la denuncia que formuló un día antes, cuando equiparó la huelga y las protestas opositoras con un alzamiento en su contra.

Por su parte, el canciller boliviano, Diego Pary, cuestionó ayer ante el Consejo Permanente de la OEA la “falta de ecuanimidad” de la Misión de Observación que envió a su país para verificar las elecciones presidenciales. En el mismo escenario, el secretario general de esa organización, Luis Almagro, había pedido que no se declarara a un ganador en las presidenciales hasta que concluya una auditoría que adelantaría un equipo de esta organización hemisférica y que fue pedida por Bolivia.

Almagro aceptó la solicitud del gobierno de Morales de inmediato, pero no sin antes aclarar que el resultado de esa auditoría debería ser vinculante para las partes. Pero Pary, en declaraciones a la prensa tras finalizar la sesión en la OEA, ofreció una respuesta contradictoria frente al pedido del secretario general. Primero dijo que su país respetará el resultado de la auditoría, pero acto seguido insistió en que la última palabra la tendría el dictamen del TSE.

EE. UU., Brasil, Argentina y Colombia plantearon un balotaje en Bolivia si la OEA no consigue verificar los resultados de la primera vuelta.

De acuerdo con el canciller, está por iniciarse un proceso de negociación con la OEA y otros actores para determinar el alcance de la auditoría y qué ámbitos del proceso electoral se tendrán en cuenta.

Lo cierto es que la presión internacional para una segunda vuelta, como lo planteó la Misión de Observación de ese organismo, tomó más fuerza ayer. EE. UU., Brasil, Argentina y Colombia plantearon un balotaje en Bolivia si la OEA no consigue verificar los resultados de la primera vuelta. Los cuatro países agregaron que están “profundamente preocupados por las anomalías” en las elecciones del 20 de octubre.

Al llamado también se unió la Unión Europea. “(…) La mejor opción sería realizar una segunda vuelta para restablecer la confianza y asegurar el respeto pleno de la elección democrática del pueblo boliviano”, dijo la portavoz de la diplomacia europea, Maja Kocijancic, en un comunicado.

AFP y SERGIO GÓMEZ MASERI
Corresponsal de EL TIEMPO
Washington

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