Día clave para Trump, Senadores deciden el futuro del juicio político
Después de tres días de alegatos acusatorios, otros tres para la defensa de Trump y dos -que concluyeron este jueves- de preguntas y respuestas de ambas partes, los senadores deben decidir este viernes si alargan el juicio con nuevas pruebas o testigos o por lo contrario convocan a una votación final para destituir o no al presidente de EE. UU.
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Los demócratas saben que casi no tienen posibilidades de sacar al multimillonario de su cargo, ya que la Constitución impone una mayoría de dos tercios, o 67 votos, para condenarlo. Sin embargo, menos de 300 días antes de las elecciones presidenciales, esperan presentar nueva información embarazosa para el inquilino de la Casa Blanca.
Por lo tanto, presentarán, a última hora de la tarde del viernes, una moción para obtener el derecho de llamar a testigos. Si obtienen los 51 votos necesarios, lo que implica sumar la adhesión de cuatro senadores republicanos a su causa, el
juicio continuará un poco más.
De lo contrario, los cien miembros de la Cámara alta podrían pasar a votar rápidamente un veredicto, tal vez por la tarde del viernes o el sábado. Según uno de sus allegados, a Trump le gustaría ser absuelto a tiempo para dar el tradicional discurso del Estado de la Unión el martes.
Si los demócratas obtienen los 51 votos necesarios, el juicio continuará un poco más
El resultado de esta votación es incierto: la senadora republicana moderada Susan Collins dijo el jueves por la noche que apoyará la convocatoria de testigos, pero su colega Lamar Alexander aseguró que no lo hará. Otros dos republicanos todavía dudan.
Sin certezas, la especulación abunda en los pasillos del Capitolio. Y en el hemiciclo, Adam Schiff, líder de la acusación en el juicio político, corteja al jefe de la Corte Suprema, John Roberts, quien preside el juicio. Si la votación termina en empate (50-50), los demócratas le pedirán que vote en apoyo a su moción. Pero el magistrado podría negarse y la moción fracasaría.
El voto exprés que promueven los republicanos marcaría un fuerte contraste con el último juicio político de EE.UU., el celebrado en 1999 contra el entonces presidente Bill Clinton, en el que el Senado convocó testigos y luego deliberó durante tres días a puerta cerrada antes de pronunciarse sobre si el mandatario era culpable.
La jornada de preguntas y respuestas
Durante la jornada de este jueves, la acusación y la defensa en el juicio político a Donald Trump chocaron varias veces sobre la posibilidad de llamar a nuevos testigos ante los senadores encargados de juzgar al presidente de Estados Unidos.
Los fiscales demócratas «dijeron que tenían un caso abrumador», dijo el abogado de la Casa Blanca Patrick Philbin en una tensa sesión de preguntas y respuestas. «¿Por qué necesitan más evidencia y testigos? Esto es completamente contradictorio», agregó, pidiendo a los cien senadores que rechacen la solicitud de la parte acusadora de escuchar a varios asesores y exasesores de la Casa Blanca.
«¿Por qué no quieren llamar miembros de su propia administración?», retrucó el legislador demócrata Adam Schiff, quien lidera al equipo acusador. «Porque incriminarán al presidente!» aseguró.
Los demócratas están particularmente interesados en el testimonio de John Bolton, quien fue asesor de seguridad nacional hasta que salió de la Casa Blanca en septiembre luego de profundos desacuerdos con Trump.
Este neoconservador dice en un libro, que espera se publique pronto, que el presidente le había dicho en agosto que no quería desbloquear la ayuda militar para Ucrania hasta que ese país investigara al demócrata Joe Biden, su potencial oponente para la próxima elección presidencial.
AFP y Efe