Aumenta la alarma por el coronavirus en Japón, Corea del Sur e Irán
China se congratuló este jueves por la reducción de nuevos contagios del coronavirus, pero en Japón, donde murieron dos pasajeros de un crucero, y Corea del Sur, que registraron su primer muerto, aumentó la preocupación por la epidemia.
La Comisión Nacional de Salud anunció 114 nuevos muertos en China en 24 horas, lo que eleva el total a 2.118 fallecimientos en todo el país (menos Hong Kong y Macao).
Le puede interesar: La tragedia del coronavirus redujo las emisiones de C02 de China
El organismo hizo sobre todo hincapié que el número diario de nuevos contagios se situaba en su nivel más bajo desde hace casi un mes: 673 –o 394, si se tiene en cuenta la cifra revisada por las autoridades de la provincia de Hubei (centro), epicentro de la epidemia.
En total, más de 74.500 personas fueron contagiadas en China desde la irrupción del nuevo coronavirus en diciembre.
En el mundo, la epidemia causó 11 muertos y la propagación alcanzó unos 25 países, entre ellos Irán, donde perecieron dos personas, las primeras registradas en Oriente Medio.
En Japón, el crucero «Diamond Princess», atracado en cuarentena en el puerto de Yokohama, en las afueras de Tokio es, con más de 600 casos registrados, el mayor foco del virus fuera de China. Una mujer y un hombre octogenarios que se encontraban a bordo fallecieron.
Contagio masivo en una secta
En Corea del Sur, las autoridades anunciaron la muerte de un sexagenario el miércoles en la provincia de Gyeongsang del Norte (sureste). También indicaron que el número de contagios casi se duplicó este jueves hasta más de 100, con unas 40 personas de una secta contaminadas en la ciudad de Daegu, en el sureste.
El alcalde de esta ciudad de más de dos millones de habitantes instó a la población a quedarse en casa.
En China, las autoridades consideran que las medidas para restringir los desplazamientos, sobre todo el aislamiento de más de 50 millones de personas en Hubei, empiezan a dar sus frutos.
«Los resultados muestran que nuestros esfuerzos para frenar (la epidemia) funcionan», se felicitó el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, citando las nuevas cifras. «Las medidas firmes de China permitieron contener la propagación del virus en el país y en otras partes del mundo», indicó Wang en un encuentro con sus homólogos del Sudeste de Asia.
El numeró de nuevos contagios en China disminuyó por cuarto día consecutivo. Y más de 16.000 exenfermos están curados, según las cifras oficiales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló el miércoles que «todavía era demasiado pronto» para hablar de contención del virus, pero insistió que se habían hecho «enormes progresos en poco tiempo».
17 toneladas de material médico
Como consecuencia de estas medidas de aislamiento, millones de chinos tienen que quedarse en sus casas.
En Hubei y su capital, Wuhan (11 millones de habitantes), las restricciones son todavía más drásticas: está prohibida cualquier entrada o salida, excepto para los productos de primera necesidad.
Ante esta situación, muchos países siguen evacuando a sus ciudadanos.
Francia envió el miércoles a Wuhan un nuevo avión para repatriar a franceses y europeos. El aparato también lleva 17 toneladas de material médico para el personal sanitario.
Mientras Pekín ensalza el progreso en su lucha contra la epidemia COVID-19, el gobierno de Japón se enfrenta a duras críticas por las medidas de cuarentena en el crucero «Diamond Princess».
El jueves, el ministerio japonés de Salud 13 nuevos contagios en el buque, elevando el número de personas infectadas a 634, el mayor número de contagiados en un solo lugar fuera de China.
El miércoles, 443 pasajeros desembarcaron del crucero, después de dar negativo en los tests y haber estado 14 días en cuarentena. Otros pasajeros dejaron el barco el jueves, y fueron trasladados en unos autobuses amarillos a estaciones y aeropuertos.
Pero en el archipiélago algunos mostraron su temor a que estos cruceristas se desplacen por el país, sobre todo después de la muerte de dos de ellos.
Blanco de las crítica por su gestión de la epidemia, el ministerio de Salud japonés explicó que habían llevado a cabo junto a expertos «consultas sobre la manera apropiada de controlar la infección a bordo del navío».