El tejo, deporte nacional de Colombia, mezcla explosiones, cerveza y comida

El tejo, el deporte autóctono colombiano que ha practicado la gran mayoría de los habitantes del país cafetero desde hace más de 500 años, es hoy el deporte nacional y un símbolo del país.

No solo es el deporte nacional, es también un juego que reúne a las clases populares del país. Para jugarlo se necesita un disco de acero que se apunta al centro de una caja de greda que contiene un aro (‘bocín’) rodeado de pequeños sobres con pólvora (‘mechas’).

El que mayor número de aciertos logre en el aro y más pólvora explote será el ganador.

Al tejo también se le conoce como turmequé, por sus orígenes en Turmequé, una población del departamento de Boyacá, en la región Andina, en el corazón de Colombia, donde las poblaciones muiscas prehispánicas que ocuparon la región lanzaban un disco de oro a un punto determinado con el fin de recibir algo a cambio.

Desde esos más de cinco siglos las dinámicas de juego siguen siendo las mismas, una tradición deportiva de los antepasados que en la actualidad pasa de generación en generación. La Voz de América visitó en Bogotá uno de los cientos de campos que se pueden encontrar en el lugar menos esperado.

Mario Vargas recibió a la VOA en el sitio que fundó hace años con su familia en una especie de bodega con múltiples canchas una junto a la otra, en un ambiente cargado de música popular colombiana, el sonido aturdidor de la pólvora, cerveza y el olor a picada, un plato de cocina con muchos tipos de carne.

“Las canchas siempre están listas, yo las dejo con las mechas (pólvora) ya puestas en el bocín, ellos [los jugadores] ya después se encargan de ir cambiándolas”, dijo Vargas a la VOA en su club de tejo, un lugar espectacular donde cada sonido de la mecha aturde los oídos.

Los elementos para jugar el tejo

Ampliamente practicado en el altiplano cundiboyacense, que une los departamentos de Cundinamarca y Boyacá (centro), esta actividad se esparció rápidamente por todo el país, y también se abrió paso con el tiempo a países como Venezuela, Ecuador, España, México, Estados Unidos y Perú.

Para jugar el deporte nacional de Colombia se necesita una cancha de 19,5 metros de largo por 2,5 metros de ancho, dos cajas de madera cubiertas de greda con medidas de un metro de ancho y un metro de largo, dos bocines (aros) en el centro de cada caja, y las mechas (figuras triangulares hechas de pólvora).

Además, es imprescindible para empezar la partida tener un tejo, un disco pesado de metal que se lanza durante todo el juego.

“Hay varios tipos de tejos, hay tejos pequeñitos y de menos peso, pero también tenemos otros que se conocen como planchas y otros, los normales que son algo anchos y altos, pero lo importante es que la persona mira cuál le gusta más”, explicó a la VOA Helena Vargas, fundadora de club de tejo El Éxito.

¿Cómo se juega el tejo?

Según datos del Ministerio de Cultura de Colombia, alrededor del 90% de la población del país ha jugado en algún momento tejo. El juego consiste en introducir el mayor número de veces el tejo en el círculo central de la cancha de greda, así como el jugador o equipo que logre explotar el mayor número de mechas que se ubican alrededor del círculo.

Sin embargo, no todos los lanzamientos son perfectos, por lo que existe una puntuación dependiendo del lanzamiento para definir al ganador.

Un punto: a este se le conoce como “mano”, el jugador o el equipo obtiene esta puntuación cuando el tejo se ubica más cerca del bocín.

Tres puntos: “mecha” (pólvora), cuando el tejo lanzado hace explotar la pólvora.

Seis puntos: “embocinada”, cuando el lanzamiento del tejo queda dentro del círculo o aro (bocín).

Nueve puntos: “moñona”, el jugador o el equipo obtiene esta puntuación cuando en el recorrido el tejo hace explotar la “mecha” y al mismo tiempo queda dentro del bocín.

En Colombia hay campeonatos profesionales y nacionales de este deporte que desde 1954 hace parte de las competencias deportivas de los Juegos Nacionales.

A inicios de siglo, el tejo fue declarado como deporte autóctono del país. En 2019 el estado colombiano lo consideró como Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Nación.

El tejo, la comida y la cerveza

Más allá de todas las combinaciones, técnicas y movimientos del brazo para calcular y ejecutar el lanzamiento, la cerveza y la comida no pueden faltar en una contienda, sin estas dos combinaciones no se sentiría lo mismo escuchar el estallido de la “mecha” que trae consigo el aplauso de los presentes.

“El juego siempre empieza con los jugadores tomándose una cerveza, porque esa es la costumbre, casi que se podría decir que si uno no toma cerveza antes de iniciar un juego no está entonces jugando tejo”, dijo Mario Vargas.

Así las cosas, el tejo con una ‘pola’, como se le dice a la cerveza en Colombia y con el olor inconfundible de los platos típicos como la picada, hace de este juego una combinación y experiencia única.

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