‘Deja de gritar’: papá negligente dejó morir a su hija con obesidad mórbida

En las últimas horas, un hombre fue declarado culpable de cometer homicidio por negligencia en contra de su hija, quien sufría de obesidad mórbida. Los hechos se registraron en Reino Unido. Le contamos.

Kaylea Titford era una adolescente de 16 años, quien murió en octubre de 2020 en su casa en Newtown, Powys (Gales). La joven padecía de espina bífida, un defecto congénito que no permite la formación correcta de la columna vertebral y la médula espinal.

De acuerdo con las autoridades del país europeo, fue la negligencia de sus padres, Alun Titford y Sarah Lloyd-Jones, la que llevó a Kaylea al confinamiento, lo que influyó en su peso y terminó dejándola postrada en una cama.

El estado de salud de la joven empeoró tanto que ya no salía ni siquiera en su silla de ruedas, que usaba para ir a la escuela y asistir a eventos deportivos, que, según los medios locales y las autoridades encargadas del juicio, eran una de sus pasiones.

La muerte de la adolescente causó revuelo en su momento, pues la joven fue encontrada sin signos vitales entre ropa, sábanas sucias y el desorden de su cuarto, que daba cuenta del abandono en que se encontraba.

De hecho, según testimonios que escucharon las autoridades judiciales de Gales, la joven era «ferozmente independiente» antes del encierro al que fue sometida, participando incluso en lecciones de educación física en su silla de ruedas.

Pues bien, ante las pruebas, los padres de la menor de edad fueron llevados ante las autoridades, donde en diciembre de 2022 la madre aceptó los cargos de homicidio por negligencia grave y fue condenada a seis años de prisión.

Le dijo que «dejara de gritar» la noche en que murió sola en su habitación.

Sin embargo, el padre de Kaylea no aceptó cargos y estuvo los últimos meses en un juicio que culminó en las últimas horas, donde fue sentenciado a siete años y seis meses de cárcel también por homicidio por negligencia por un juez de la corte de Mold Crown.

En medio del juicio, una de las pruebas que más conmovió al magistrado galés fue el último mensaje de texto que envió el padre a la joven, donde le dijo que «dejara de gritar» la noche en que murió sola en su habitación.

«Él no fue a ver cuál era el problema ni buscó la ayuda que ella necesitaba. La dejaron morir sola», dijo el juez durante la lectura de sentencia del hombre.

A lo largo del juicio, el tribunal también tuvo que escuchar los mensajes de texto en los que la adolescente le pedía ayuda a su madre, quien era su cuidadora principal, y ella ignoraba sus alertas.

De hecho, los medios locales revelaron que en estos mensajes Kaylea le decía a su madre que estaba preocupada por sus «piernas que goteaban», donde además veía caer «pequeñas moscas». Sin embargo, la joven nunca recibió la ayuda de sus progenitores.

Las autoridades finalmente llegaron a la conclusión de que los padres de Kaylea fueron los causantes de su prematura muerte en octubre de 2020, al abandonarla en medio de sus problemas de salud y someterla a un encierro que acabó con su vida.

El caso causó conmoción en redes sociales, donde múltiples usuarios han hecho público su desconcierto, preguntándose cómo los padres de la menor de edad pudieron permitir que llegase a este estado.

En el juicio del hombre, Amoret Whitaker, una entomóloga forense, testificó que los gusanos que fueron encontrados en el cuerpo sin vida de la joven tenían, al menos, 48 horas de edad cuando fueron examinados.

Asimismo, en su testimonio, que fue escuchado por la corte en enero de este año y revelado por la prensa local, la experta añadió que las condiciones en la habitación de Kaylea eran «óptimas» para una colonización de moscas domésticas.

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO

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