Aprendizajes del Acuerdo de Viernes Santo de Belfast / Opinión

Hoy 10 de abril, se cumplen 25 años desde la firma del Acuerdo de Viernes Santo de Belfast, un logro histórico, que trajo la paz y transformó a Irlanda del Norte. Este aniversario nos da una oportunidad para reflexionar sobre la importancia del Acuerdo y sus beneficios para todas las comunidades de Irlanda del Norte. También es un momento significativo para celebrar el Acuerdo de Paz de 2016 en Colombia y recordar el trabajo hecho por ambos procesos de paz.

La paz en Irlanda del Norte fue posible gracias a un liderazgo valiente y generoso de líderes políticos, organizaciones religiosas, la sociedad civil, las mujeres y las víctimas de las principales comunidades, quienes tuvieron que superar muchos retos para alcanzar un futuro mejor. En Colombia se está viviendo un proceso paralelo, con líderes y lideresas valientes construyendo la paz desde sus comunidades.

El Acuerdo de Paz en Colombia fue alimentado por experiencias previas, incluida la irlandesa

Los logros del proceso de paz han transformado la vida política y económica de Irlanda del Norte, brindando a las próximas generaciones la oportunidad de construir sus vidas con esperanza y en paz, con un énfasis en la igualdad, en los derechos humanos, en el consentimiento y la paridad de estima. El Acuerdo permite a todas las personas de Irlanda del Norte identificarse y ser aceptadas como irlandeses, británicos o ambos, y reconoce la legitimidad de las personas con diferentes visiones y aspiraciones a expresarlas democráticamente y pacíficamente.

El Acuerdo derrumbó barreras y unió a las comunidades, poniendo fin a la violencia que duró décadas. A lo largo de los años hemos visto como comunidades entre Irlanda del Norte y Colombia han compartido experiencias de dolor y sufrimiento, pero también aprendizajes sobre cómo alcanzar la paz y la reconciliación. El Acuerdo de Paz en Colombia fue alimentado por experiencias previas, incluida la irlandesa, y al mismo tiempo el proceso de paz que continua en Irlanda del Norte se nutre de las lecciones del sistema de justicia transicional en Colombia. El aprendizaje es continuo y recíproco.

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El compromiso de Irlanda y del Reino Unido con el Acuerdo de Viernes Santo es inquebrantable y es vital que reconozcamos y celebremos estos logros históricos. Al mismo tiempo, sabemos que queda mucho camino por delante. El Acuerdo reconoce la necesidad de “abordar el sufrimiento de las víctimas de la violencia como elemento necesario de la reconciliación”. Aunque nuestros gobiernos puedan diferir sobre cómo abordar este tema, afirmamos la importancia absoluta de la reconciliación y, seguimos comprometidos con la implementación del Acuerdo de manera completa y efectiva, en un proceso de evolución continuo.

La alianza entre nuestros gobiernos también ha sido un motor importante para impulsar el proceso de paz, incluso en sus momentos más difíciles. Como firmantes del Acuerdo, no subestimamos nuestra responsabilidad compartida de proteger el delicado equilibrio que lo sustenta y cumplir con sus compromisos. También reconocemos que la paz no podría haberse logrado sin el apoyo dedicado y duradero de nuestros socios internacionales.

Reiteramos nuestro llamado a todos los grupos armados ilegales del país a rechazar la violencia

Gracias a nuestra experiencia del dolor que generó la guerra y los aprendizajes en la construcción de paz, nos sentimos particularmente cercanos al proceso de paz en Colombia. Vemos los beneficios que ha traído el Acuerdo de Paz de 2016 y, al igual que en Irlanda del Norte, reconocemos que el camino hacia una paz más sostenible y duradera es largo, requiere de compromisos firmes de toda la comunidad y debe tener un norte fijo: la paz absoluta. Apoyamos los esfuerzos del gobierno colombiano y la sociedad civil para lograr sus metas y reiteramos nuestro llamado a todos los grupos armados ilegales del país a rechazar la violencia y apostar por una paz duradera.

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Nuestra búsqueda común por la paz seguirá uniendo a nuestros países, y seguimos firmes en nuestro compromiso en seguir compartiendo aprendizajes y resultados para asegurar un futuro pacífico en Colombia.

*George Hodgson, Embajador Británico en Colombia, y Fiona Nic Dhonnacha, Embajadora de Irlanda en Colombia.

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