Falleció Bartolomé Luis Mitre, director de ‘La Nación’ de Argentina

Mitre falleció en un hospital de Buenos Aires, al que debió ser trasladado de urgencia el martes pasado por dolencias en su salud.
Tataranieto del general Bartolomé Mitre, quien fundó el diario La Nación el 4 de enero de 1870, nació el 2 de abril de 1940, hijo de María del Rosario Noailles y de Bartolomé Mitre. Estaba casado con Nequi Galotti y tenía cinco hijos: Dolores, Rosario, Bartolomé, Esmeralda y Santos.
Desde muy joven sintió un particular amor por el campo y la naturaleza, al igual que fascinación por los caballos árabes y por el polo, deporte que practicó durante cuarenta años.
Se destacó por su sencillez y su cordialidad, que le valieron no solo el respeto sino además la estima y el afecto de quienes pasaron por LA NACION . También sobresalió por su sentido del humor, aun en los momentos en que debió atravesar serios problemas de salud, que sobrellevó con notable fortaleza.
Dos años después de graduarse como abogado en la Universidad de Buenos Aires, se incorporó a LA NACION en 1966. Fue sucesivamente adscripto a la administración, gerente de ventas, subadministrador y administrador del diario, hasta que en agosto de 1982, fue designado al frente de la dirección periodística, lugar que había quedado vacante tras la muerte de su padre.
Se destacó por su sencillez y su cordialidad, que le valieron no solo el respeto sino además la estima y el afecto de quienes pasaron por LA NACION
Además de dirigir LA NACION , desde donde bregó incansablemente por la defensa de la libertad de prensa, fue miembro del directorio de Papel Prensa S.A., empresa de la que también fue vicepresidente y presidente. Fue asimismo fundador y presidente del Grupo de Diarios América.
Fue reconocido como académico emérito de la Academia Nacional de Ciencias de la Empresa, al tiempo que numerosas entidades, tales como el International Press Institute, la International Law Association y el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), lo contaron entre sus miembros.
Innumerables distinciones internacionales recibió Mitre en reconocimiento a su trayectoria profesional y en mérito a su vocación por el estrechamiento de los vínculos con el mundo. Entre ellas, varias condecoraciones de países extranjeros, tales como las órdenes del mérito otorgadas por los gobiernos de Italia, Brasil, Colombia, Alemania y España; la Orden de Caballero de la Legión de Honor de Francia y la Orden del Sol de Perú.
También fue reconocido con distinciones de la agencia española de noticias EFE y de la Fundación Severo Vaccaro, y con el premio Agustín Edwards McClure, otorgado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). En 1997, obtuvo el premio Konex de Platino en la categoría Dirección Periodística.
Al recibir de manos de los reyes de España, en 2014, el premio Luca de Tena, otorgado por el centenario diario español ABC a las trayectorias periodísticas sobresalientes, Mitre afirmó: «Ni la democracia ni el Estado de Derecho pueden ser concebibles sin ese valor fundamental que es la libertad de expresión, pilar de todas las otras libertades que enaltecen la condición humana. Razón por la cual he sostenido siempre que sin libertad de prensa no habrá libertad».
Fue un asiduo participante activo en las reuniones anuales de la SIP, de cuya junta de directores formó parte, donde debatió sobre la situación de la libertad de prensa en el continente. Un valioso testimonio de su permanente prédica por estos principios fue la publicación, en 1990, del libro titulado «Sin libertad de prensa no hay libertad».
Su concepción sobre el valor de la libertad de prensa se sustentaba en la idea de que el ejercicio de la soberanía por el pueblo solo puede cumplirse cabalmente cuando la ciudadanía tiene acceso a la más amplia información, cuando puede conocer todas las opiniones sobre asuntos de interés general y cuando éstas gozan de la posibilidad de difundirse sin obstáculos. Es así como el esquema constitucional de equilibrio de poderes, que impide los despotismos y garantiza el funcionamiento del régimen democrático, tiene como condición necesaria la libertad de expresión. Y de allí -según sostuvo Mitre- que sin libertad de prensa, el entero edificio constitucional resultaría vacío de sustento, casi como un castillo de arena que la primera ola derrumbará.
LA NACIÓN (ARGENTINA)/ GDA