El lujoso club de ricos y famosos acusado de ser centro de abusos sexuales

Un exclusivo club en Estados Unidos está en la mira por la demanda que presentó Natalie Grainger, reconocida entrenadora de squash. La mujer, quien trabajó en el lugar por varios años, los denunció por los abusos sexuales que allí habrían cometido supuestamente sus miembros -multimillonarios y famosos- contra varios empleados.

El Westchester Country Club (WCC), ubicado en Harrison, Nueva York, completa más de 100 años de fundación. Con extensas canchas de tenis, imponentes piscinas, casinos, zonas verdes e instalaciones, dice ofrecer una maravillosa experiencia para sus afiliados.

Sin embargo, el que denominan “ambiente cálido y afectuoso para nuestros miembros y personal” ha sido puesto en duda por Grainger.

Ella, con 45 años, es una de las deportistas más aplaudidas del squash. En 2003, alcanzó el puesto número uno en esa disciplina en todo el mundo, sumadas a las múltiples condecoraciones en distintos torneos.

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“Me sorprendió cuando me enteré del comportamiento de ciertos hombres en el WCC, y finalmente perdí mi trabajo porque elegí defenderme a mí misma y a otras mujeres. Espero que esta demanda ayude a todos los que han sufrido este tipo de discriminación y traiga un cambio a la cultura en el WCC”, sentenció, según los apartes de la demanda revelados por medios estadounidenses.

Las denuncias de abuso sexual en el lujoso club

Tan pronto fue contratada en 2018, Grainer asegura que se enteró de cómo una empleada del club sostenía una relación sexual con uno de los miembros. Debido a que las políticas del establecimiento impiden acercamientos entre afiliados y el personal, la trabajadora supuestamente fue despedida.

Pero habrían llegado más casos de acoso y abuso sexual a los oídos de Grainer. En 2021, la entrenadora dijo que descubrió mensajes de texto entre los miembros del club, quienes “discutían” la “alineación” de mujeres que habían escogido para “la diversión de la noche”.

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Además, habló con la familia de una empleada que habría sido drogada y abusada durante su jornada laboral.

“Grainger también se enteró de que otra empleada se quejó de que un miembro masculino del club la agredió sexualmente en una de las residencias personales”, señala la demanda estructurada por sus abogados.

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“Con base en este patrón de conducta, Grainger creía razonablemente que el club toleraba, si no permitía, el acoso sexual de las empleadas”, menciona el documento judicial.

Al poner en conocimiento los múltiples casos ante las directivas del club, al parecer el WCC no le prestó atención. En cambio, según ella, procedió a despedirla de inmediato.

Grainger exige una indemnización por los daños causados y, así mismo, solicita una pronta investigación dentro del club sobre los abusos sexuales que presuntamente ocurrirían allí. Mientras ella alza su voz, el WCC se mantiene en silencio; no han respondido al escándalo por la demanda.

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REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS