Por qué México no quiere a las ONG en los centros de migrantes

Autoridades mexicanas suspendieron temporalmente el ingreso de organizaciones civiles y religiosas a estaciones de migrantes en el sur del país, en el marco de deportaciones masivas de cientos de hondureños integrantes de una caravana que pretendía llegar a Estados Unidos.

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La medida se dio a conocer a través de la filtración de un oficio en redes sociales, cuya veracidad ya fue confirmada por el Instituto Nacional de Migración (INM) de México. «El INM reconoce la importante labor que realizan estas asociaciones y organizaciones (…) Sin embargo, debido a la contingencia, resulta necesario que personal migratorio enfoque sus esfuerzos en atender a la población migrante, respetando en todo momento sus derechos humanos», señaló el INM en el documento filtrado.

Indicó que la medida de «suspender temporalmente» el ingreso de las organizaciones de atención a las estaciones se tomó para «brindar atención prioritaria a los migrantes y se cumpla con el servicio público encomendado al INM».

Las autoridades informaron, en un nuevo documento emitido la noche del martes, que este miércoles se notificará a estas asociaciones sobre las nuevas fechas para su ingreso a los centros de retención de migrantes.

Migrantes centroamericanos

Cientos de migrantes han sido detenidos por las autoridades mexicanas en los últimos días.

Foto:

Victoria Razo. AFP

Organizaciones defensoras de derechos humanos, incluida la oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, exhortaron al gobierno mexicano a «preservar la unidad de las familias migrantes» y a asegurar la no devolución de quien enfrenta riesgos de persecución.

México ha deportado a unos 2.300 hondureños, integrantes de la llamada «caravana 2020», en un periodo que comprende del 18 al 27 de enero, según un conteo difundido el lunes por la Secretaría de Gobernación (interior) y el INM.

Las autoridades mexicanas afirmaron que la deportación de los hondureños se efectuó «en apego a la Ley de Migración y con pleno respeto a los derechos humanos».

Pero efectivos de la Guardia Nacional detuvieron la semana pasada con golpes y gases lacrimógenos a unos 800 integrantes de la caravana que intentaban transitar por la frontera sur de México, lo que generó un ambiente de mucha tensión, e incluso una crisis de pánico entre mujeres y niños.

Tras las multitudinarias caravanas de finales de 2018 y principios de 2019, el presidente estadounidense Donald Trump amenazó a México con sanciones comerciales si no tomaba medidas para detener la oleada migratoria. López Obrador desplegó entonces unos 26.000 militares en sus fronteras norte y sur. 

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